Zaragoza.- Aragón ha registrado durante esta campaña un total de 403 incendios. Una cifra que aunque es superior a la media registrada en los últimos años -388 incendios entre 2006 y 2015-, ha supuesto un número de hectáreas muy inferior: 628 hectáreas frente a las 4.500 calcinadas de media en ese periodo. Además, cabe señalar que del total de incendios, solo el 5% fueron provocados; sin embargo, fueron la causa del 25% de las hectáreas calcinadas.
No obstante, la principal causa de incendios durante este verano fue el rayo, origen de 109 fuegos. "Los incendios que tienen su origen en los trabajos en el medio rural ha descendido hasta el 50%. Posiblemente, por las campañas de sensibilización que se llevan a cabo. Por eso, tenemos la previsión de que esta cifra siga descendiendo", ha indicado el consejero de Desarrollo Rural, Joaquín Olona,
Olona ha reiterado su apuesta por el modelo público de gestión forestal basado en el operativo de Sarga, ya que, según ha asegurado, esta organización ha permitido que el 77% de los incendios que se originaron quedaran en conato. Es decir, un total de 310 incendios no han superado una hectárea.
"Hemos vivido un año crítico con un riesgo muy elevado. La primavera ha sido muy seca, y no ha habido apenas precipitaciones. Por eso apostamos por mantener y reforzar este modelo, que ha demostrado su eficacia", ha destacado el consejero.
Olona también ha indicado que, este año, se ha producido un incremento del presupuesto para incendios forestales de 3,7 millones de euros, hasta llegar a los 26,3 millones.
Prórroga de los contratos
El consejero se ha referido a la prórroga en los contratos del operativo forestal argumentando que "el objetivo es orientar todos los medios naturales y humanos a la gestión más eficiente de nuestros montes".
De este modo, las cuadrillas terrestres de Sarga pueden prolongar su prestación laboral para realizar trabajos silvícolas operando sobre unas 1.200 hectáreas de masa forestal. Esta ampliación se ofrece de manera voluntaria y "preferentemente" a los 460 integrantes de cuadrillas terrestres, pero si no se cubren las necesidades, Olona no descarta ofrecer este trabajo a otros equipos como, por ejemplo, los de motobomba o vigilancia.
"El diseño del dispositivo obedece única y exclusivamente a las necesidades. No tendría ningún sentido mantener la máxima activación hasta el 31 de diciembre. No sería hacer un buen uso de los medios.", ha alegado Olona.
