Opinión

Incendios y abandono del medio rural

Que la presencia del hombre en el medio rural contribuyó hasta su abandono, a reducir los riesgos y las consecuencias de los incendios forestales es un hecho poco cuestionable. A lo largo de la historia, las familias recogían del bosque madera y frutos que les servían para calentarse, cocinar, construir las viviendas, etc. Los agricultores arreglaban los caminos y limpiaban los bosques de maleza con el ganado o bien con sus animales de tiro que pastaban en el entorno, al mismo tiempo que recogían setas y frutos. Además, cultivaban parte de las parcelas con pastos o cereal, generando diversidad, y creando “cortafuegos” dentro de las masas forestales.

Que la presencia del hombre en el medio rural contribuyó hasta su abandono, a reducir los riesgos y las consecuencias de los incendios forestales es un hecho poco cuestionable. A lo largo de la historia, las familias recogían del bosque madera y frutos que les servían para calentarse, cocinar, construir las viviendas, etc.

Los agricultores arreglaban los caminos y limpiaban los bosques de maleza con el ganado o bien con sus animales de tiro que pastaban en el entorno, al mismo tiempo que recogían setas y frutos.  Además, cultivaban parte de las parcelas con pastos o cereal, generando diversidad, y creando “cortafuegos” dentro de las masas forestales.

Sin embargo, el intenso abandono del medio rural que se está produciendo desde los años 60, especialmente en las zonas de montaña, más desfavorecidas, está haciendo que no se limpien los bosques, ni los caminos, que desaparezcan los cultivos y sean sustituidos por matorral y posteriormente por especies arbóreas, de manera que el riesgo de incendio se acrecienta y también sus consecuencias.

Las políticas de protección de las masas forestales deben ir encaminadas a mantener limpios los bosques. Para ello, las labores de limpieza son imprescindibles, y además debe fomentarse la presencia de ganado que paste para reducir la cantidad de materia altamente combustible: hierbas secas, arbustos, etc. 

La presencia del hombre en el medio rural donde hay masas forestales es imprescindible para asegurar el futuro de nuestras masas arbóreas, y habrá que facilitar su vida allí, mediante ayudas a agricultores y ganaderos, porque sin duda, su labor es una externalidad positiva para toda la sociedad.

Además, todos debemos concienciarnos y proteger algo tan valioso como nuestros montes, evitando las situaciones de riesgo y siendo lo más eficaces posibles en la extinción cuando desgraciadamente el incendio se produce.