Inclucina celebra su segunda gala para demostrar que la cocina inclusiva es posible

Atades ha celebrado este lunes la segunda gala de Inclucina, su proyecto que promueve la inclusión a través de la cocina. Alrededor de 40 jóvenes han trabajado durante meses con los mejores cocineros aragoneses para perfeccionar su técnica culinaria y demostrar que tienen un hueco entre los fogones.

Zaragoza.- Acercar el mundo de la cocina a todos los jóvenes. Ese es el objetivo con el que Atades ha celebrado la segunda gala de Inclucina, su proyecto que busca promover la inclusión social a través del mundo de los fogones. Una unión de cocina y solidaridad para reivindicar una oportunidad a los más desfavorecidos. "En Inclucina se aporta el mejor de los ingredientes: el compromiso social, la integración a través de la cocina y mostrarnos a todos que las personas con discapacidad son capaces de grandes cosas", ha afirmado el consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro.

En esta gala han participado unos 40 jóvenes, que han pasado los últimos meses de pinches en los mejores restaurantes de Aragón como La Prensa, Novodabo, La Ontina, Meliá, Pinocho o Saboya entre otros. Una oportunidad que para nada han desperdiciado. "Les he visto con una ilusión tremenda, todo el día trabajando, centrados en su plato o en su tapa, y de ahí no los saques. Lo han vivido y lo han hecho a conciencia", ha narrado el presidente de Atades, Jesús Soto. Y es que la cocina les ayuda a abrir todo tipo de puertas.

Pero hoy los protagonistas eran los chavales, los nuevos chefs de Inclucina, que no han dejado de mostrar su enorme sonrisa. "Estamos muy agradecidas de estar aquí. Hemos hecho unas tostadas con ajo negro, aceite y sal morada", han contado Virginia y Jennifer, dos de las alumnas. "Lo hemos probado todo y está muy bien", han comentado. "Me gusta la cocina y quiero trabajar en Pinocho. A ver si me cogen a trabajar. Estoy muy bien ahí", ha dicho Samuel, otro de los alumnos de Atades.

La gala no ha sido solo cocina. Los miembros de Atades también han mostrado sus aptitudes en el baile mientras los chefs terminaban los platos. Una forma de abrir los ojos a la población de que tienen hueco en cualquier puesto de trabajo.