El Ebro necesita ampliar su red de reserva fluvial natural en 800 kilómetros para garantizar la biodiversidad

La cuenca del Ebro necesitaría declarar 800 kilómetros más de reserva fluvial natural para garantizar la conservación de la biodiversidad de la zona. En la actualidad, el Ebro ya cuenta con 300 kilómetros conservados. Así se extrae del proyecto Reservial, que se ha presentado los resultados de su estudio piloto este miércoles en Zaragoza.

Zaragoza.- La cuenca del río Ebro necesita ampliar su red de reservar fluvial natural para garantizar la conservación de biodiversidad de la zona. Este es el principal resultado del proyecto Reservial, que ha realizado el grupo de investigación Freshwater Ecology and Management de la Universidad de Barcelona y ha presentado este miércoles en Zaragoza las conclusiones de su proyecto piloto.

En concreto, a la red de reservas fluviales del Ebro habría que sumar 800 kilómetros a los 300 que actualmente están declarados. "No es un resultado malo, pero hay trabajo por delante. Hemos obtenido unos recursos que ahora hay que corroborar en el campo. También hemos descubierto que los tramos que ya estaban declarados eran correctos", ha expresado el biólogo Tony Herrera, de la Fundación Nueva Cultura del Agua.

Herrera también ha indicado que en este proyecto se han modificado los criterios para definir las reservas. "Antes no eran exactos, se diseñaron de forma subjetiva en función del conocimiento de la gente. No había unos objetivos claros sobre lo que queríamos conservar...", ha explicado Miguel Cañedo-Argüelles, doctor participante en el proyecto.

Finalmente, durante el proceso se concretaron ocho objetivos: protección y conservación del conjunto de la biodiversidad asociada a los ríos, la protección y conservación de tramos fluviales en muy buen estado de conservación (prístinos), de paisajes fluviales singulares y tipos de ríos peninsulares representativos de toda la variedad existente con el fin conservar los procesos naturales de geomorfología y dinámica fluvial, la función de corredor y conectividad ecológica, la protección de tramos con regímenes hidrológicos poco alterados, la protección y conservación de especies amenazadas, de riberas fluviales y su vegetación asociada, así como de tramos que no alberguen especies invasoras.

Todos estos parámetros se han introducido en un nuevo sistema informático -Marxan- para que, de forma eficaz y totalmente objetiva, seleccione la red de reserva. Herrera ha explicado que hay que comprobar la viabilidad de los resultados mediante el trabajo de campo. "Si se plantean muchos tramos sería inviable, entonces podemos plantearnos en qué medida se puede renunciar a algunos tramos o reducir la consecución de ciertos objetivos, por ejemplo, reducir uno del 100 al 75%", ha comentado.

Estos objetivos surgen de un consenso fruto de un proyecto participativo realizado en varios talleres en diferentes ciudades entre las que está Zaragoza. "Reunimos a profesores y expertos para consensuar los objetivos que teníamos que pedir", ha apostillado Herrera.

La encuesta contó con un total de 86 participantes de diferentes grupos de edad, ámbitos profesionales o sociales y de un total de once comunidades autónomas. Solo un 12% de los encuestados entendieron que las RNFs deben responder de forma imprescindible a tramos fluviales prístinos, mientras, un 50% consideró que también podrían declararse tramos no prístinos que tengan interés para la conservación de especies de interés o procesos naturales de dinámica fluvial singulares, y un 25% consideró que también podrían declararse tramos que tengan interés desde un punto de vista social (por ejemplo, interés por zonas de baño, desde un punto de vista histórico-simbólico, etc.).