Zaragoza.- La Guardia Civil ha detenido a dos hombres, de 27 y 28 años, por un presunto delito de hurto en el interior de una vivienda habitada en Herrera de los Navarros. Los varones, de nacionalidad rumana y vecinos de Zaragoza, quedaron a disposición judicial el pasado sábado por la mañana. A uno de ellos le constan numerosos antecedentes penales.
Fue sobre las 12.30 horas del pasado viernes cuando la Guardia Civil recibió un aviso de una vecina de Herrera de los Navarros, comunicando que acababa de sufrir un robo en el interior de su domicilio.
De inmediato, agentes de Guardia Civil Cariñena se trasladaron al lugar y tras entrevistarse con la propietaria de la vivienda les informó que al llegar a su domicilio había sorprendido a un varón en el interior con su carro de la compra y efectos sustraídos del inmueble.
La vecina aseguró que esta persona huyó del lugar a toda celeridad sin llegar a llevarse los objetos. El autor de los hechos sustrajo un joyero en el que había diversas joyas, una tablet, una PSP y un ordenador portátil, y utilizó para su traslado un carro de la compra de la vivienda.
Con la descripción física del autor de los hechos facilitada por la víctima y las informaciones obtenidas de varios vecinos de la localidad sobre el sospechoso, se pudo determinar que esta persona no había actuado sola, ya que había sido visto con otro varón en las proximidades de la vivienda, junto a un vehículo que estaba estacionado frente al domicilio objeto de robo.
La Guardia Civil estableció un dispositivo para la localización de los presuntos autores y sobre las 13.00 horas localizaron a uno de ellos próximo a la vivienda. En la inspección del vehículo se localizaron, dentro del maletero, una cizalla y una palanca de grandes dimensiones.
Pasadas las 14.00 horas los agentes localizaron al segundo sospechoso escondido dentro de una paridera abandonada ubicada en los extrarradios de la población. En la inspección de los efectos que portaba fueron hallados, en el bolsillo de su pantalón, dos relojes de pulsera y un anillo de oro y brillantes.
Dichos efectos fueron reconocidos posteriormente, sin ningún género de dudas, por la propietaria de la vivienda.
