Opinión

¿Cuáles son los mejores títulos universitarios de cara al empleo?

En un reciente estudio, se publicaba la noticia de que "más de un tercio de las carreras con notas altas de corte tienen pocas salidas laborales". Estos datos ponen sobre la mesa un tema que pocas veces se tiene en cuenta a la hora de hacer una matrícula universitaria y, sobre todo, a la hora de estudiar una carrera a lo largo de los diversos cursos de ella: la empleabilidad. La empleabilidad es uno de los objetivos de la Unión Europea y un deseo de todos los estudiantes y sus familias. Sin embargo esto es algo que se deja en muchas ocasiones al azar. Así es frecuente oír frases así: "¡Algo encontrará el chico cuando termine. Por ahora, que estudie y que se divierta, que luego seguro que tiene suerte!".

En un reciente estudio, se publicaba la noticia de que "más de un tercio de las carreras con notas altas de corte tienen pocas salidas laborales". Estos datos ponen sobre la mesa un tema que pocas veces se tiene en cuenta a la hora de hacer una matrícula universitaria y, sobre todo, a la hora de estudiar una carrera a lo largo de los diversos cursos de ella: la empleabilidad. La empleabilidad es uno de los objetivos de la Unión Europea y un deseo de todos los estudiantes y sus familias. Sin embargo esto es algo que se deja en muchas ocasiones al azar. Así es frecuente oír frases así: "¡Algo encontrará el chico cuando termine. Por ahora, que estudie y que se divierta, que luego seguro que tiene suerte!".

Efectivamente, hay títulos con los que es más fácil encontrar un empleo que otros en función de las demandas del mercado laboral. Sin embargo, los empresarios señalan que hoy no les importan demasiado los títulos que tengan los candidatos a un puesto, sino sus competencias para ejercer los puestos de trabajo. Podríamos decir que hoy los títulos de Grado han pasado a tener el valor de los títulos de Bachillerato en los años 50 y 60. En esos años bastaba un título Superior de Bachillerato, por ejemplo, para alcanzar altos puestos de trabajo en la banca. Sin embargo hoy, los títulos de Grado y Licenciado tienen por sí mimos, muy poco valor.

El valor viene determinado por las competencias, primero específicas del puesto que sea, por ejemplo, el de veterinario en una gran granja de porcino; pero, también, las competencias genéricas o transversales a todos los graduados. La empleabilidad viene determinada por la especialización y, aún más, los empresarios buscan personas competentes que ellos se encargan de especializar. Por ello, se recomienda junto a la formación académica, una formación en competencias emocionales, las denominadas soft skills: tenacidad, control de la frustración, orientación al cliente, iniciativa, responsabilidad, o capacidad para trabajar en equipo. Estas competencias están recogidas en las memorias de los títulos de Grado y de Postgrado, sin embargo pocas universidades las enseñan y las evalúan por lo que queda al trabajo de cada estudiante el conseguir adquirirlas. En teoría, me dicen, esas competencias tienen que venir de casa; sin embargo, muchos de los egresados cuando van a buscar un puesto de trabajo no las poseen. Una forma de adquirirlas es participando en actividades de voluntariado, haciendo trabajos de poca cualificación, desarrollando en casa ideas emprendedoras o diseñando prototipos, véase el éxito de Apple… 

El poseer o no estas competencias  marcarán la diferencia a la hora de encontrar un empleo, más incluso que los títulos universitarios y el verano es un buen momento para adquirirlas. Al fin y al cabo, no son empleables  los títulos, sino las personas.