Zaragoza.- El bitcoin es uno de los elementos más destacados de los últimos tiempos en el mundo de las finanzas y, sin ninguna duda, ha supuesto una de llegadas más disruptivas de la historia de los mercados. Esta moneda electrónica o criptodivisa cuenta con ciertas características que la han convertido en un objeto preciadísimo por parte de los inversores. Estas son las tres principales:
En primer lugar su alta volatilidad, que hace que el bitcoin sea un objeto cada vez más preciado entre las carteras de cualquier inversor. Los ejemplos de esta característica fundamental de la moneda electrónica son numerosos: por ejemplo, basta con citar que las subidas de más del 100% de su valor en menos de un año han sido algo normal.
En segundo lugar, la tecnología blockchain, que ha convertido al bitcoin en un activo muy valorado por la tecnología que lo sustenta. Este tipo de avances permiten que la privacidad de los usuarios sea total y que, a la vez, sea prácticamente imposible falsificar un blockchain. Esto hace que, a largo plazo, las posibilidades de que el bitcoin se convierta en algo ampliamente utilizado sean mayores.
Por último, se trata de un producto totalmente independiente, ya que ningún banco o entidad financiera pública o privada lo sustenta. Es, por tanto, una moneda apoyada por una comunidad de usuarios y trabajadores, nada más. Otra razón para creer en su propagación por todo el mundo y por todo tipo de usuarios.
El bitcoin y su relación con China
Además, otro elemento externo que ha ayudado en la revalorización constante del bitcoin es su especial relación con el país chino.
Por ejemplo, algunas fuentes apuntan a que, al menos, un 60% de los miners de bitcoin -los miembros que forman la red que hace posible el mantenimiento del sistema de la moneda electrónica- vienen de China. Muchos de ellos proceden de las conocidas como mining pools, algo así como grupos de miners que se aprovechan de los bajos precios de la electricidad del país asiático, así como de otras ventajas que les ofrece este estado.
El trabajo de los miners, claro, no es en vano, y se paga con más bitcoins que se suman a la red y al total de criptodivisas disponibles. Por lo tanto, esto hace que en China también se aumente, de paso, el número de bitcoins respecto al resto del mundo.
Además, otro hecho que se ha producido en China recientemente ha ayudado a que el bitcoin haya visto como su valoración se disparaba por los aires. Y es que, después de dificultar, en parte, el comercio de criptodivisas durante unos meses, a comienzos de junio el gobierno del gigante asiático decidió dar, otra vez, rienda suelta al comercio de bitcoins, ethereum, litecoin, etcétera.
¿El resultado? Pues que la criptodivisa conoció al momento subidas de casi el 10%, solo gracias al anuncio del estado chino de que se permitiría, otra vez, su operación. Al fin y al cabo, el hecho de que China sea el centro neurálgico del intercambio y creación de bitcoins, hace que cualquier cambio en la legislación de este país respecto a las criptodivisas pueda provocar cambios enormes en su cotización.
¿Por qué invertir en bitcoin?
Lo que queda claro tras echar un vistazo a las principales características de esta criptodivisa es que el bitcoin es un instrumento excelente para quienes buscan amplios márgenes de beneficio, en gran parte debido a su enorme volatilidad. Eso sí, hay que tener en cuenta que la volatilidad actúa en dos direcciones, tanto para crear grandes beneficios como para provocar pérdidas equivalentes.
Precisamente, aquellos que no toleren o no disfruten de las operaciones con enormes dosis de riesgo quizás no encuentren en el bitcoin a su instrumento de inversión favorito. Pero si lo que el inversor en cuestión busca es llegar, operar y besar el santo, entonces sí, el bitcoin es un activo financiero que probablemente se adapte a sus necesidades.
¿Operar a largo plazo sobre el bitcoin?
Una de las dudas que se plantea en torno a esta moneda electrónica es si su cotización se encuentra en una burbuja total. Si, en un corto espacio de tiempo, la valoración del bitcoin, caerá y se desplomará, dejando a cientos de inversores colgados con un pedazo de papel sin valor. Si, en definitiva, no se recomienda hacer inversiones a largo plazo.
Pues bien, por ahora no hay forma de decir si el bitcoin y sus precios de miles de dólares han llegado para quedarse. Está claro que, si China comienza a utilizarla ampliamente, el bitcoin cuenta con más posibilidades de quedarse. Pero, al mismo tiempo, también hay que reconocer que su volatilidad desbocada no ayuda de cara a su estabilización como moneda de trato común y generalizado. Veremos lo qué pasa, pero lo que está claro es que gran parte de las respuestas están en China.
