REAL ZARAGOZA

Cruel bautizo en Segunda

Varios futbolistas de la plantilla del Real Zaragoza debutan esta temporada en la categoría de plata del fútbol español. Algunos como Febas o Borja Iglesias han recibido ya un duro bautizo, siendo objeto de faltas muy duras. El choque ante el Alcorcón debe servir para aprender de los errores y encontrar fórmulas para superar bloques.

Zaragoza.- Las temporadas en Segunda División duran un mundo, son eternas, de 42 jornadas en las que te encuentras partidos de todo tipo. Pero quizás hay un perfil de encuentro que conviene dominar. Como ejemplo, el que enfrentó este domingo al Real Zaragoza contra el Alcorcón, donde los maños chocaron una y otra vez contra un muro defensivo. Y los de Natxo González cayeron en la trampa de la desesperación.

Porque la escuadra visitante planteó un encuentro duro, correoso, con constantes interrupciones. Cada intento ofensivo de un espeso Real Zaragoza terminaba con el jugador en cuestión en el suelo. Especialmente un Aleix Febas que trató de ser el guía del equipo en la primera mitad encontrando la luz con sus arrancadas. Pero los de Velázquez lo tenían claro, jugándosela a contar con la permisividad arbitral. Y les salió bien.

Un cruel bautizo en la categoría de plata del fútbol español para muchos jugadores que se estrenan en la misma. No sólo Febas, sino también por ejemplo Borja Iglesias, objeto de una acción en la que se pudo señalar el punto de penalti. Contratiempos que surgen en Segunda, con rivales que buscan destruir más que construir y, a partir de ahí, aprovechar las acciones que puedan surgir en ataque.

Así ganó el Alcorcón en La Romareda, desesperando a un equipo, el blanquillo, que además pecó de falta de paciencia, de precipitación y que no supo aislarse del enredado sistema y técnicas del conjunto madrileño.

Pero plantilla y cuerpo técnico coinciden en un grito unánime: de esto se puede y debe aprender para que no vuelva a ocurrir. Porque especialmente como locales se sucederán encuentros de este tipo. Y conviene tener un plan B para evitar la fuga de puntos en el estadio municipal.