Zaragoza.- Este mes de septiembre José Antonio Mayoral afronta su segundo año como rector de la Universidad de Zaragoza. Un segundo año marcado por la bajada de precios en másteres y grados, la apuesta por la internacionalización con China como protagonista y la reestructuración de grados e infraestructuras.
Pregunta.- ¿Qué balance hace de su primer año como rector cuando ya ha empezado el segundo?
Respuesta.- El balance, en cuanto a trabajo, es muy positivo. Había muchas cosas en nuestro programa que se han ido avanzado; en transparencia, además, hemos mejorado mucho; hemos desatascado la convocatoria de plazas de personal de servicios; puesto en marcha un gabinete jurídico más profesional, con letrados que nos pueden defender en tribunales; nuestro observatorio de contratación pública está en marcha; la oficina de control presupuestario también está en marcha; asimismo, hemos iniciado el trabajo en una inspección de servicios; hemos mostrado que la implantación de dobles vías es una vía de futuro y tenemos varias propuestas interesantes en las que trabajar.
Vamos a presentar una propuesta de másteres, pero queda mucho trabajo por hacer. Hemos lanzado la propuesta de reestructuración de la universidad, y Filosofía y Letras, al fin, se ha puesto blanco sobre negro y está en el camino de lo que había que hacer. Junto a ella, muchas obras como Interfacultades, la biblioteca central, etc.
Internacionalización
P.- Uno de sus retos cuando llegó al rectorado fue mejorar la internacionalización de la Universidad, ¿en qué situación estamos?
R.- Estamos en un buen punto. A parte de la apertura del Instituto Confucio, algo que no se sabe es que firmamos un acuerdo con una administración china y, a raíz de eso, hemos abierto el intercambio con 60 universidades del país asiático.
También tenemos propuestas de dobles titulaciones con otras universidades, hemos incrementado el número de estudiantes chinos que vienen, y también con Iberoamérica. Ya existe una doble titulación con Brasil, a través de Iberus hemos hecho intercambio con Colombia, y también la futura reunión con La Habana propiciará otro posible intercambio con la UZ. Viajaré próximamente a México y Cuba, para ello, y por supuesto, destacar las relaciones con el sur de Francia, las dobles titulaciones, estamos trabajando alguna más.
P.- En este sentido, las relaciones con China y con Iberoamérica es un impulso a esta internacionalización que va más allá de los Erasmus
R.- Va mucho más allá. Aunque en Erasmus al estar la UZ en Iberus, nos ha permitido tener fuera del ámbito europeo y también tenemos buenos resultados.
P.- Parece que la tendencia indica que los estudiantes aragoneses salen más, sin embargo a la UZ las cifras de los Erasmus extranjeros no ha subido tanto...
R.- La tendencia normal en cifras, nos movemos en torno a los 1.000 que salen y 800 que vienen. Este año, no sé si por la mejora económica o de algunas becas, ha habido 1.152 alumnos de salida, un número que supera en más de 100 a los del año pasado y de entrada nos acercamos a 900. La subida se debe a una mejora de la situación económica, pero también de becas.
P.- En cuanto a las visitas docentes las cifras han descendido los últimos años, ¿a qué puede deberse?
R.- Han descendido un poquito, aunque el año pasado superó los 100. Puede ser que la dificultad en los trámites y la reducción en la dotación económica, hayan conllevado a menos interés por parte de los docentes.
Infraestructuras
P.- Las infraestructuras y su mejora fue otra de las metas que se marcó alcanzar al inicio de su mandato, algo en lo que influencia mucho las relaciones con el Gobierno. ¿Siguen en sintonía con el Ejecutivo?
R.- Las relaciones son buenas porque tienen que serlo, sea el rector del signo que sea y el Gobierno que sea, entiendo que es una obligación. Tenemos que pactar hasta en los desacuerdos. No puede ser que dos instituciones tan importantes para la Comunidad estén de espaldas, es un freno al desarrollo.
¿Estamos de acuerdo en todo? No. ¿Procuramos buscar acuerdo en todo? Sí. Cada uno tiene su dinero y sus prioridades, y tenemos que buscar acuerdos en todo. En este sentido, creo que la cosa está funcionando bastante bien porque nos vemos con frecuencia además. Tenemos que hablar de las cosas que hacemos que no nos gustan, y de las que nos gustan, también.
P.- ¿Algún ejemplo donde no termina de casar la relación?
R.- Pues en alguna convocatoria que ha habido este año no estamos de acuerdo. Por ejemplo, en los grupos de investigación, estamos a final de año y no sé si vamos a poder ejecutar este presupuesto, los investigadores llaman... En esos casos tenemos que llamar a la DGA y preguntar qué pasa y cuándo se va a solucionar.
P.- ¿Está satisfecho con el trato presupuestario que desde la DGA se le ha dado a la universidad?, ¿aspira a que continúe la tendencia al alza?
R.- Hay un acuerdo pactado y firmado que espero que no se vea perjudicado. Y hay que tener en cuenta que nosotros hacemos un esfuerzo de muchísimos euros. Una de las cosas en las que hemos trabajado es en hacer una universidad más accesible a todo el mundo, tenemos programas en marcha como el de Mujeres por África, otra con el pueblo Saharaui, tenemos un área de atención a la discapacidad, cuya oficina propia es de las mejores de España…
Nos ha parecido bien reducir el precio de matrículas de másteres, y este año un 7% la de grados. Esto supone una merma de ingresos de 500.000 euros en másteres, y 1.200.000 en grados. Si queremos mantener el nivel de becas, y seguir siendo una universidad pionera, tenemos que tener una corresponsabilidad, y estamos negociando con la DGA para que esa merma sea reintegrada.
P.- Esta bajada de precios se anunció en julio... ¿Seguimos sin acuerdo, entonces?
R.- Va en buen camino, pero prefiero no decir la cifra concreta. Como es cosa de dos, hasta que no esté cerrado prefiero no decir nada.
P.- ¿Pero se sabrá pronto?
R.- Sí, ya, para el inicio de curso.
P.- La renovación de Filosofía es la obra más importante o más urgente del campus, ¿estamos cumpliendo con los plazos?
R.- Absolutamente. Yo una de las cosas que me alegro mucho de haber hecho al comienzo del mandato es decir que Filosofía necesitaba un proyecto de obra nueva. El tiempo me ha dado la razón. Esto hay que hacerlo pero hay que hacerlo bien, con la DGA, con expertos en obras públicas y con la Facultad, en todas las reuniones ha estado la Facultad. Más vale un proyecto nuevo que otro que no cumplía con la normativa medioambiental, por ejemplo.
Ahora estamos con la licencia de obras con el Ayuntamiento y, en cuanto tengamos el trámite de licencia, lanzaremos el concurso, y cuando tengamos el concurso resulto, pues a empezar las obras.
P.- ¿Sigue confiando en que esto ocurra el año que viene?
R.- Sí, a primeros del año que viene. Siempre me gusta decir que no podemos exigir celeridad. Vamos a lo máximo que los plazos nos permiten, es una obra pública y bastante hemos visto en este país con las obras sin luz ni taquígrafos. No se hará con este proyecto. Cuando todo esté resuelto y no haya nada jurídicamente reprochable, se avanzará al siguiente paso.
Docencia virtual
P.- La digitalización de las aulas es ya casi una realidad en la mayoría de los colegios aragoneses, ¿en qué punto está la universidad en este aspecto? ¿No cree que hay que impulsarlo?
R.- Es una realidad. Todas nuestras aulas son digitales, tenemos conexión con wifi, es cierto que en algunas aulas hay zonas de sombra cuando se junta mucha gente, pero hay medios audiovisuales en todas ellas. La gestión de matrícula a través de moodle para apuntes y hablar con tutores es estándar, los alumnos actuales usan más la no presencialidad de lo que pensamos.
Otro asunto es la docencia no presencial y semipresencial virtual. Ahí hay dos asuntos. Ya tenemos el estudio de los medios con los que contamos y los que nos faltan, tenemos plataformas del G9 que podemos usar. Ahora lo que tenemos que hacer es completar los medios y lograr formar a los profesores que quieran en cómo montar una clase, apoyo en la edición de videos... Este curso ya tenemos profesores interesados y estamos viendo qué hardware es el más recomendable además de cámara de estudios, etc.
Y luego tenemos que ver qué tipo de docencia queremos, no estoy muy seguro de que la docencia del grupo sea no presencial, eso ya existe en la UNED. Pero en la de Posgrado y Formación de la vida, es otro asunto. Ahí sí que tenemos que hacer una apuesta fuerte porque esos estudios van destinados a personas que están trabajando y, por tanto, tienen menos tiempo. Tenemos que pensar lo que dar a cada sector.
P.- ¿Los docentes están interesados en formar parte de ello?
R.- Sí, aquí se nota el origen digital del docente, cuanto más jóvenes son, más interés tienen en la digitalización. No hay nada nuevo, es lo que ocurre en la sociedad.
P.- Para terminar, ¿cómo afronta este segundo año? ¿Qué retos se pone por delante?
R.- Lo afronto todo con ilusión y con muchas ganas de trabajar, tengo un equipo extraordinario y lleno de retos. La inspección de servicios, mejorar algún proyecto en China y Sudamérica, la apertura de oficinas de Relaciones Internacionales en Huesca y Teruel, la restructuración de los grados, intentar hacer una nueva oferta de dobles titulaciones que hagan más atractivos nuestros estudios extranjeros, mejorar nuestra imagen internacional y, luego, trabajar por una mejor financiación, y mejorar el nivel de nuestros proyectos de investigación.
En el fondo, tenemos un activo muy grande que son los universitarios y es gente que, en periodo de crisis, ha trabajado más por menos. Con gente así, seguro que haremos cosas importantes.
