Zaragoza.- El partido ante el Eibar de este sábado no puede ser uno más para el Real Zaragoza. De primeras, tiene ante sí la necesidad de honrar la memoria de Carlos Lapetra en el trofeo que lleva su nombre. Y, centrándose en la actualidad, tiene que dar un paso más al tratarse del último test de pretemporada antes del arranque liguero de dentro de una semana en Tenerife. Con muchas cosas por corregir y otras que sí están gustando a Natxo González.
Entre las primeras se encuentra el aspecto defensivo, matices por allanar que han costado goles en el periodo de preparación y que no quieren sufrirse cuando arranque el fuego real. Por ejemplo el balance ataque-defensa para evitar contraataques rivales, como ocurrió ante un Nástic que explotó la espalda de los laterales para hacer daño.
Algo que ha percibido también un Natxo González que ha recordado que para evitar estas situaciones "son indispensables las vigilancias", reconociendo haber hablado con Ángel Martínez de que en ciertos momentos "está más adelantado de lo normal". Eso sí, ha recordado que "aunque los laterales estén arriba tiene que haber gente por dentro para contrarrestar", incitando a "acabar jugadas para que no se produzcan contraataques" y minimizar las pérdidas.
El vitoriano ha admitido que tienen debilidades y las tendrán siempre porque "el equipo perfecto no existe", matizando no obstante que desde su punto de vista la percepción es que van a llegar a Tenerife "siendo lo suficientemente fiables para afrontar el primer partido de Liga".
Respecto a nombres propios, ha comentado que Eguaras "es un jugador que con balón actúa rápido, con visión, que entiende bien el juego y tiene calidad para la distribución", apuntando a la titularidad en tierras canarias. También sobre Borja Iglesias, el goleador que recuperaba el olfato ante el Nástic, valorando que "siempre que haga gol va a estar más tranquilo y con mayor confianza".
El Memorial Carlos Lapetra servirá para que muchos compitan por primera vez en La Romareda, algo que al entrenador le genera "ilusión" y ganas de poder sentarse en el banquillo y "vivir la primera experiencia como entrenador del Real Zaragoza". Será buena noticia para el club que viva muchas, teniendo en cuenta la inestabilidad del puesto en las últimas campañas.
