Zaragoza.- Buscar trabajo no es tarea fácil. Encontrarlo menos todavía, y el asunto se complica cuando, además, te enfrentas a esa situación llena de miedos e inseguridades. Es lo que le ocurre a menudo a muchas de las mujeres que han sido víctimas de violencia de género. Para ayudarlas a encontrar empleo, el Instituto Aragonés de la Mujer (IAM) ofrece una asesoría laboral que aconseja y acompaña a estas mujeres.
Esta asesoría no solamente está dirigida a ellas, sino que está abierta a cualquier mujer que lo desee y trabaja en coordinación con el Instituto Aragonés de Empleo. Asimismo, durante el primer semestre de 2017, este órgano ya ha atendido a 567 mujeres. De ellas, 21 tienen discapacidad, 224 son inmigrantes y 50 son mujeres víctimas de violencia de género. Estas 50 mujeres que ya han pasado por esta asesoría han recibido el mismo tratamiento que las 147 que lo hicieron a lo largo del año pasado en las mismas circunstancias.
La asesoría laboral traza itinerarios a través del asesoramiento, la formación y la información porque, según indica la directora del IAM, Natalia Salvo, "muchas veces existen determinados cauces que no son conocidos y necesitas que eso te lo hagan saber". Por eso, lo primero que se hace desde este órgano es trazar un itinerario personalizado para cada mujer atendido a sus circunstancias.
La violencia como condicionante
Haber sido víctima de violencia de género deja a muchas mujeres en una situación muy complicada. "Con una baja autoestima emprender la búsqueda de empleo realmente en muchas ocasiones es complicado", señala la directora del IAM.
Por eso, desde la asesoría no solamente se centran en la búsqueda de empleo sino que comienzan trabajando otro tipo de aspectos para llegar a ese punto. Aspectos como el crecimiento de la autoestima y la formación son algunos de ellos.
Empoderamiento
Pero sin duda la principal línea en la que trabajan desde la asesoría con estas mujeres es el empoderamiento. "En muchas ocasiones es la propia situación personal y anímica de la mujer", explica Salvo, "la que les origina problemas a la hora de encontrar empleo". Por eso inciden en el empoderamiento. "Creemos que es el paso previo y más importante para poder acceder con garantías al mercado de trabajo", defiende.
En este sentido, la directora del IAM señala como fundamental la preparación previa antes de comenzar con la búsqueda de empleo. Por ello trabajan sobre todo desde el punto de vista anímico y de la situación personal de cada una de ellas. El objetivo es prepararlas para la inserción al mundo laboral.
Desde la asesoría establecen dos tipos de líneas de trabajo en este ámbito. Previamente, antes de comenzar a abordar cada una de ellas con estas mujeres, los trabajadores sociales hacen una selección en función de la situación y características de cada una de ellas para determinar qué tipo de asesoramiento necesitan.
La primera de esas líneas de trabajo está basada precisamente en el empoderamiento femenino y la segunda en la búsqueda activa de empleo. "La segunda parte no podría darse si no hay un buen trabajo previo", asevera Salvo. "Creemos que ese empoderamiento y esa revitalización personal es fundamental para que estas mujeres accedan con verdaderas garantías al mercado de trabajo", destaca la directora del IAM.
Perfil
El perfil de estas mujeres no sigue unos patrones comunes ya que varía en función de las características personales. Lo que sí han percibido desde la asesoría es que la mayoría de casos son mujeres entre 25 y 45 años, edades en los que es más evidente la brecha laboral. Franja en la que, apunta Salvo, las mujeres están en edad de ser madres.
Además, en un elevado porcentaje son las propias
Resultados Los resultados indican que la asesoría funciona bien ya que, según resalta Salvo, el porcentaje de inserción es alto. Asimismo, en el último semestre, un total de 11 mujeres han encontrado trabajo gracias a este servicio. "Nosotras no vamos solo a la consecución del empleo. Tiene que ser de calidad, digno, que garantice estabilidad a las mujeres", defiende.
