Opinión

Catalina de Aragón, una mujer del siglo XXI

¡Catalina de Aragón, en la ciudad inglesa de Petersborough! La verdad es que nos sorprendió. Habíamos alquilado un coche en el aeropuerto de Stansted, Londres, para visitar las catedrales góticas del norte de Inglaterra. El segundo día llegamos a Petersborough atraídos por su magnífica catedral gótica donde encontramos sorprendentemente un trozo de nuestra tierra. En esta catedral se encuentra enterrada Catalina de Aragón.

¡Catalina de Aragón, en la ciudad inglesa de Petersborough! La verdad es que nos sorprendió. Habíamos alquilado un coche en el aeropuerto de Stansted, Londres, para visitar las catedrales góticas del norte de Inglaterra. El segundo día llegamos a Petersborough atraídos por su magnífica catedral gótica donde encontramos sorprendentemente un trozo de nuestra tierra. En esta catedral se encuentra enterrada Catalina de Aragón.

Catalina, nacida en 1485, fue primero Princesa de Gales gracias a su matrimonio con Arthur, el heredero del Reino de Inglaterra, con quien se casó en el año 1501. Su matrimonio no duró más de cinco meses al fallecer su marido. En 1507, fue nombrada Embajadora de la Corona de Aragón en Inglaterra convirtiéndose así en la primera mujer que alcanzaba tal rango en la historia de Europa. Posteriormente, se casó con el recientemente proclamado Rey de Inglaterra, Enrique VIII quien, de todos es conocido que, como Catalina no le daba hijos varones, se encaprichó de Ana Bolena. Enrique, al no obtener la bula papal para anular su anterior matrimonio, constituyó la iglesia anglicana separada de la iglesia de Roma, erigiéndose él en suprema autoridad de la misma. Una vez hecho esto, en 1533 anuló su matrimonio con Catalina dejándola tan solo con el título de Princesa de Gales. Separada del trono, fue confinada en el Castillo de Kimbolton y murió en 1536, siendo enterrada en la catedral de Persborough.

Pero no es la historia, sino su personalidad lo que quiero destacar. Catalina, además de ser la primera mujer embajadora de Europa, siguió considerándose la legítima reina de Inglaterra y fue muy querida hasta su muerte por gran parte de los ingleses. Su carácter afable y bondadoso con los más desfavorecidos y una personalidad fuerte, enérgica, independiente, decidida, resuelta, le granjearon el cariño y admiración del pueblo inglés. Pero, sobre todo, quiero señalar que era una mujer que hablaba cuatro idiomas, que sabía de leyes y de política y fue una gran defensora de la educación de la mujer siendo fue reconocida por Luis Vives en su libro “La educación de una mujer cristiana”. En definitiva, Catalina de Aragón no hizo sino trasladar los valores renacentistas de su abuelo Fernando II y difundir las ideas más avanzadas de Erasmo de Roterdam o de Tomás Moro. Una reina, una mujer, toda una mujer, orgullo de todas y todos los aragoneses cuya tumba en la catedral de Petersborough es una llamada a la educación de la mujer y a su consideración al mismo nivel que un varón.

Como prueba de todo lo anterior, termino trascribiendo las palabras que allí glosan su enterramiento: “En 1913 Catalina gobernó Inglaterra como regente mientras Enrique se encontraba luchando en Francia y saboreó la victoria frente al ejército escocés en la batalla de Flodden. Catalina promovió la enseñanza y el derecho de las mujeres a la educación. También estableció un sistema para atender a los necesitados. La Princesa española se ganó el corazón del pueblo inglés como reina suya”.

¡Ejemplo de mujer para el siglo XXI!