Los agricultores califican de "crítica" la situación de los embalses y avisan que 2018 será "muy difícil"

No llegan buenas noticias desde el cielo para el campo aragonés. Los agricultores han calificado como "crítica" la situación de los embalses de la Comunidad y han avisado de que el 2018 también será "muy difícil" si no llueve de forma intensa. Desde UPA pedirán una reunión con DGA y CHE para cuantificar las pérdidas si sigue sin llover.

Zaragoza.- Crítica. Así ha calificado el secretario general de UPA Aragón, José Manuel Roche, la situación de los embalses de la Comunidad, que actualmente se encuentran al 52,5% de su capacidad, un 8,5% menos que hace un año. "Hay una incertidumbre bastante importante. Puede conllevar que no se acabe la campaña de riego para llevar los cultivos a su final y ya ha conllevado que muchos agricultores no hayan podido sembrar las segundas cosechas", ha señalado Roche.

Estos problemas se concentran tanto en secano, que han sufrido "una sequía muy importante", como en regadío, donde "los cultivos de maíz, alfalfa y hortaliza estarían en una situación muy difícil para poder hablar de una buena cosecha a final de temporada", ha manifestado el secretario general de UPA. Y es que, en definitiva, "es una pérdida importante ya que la viabilidad económica y el potencial agrario depende exclusivamente del agua". Por el momento, los cultivos leñosos no están teniendo esta escasez de agua, "pero si los embalses siguen bajando y la climatología sigue siendo la que es podríamos estar en una situación muy complicada", ha afirmado.

Y esta situación no apunta a ir a mejor. "Normalmente, cuando finalizan las campañas de riego, los embalses están por encima del 50% de su capacidad y ahora mismo es todo lo contrario", ha comentado Roche. Para revertirlo, "tendríamos que tener un otoño e invierno muy lluvioso, sobre todo de nieve, para poder recuperar los embalses y comenzar la campaña de 2018 con las suficientes garantías de tener agua para todos los cultivos", ha indicado.

Para solucionar esta situación, desde UPA Aragón solicitarán una reunión con el Gobierno de Aragón y la Confederación Hidrográfica del Ebro "para poder cuantificar las pérdidas en el caso de que el final del verano continúe sin lluvias". Esta cita tendría lugar a partir del mes de septiembre, cuando ya las campañas de riego se han dado por concluidas. 

Los seguros agrarios: una herramienta indispensable

Desde el Ejecutivo autonómico se puso en marcha una serie de medidas para contrarrestar las pérdidas económicas por la sequía. Se trataba de una línea de financiación de los intereses de préstamos bancarios. "Pensamos que serán bienvenidas pero que no van a solucionar el problema de la sequía y de las pérdidas económicas que los agricultores han tenido este año. Que un agricultor pueda acceder a un préstamo a intereses cero no le va a ayudar a ser viable", ha explicado Roche.

Desde el sindicato han señalado a los seguros agrarios como la herramienta clave para subsanar estas pérdidas causadas por los medios naturales, y por tanto impredecibles e incontrolables, como la sequía, el pedrisco o las heladas. Sin embargo, también han denunciado que, en los últimos diez años, las subvenciones del Gobierno central y aragonés se han reducido en un 36%. "No podemos estar todos los años con ayudas. Tenemos que proteger los cultivos con seguros agrarios. Si tuviéramos unas buenas líneas de seguros y unas ayudas como las que teníamos hace años, los agricultores asegurarían y esas pérdidas se verían recompensadas de una forma muy importante", ha manifestado.

Asimismo, también han expuesto otras medidas que ayudarían al sector, aunque siendo conscientes que es complicado que se las concedan. "Pedir por pedir, podemos pedir la luna. En una situación de sequia extrema como hemos tenido tenemos que poner todas las facilidades posibles para obtener liquidez, pero también tenemos que facilitarle condonaciones de cuotas a Seguridad Social, exenciones del IBI, o incluso trabajar en medidas fiscales que puedan beneficiar a aquellos agricultores que han estado en zonas de sequía", han detallado.

La margen derecha, bajo mínimos 

La sequía está afectando fundamentalmente a la margen derecha del río Ebro, donde apenas se han registrado nevadas durante el invierno y su agua no se ha podido almacenar en los embalses. Actualmente se encuentran al 30,7% de su capacidad con 191 hectómetros cúbicos, cuando hace un año estaban al 42,3% con 263 hectómetros cúbicos.

Como ejemplo, el embalse de la Tranquera, uno de los más importantes de esta zona al suministrar agua a los regadíos de todo el valle del Jalón y abastecer a Calatayud, está al 13% de su capacidad. Por esta razón, durante este verano tiene como única prioridad el abastecimiento del agua de boca. Una situación igual de crítica están viviendo los embalses de La Loteta (al 6%) o Moneva (13%).

La margen izquierda, pese a tener el agua de la nieve de los Pirineos, tampoco está viviendo un verano tranquilo. A día de hoy se encuentran al 56%, un porcentaje muy por debajo de la capacidad de hace un año, cuando estaban al 76,6%.