Zaragoza.- Fiscalía ha mantenido este lunes su petición de diez años de prisión para G.G.C., el hombre de 31 años que, presuntamente, agredió sexualmente a su expareja en junio de 2014 en su domicilio de Zaragoza. El Ministerio Público pide, además, otros diez meses de condena por un delito de lesiones.
Por su parte, la acusación particular ha solicitado seis años de prisión por la agresión sexual y diez meses por el delito de lesiones, mientras que la defensa ha pedido la absolución.
En el juicio, celebrado este lunes a puerta cerrada en la Audiencia Provincial de Zaragoza, la víctima -que en el momento del suceso tenía 19 años- ha mantenido la versión de los hechos que presentó en su momento, según la cual el 28 de junio de 2014 su exnovio, G.G.C., le dijo que lo habían echado de casa debido a un problema familiar y le pidió que le dejara quedarse a dormir en su domicilio, a lo que ella accedió. La víctima preparó lo necesario para que él pudiese descansar en el suelo, pero cuando el acusado se presentó en su casa, ya de madrugada, la agarró por los brazos e intentó besarla y manosearla, según el relato de la joven. Posteriormente, le introdujo dos dedos en la vagina.
Ella consiguió zafarse del acusado y esconderse en el baño, desde donde pudo llamar a la policía. Los agentes acudieron poco después y detuvieron al presunto agresor en el lugar de los hechos.
G.G.C., que en el momento del suceso tenía 28 años, ha declarado que "se puso pesado, pero solo intentó besarla, a pesar de que ella le decía que no".
También han declarado los policías que acudieron a la llamada de la víctima, que han manifestado que la encontraron "en estado de ansiedad". Por su parte, los forenses han considerado que las lesiones de la joven indicaban que "él la había intentado sujetar", ya que presentaba marcas defensivas.
