Los superhéroes que salvan de la hepatitis C

Los medicamentos más recientes contra la hepatitis C son el sofosbuvir, el levipasvir y el grazopevir y han salvado a 1.700 personas en los tres últimos años en Aragón. Su eficacia se encuentra por encima del 95%. El objetivo en los próximos diez años es conseguir erradicar por completo esta enfermedad, que afecta al 1,5% de la población.

Zaragoza.- Batman, Superman, Ironman, Wonder Woman, Flecha Verde o la Viuda Negra. Son solo algunos de los superhéroes de ficción más mediáticos del mundo de los cómics, que tan de moda están ahora. Salvan vidas y se sacrifican por erradicar todos los peligros que asolen a sus respectivas ciudades. Pero no son los únicos. En la vida real están el sofosbuvir, el levipasvir y el grazopevir. No son tan mediáticos, pero también salvan vidas. Pero, ¿quiénes son? O mejor dicho, ¿qué son? Han salvado 1.700 vidas en Aragón en los tres últimos años, y son los tres nuevos medicamentos contra la hepatitis C que han revolucionado por completo la lucha contra la enfermedad en los tres últimos años.

El doctor especialista en el aparato digestivo del Hospital Clínico Lozano Blesa, Miguel Ángel Simón, explica que estos nuevos medicamentos se llaman “antivirales de acción directa, porque son moléculas que actúan sobre diversas partes del virus inactivando las zonas en las que se reproduce”. La diferencia radica en que los anteriores medicamentos, que son la rivadivina y el interferón tejilado, no eran antivirales, sino que “eran inmunomoduladores, de forma que necesitaban de la acción del fármaco y del propio organismo para eliminar el virus”, por lo que su eficacia estaba “por debajo del 50%”. “Ahora se busca destruir directamente el núcleo del virus y destruirlo, en vez de incentivar al organismo a que cree defensas, de manera que la efectividad se ha incrementado por encima incluso del 95% de los casos”, resume Simón.

Aetha dispone de dos pisos de acogida en Zaragoza para los familiares de los enfermos
Aetha dispone de dos pisos de acogida en Zaragoza para los familiares de los enfermos

De la misma opinión es el presidente de la Asociación de Enfermos y Transplantados Hepáticos de Aragón (Aetha), Luis Miguel Barrachina, quien asegura que “hasta 2014 no existía ningún tratamiento contra la hepatitis C, por lo que todos los infectados terminaban con el fallecimiento seguro a largo plazo a través de una cirrosis o un cáncer hepático". En esa época, “la única forma de salvarse era un transplante”, lamenta Barrachina. Desde entonces, según datos de Aetha, 1.700 personas han conseguido salvarse en Aragón, gracias a la efectividad de los nuevos tratamientos.

En cualquier caso, ningún nuevo fármaco es efectivo por sí solo, sino que el tratamiento consta de una combinación de los distintos medicamentos. “El sofosbuvir inhibe la región Ns5b del virus de la hepatitis C, el levipasvir inhibe la región Ns5a y el grazopevir inhibe la proteasa. La combinación más usada ha sido el sofosbubir y el levipasvir, que lo comercializa la casa Gileat”, detalla el doctor Simón.

Aún así, no existe una combinación que se pueda aseverar que siempre es la más efectiva, sino que depende de cada paciente en particular. Simón expone que hay una serie de “criterios que resultan fundamentales a la hora de recibir una mezcla de medicamentos u otra”. “El hecho de tener cirrosis, alguna enfermedad renal, tomar otras medicaciones o haber recibido tratamiento previo condicionan por completo los fármacos a recibir”, profundiza el especialista en el aparato digestivo.

Afecta a 15.000 personas en Aragón 

En cuanto al número de afectados, tanto Simón como Barrachina coinciden en que “la hepatitis C afecta al 1,5% de la población”, de manera que se puede hablar de unos 15.000 afectados en Aragón. También hay consenso entre Aetha, el doctor Simón y la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C en Aragón en que es un “gran problema” el número de pacientes que están infectados por la enfermedad y lo desconocen. Así como la Plataforma considera que “el 70% de los afectados no están diagnosticados”, Simón reduce este porcentaje “al 30% o 50%”, mientras que Barrachina intuye que “tan sólo un 10% de los enfermos están diagnosticados”. En cualquier caso, para combatir este problema, Simón propone realizar un “análisis de cribado, ya que no sólo importa el tratamiento sino también la búsqueda de los pacientes”.

Una de las actividades que Aetha prepara ayudar a recuperarse a los enfermos es el yoga
Una de las actividades que Aetha prepara ayudar a recuperarse a los enfermos es el yoga

Además, según datos del Boletín Epidemiológico Oficial de Aragón, en lo que llevamos de año se han registrado 63 casos de hepatitis C en la Comunidad aragonesa. Estas cifras son claramente superiores a la media de los cinco últimos años en este mismo periodo, que es de 39 casos. Todo este coste está asumido por el Gobierno de Aragón, dado que “no existe un fondo especial estatal” para este cometido, tal y como explicó en junio el consejero de Sanidad, Sebastián Celaya. “Los recursos son escasos y la financiación es insuficiente, pero por fortuna, el fármaco ha demostrado su eficacia”, resumió el consejero. En 2016, el coste de los tratamientos contra la hepatitis C alcanzó los 16,5 millones de euros en todo el cómputo nacional.

Erradicacción de la enfermedad a medio plazo

El objetivo a corto o medio plazo es la erradicación absoluta de la enfermedad. Así lo ha asegurado la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha establecido la fecha límite de 2030 para terminar con el virus en España. Barrachina es más optimista y confía en que “para el 2025 se haya erradicado por completo”. Asimismo, un estudio publicado el mes pasado por la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), e impulsado por los hospitales Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, el Clínico Universitario de Valencia y el Universitario Puerta de Hierro de Madrid, ha llegado a la conclusión de que para el 2021 estará extinguida la hepatitis C en España. En ese estudio se ha analizado a 16.000 personas y han ubicado la prevalencia de la enfermedad en España en el 1,19%. Han añadido que sólo dos de cada tres personas con anticuerpos tiene una infección activa.

Para conseguir erradicar el virus, Barrachina celebra que el nuevo plan estratégico que entró en vigor en enero, ha ampliado el tratamiento en Aragón “a los pacientes con fibrosis cero, uno y dos”, ya que anteriormente “sólo estaba disponible a los pacientes con fibrosis tres y cuatro”, algo que no sucedía en Cataluña, Madrid o Comunidad Valenciana. “No puede ser que según el código postal en el que vivas tengas más o menos opciones de salvarte”, lamenta el presidente de Aetha.

Carácter altruista de Aetha

Aetha no solo se dedica a atender a los pacientes, sino que también vela por el bienestar de sus familiares. Su trabajadora social, Arabia Prat, explica que disponen de dos pisos de acogida en Zaragoza “para que los familiares de los enfermos que vienen de pueblos de Aragón a recibir el tratamiento no tengan que preocuparse en pensar dónde pasar la noche”. También se les asesora y gestiona en trámites burocráticos como la “baja por incapacidad” a los enfermos transplantados.

El presidente de Aetha es Luis Miguel Barrachina
El presidente de Aetha es Luis Miguel Barrachina

Prat añade que disponen de “un servicio de psicología y de quiromasaje” para ayudar a los socios en su recuperación. Cuentan con voluntarios que, generalmente los martes, realizan visitas “a los enfermos hepáticos que se encuentran ingresadas en el Hospital Clínico”, con la finalidad de darles “apoyo moral”. También les dan a los enfermos la oportunidad para practicar yoga, clases de informática o natación. Todos los trabajadores de Aetha son voluntarios altruistas con la excepción del servicio de fisioterapia y las actividades de la trabajadora social.

Tanto el apoyo moral como el apoyo médico con los nuevos tratamientos deben seguir en esta línea para que se sigan salvando vidas y llegar cuanto antes a la erradicación completa de la hepatitis C. Ha costado mucho llegar a cifras tan positivas como las actuales, y queda por delante el reto de dar el paso definitivo para acabar con la enfermedad. Una tarea que debe involucrar a toda la sociedad, de una u otra manera.