Salvar a las grullas de la Laguna de Gallocanta, objetivo del "Escape Room" de Tornos

El popular juego de estrategia e ingenio "Escape Room" tiene ahora un escenario rural: La Casa Laberinto. Los hermanos Cantín habilitan una residencia en Tornos (Teruel), para que, a través de pistas, candados y mucha pericia, los participantes logren salvar a las grullas de Gallocanta y evitar un terrible desastre medioambiental en 60 minutos.

Zaragoza.- Los juegos de escape se han puesto muy de moda alrededor del mundo. Todo un reto para el ingenio y la destreza propia, porque, según cómo se emplee, nos ayudará a alcanzar el objetivo final, o todo lo contrario. La Casa Laberinto de Tornos (Teruel) ha abierto sus puertas para atraer a los más atrevidos a descifrar los enigmas que habitan su morada. 

La juerga psicológica que encierra la experiencia de Tornos despliega la historia de un despiadado bussiness-man americano, que quiere plantar un solemne casino en la Laguna de Gallocanta. El lenguaje de los negocios del magnate no entiende eso de la catalogación de "especie protegida", y concibe a los animales como "plaga". Durante 60 minutos, y bajo cronómetro, el equipo de jugadores deberá resolver un buen pack de pistas, puzzles y acertijos, además de ingeniárselas para abrir los candados que permitirán pasar a la siguiente fase…hasta lograr la evasión del atentado contra las grullas y demás habitantes faunísticos de la zona. 

Cada persona ejerce un rol en los "Escape Room". Dicen los expertos que en este tipo de aventuras se aprecian verdaderamente las capacidades de las personas y resulta ser una interesante estrategia para la detección de perfiles. Y esto puede visionarse a tiempo real, porque La Casa Laberinto está monitorizada y en todo momento los jugadores son observados. Pueden ser incluso asistidos, en caso de bloqueo. 

La iniciativa del juego la tuvieron los hermanos Cantín, cuando decidieron habilitar algunas zonas de una vivienda que sus padres construyeron hace pocos años para alquiler turístico. Raúl, el propietario, explica que en un principio querían destinar La Casa Laberinto a adultos, pero las expectativas cambiaron: " esperábamos un grupo más bien joven, de amigos. Pero lo están disfrutando familias con niños y grupos de empresa, que se marcan como objetivo el trabajo en equipo", cuenta.