Coagret define como "inútil" la construcción del embalse de Biscarrués

La coordinadora de afectados por el embalse de Biscarrués ha definido esta obra como "inútil" y ha asegurado que de construirse, según los datos recogidos de los caudales del río Gállego de los últimos 24 años, "será un fracaso absoluto". Además de las pérdidas a nivel humano, defienden que la obra es un "desastre económico".

Zaragoza.- Los vecinos de la zona de la Galliguera continúan protestando por la construcción del embalse de Biscarrués. Además de las pérdidas desde el punto de vista humano, este lunes han querido incidir en el impacto económico que supondría para la zona la construcción del embalse. Una posición que defienden gracias al estudio que analiza los caudales del río durante los últimos 24 años y que demuestra, dicen, "la inutilidad del proyecto".

"En 15 de los 24 años no se represaría nunca, sería una presa perfectamente inútil desde el punto de vista utilitario. Y en particular, en los seis años más secos, declarados de sequia, ningún día se represearía", ha sostenido el catedrático de la Universidad de Zaragoza, Pedro Arrojo, que ha señalado que, en consecuencia, el objetivo con el que nació el proyecto de regular puntas de crecida en años de sequía sería "un fracaso total".

Durante la rueda de prensa, en la que han participado representantes de empresarios, familias y técnicos, todos han destacado que la cantidad invertida para el embalse, 125 millones de euros, tardaría unos 40 años en rentabilizarse. Durante su exposición han recordado que los parámetros de la obra no cumplen con la normativa ya que supera la cota normal de las presas y el caudal permitido, según la Declaración de Impacto Ambiental, a la que todos los proyectos de este tipo han de sujetarse. 

Y es que, si se diera la situación de que alcanzase su capacidad máxima (52 hectómetros cúbicos) correrían además peligro algunas poblaciones cercanas al embalse, como Eres. Según el geólogo de la Universidad de Zaragoza, Marcos Marcén, la presa se va a construir sobre unos terrenos "inadecuados e inestables", ya que se podrían producir deslizamientos de laderas. "Esto supone un riesgo real para los habitantes de la zona", ha insistido Marcén. 

Por su parte, los empresarios también han criticado las lagunas del proyecto al que han definido como la condena de la zona del Gállego, y recuerdan que en los últimos años el turismo no ha dejado de crecer. Desde los 4.500 servicios turísticos que se atendieron en 1994, se ha subido hasta 80.000 en el 2016. Cifras que para Chema Sopeña, propietario de un negocio de deportes de aventura, demuestran la vida que dan las aguas bravas del Gállego al denominado reino de los mallos. 

"El crecimiento del empleo está ligado directamente con la demanda de turistas, un guía se ocupa de llevar un grupo de seis personas, a más personas, más guías. Así de simple, así de directo", ha explicado el empresario, que ha recordado la apuesta que desde el departamento de Educación se está haciendo con los grados de técnicos deportivos, y el aumento de la demanda que éstos han vivido durante los últimos años. 

Los afectados han pedido, por todo ello, que se revise la Declaración de Impacto Ambiental con el actual proyecto y que se tenga en cuenta la problemática del Lindano en las aguas del Gállego antes de ejecutar embalses en la zona.