Zaragoza.- Cierto es que viajar con 4-1 en una eliminatoria te da la tranquilidad de saber que si no se produce una debacle vas a salir con éxito de la batalla. Pero también que el Deportivo Aragón tuvo que cuajar un encuentro muy serio para dejar al Calahorra seco, sin opciones en ningún momento de meter el miedo en el cuerpo a los de Javi Suárez. Y la recompensa es enorme.
Porque el filial del Real Zaragoza es nuevo equipo de Segunda División "B" y acompañará así al Club Deportivo Ebro en la categoría de bronce del fútbol español. Un regreso que se produce dos campañas después y que supone el broche de oro para una escuadra que, tanto en el grupo aragonés como frente al Calahorra, ha demostrado que queriendo y teniendo condiciones se pueden alcanzar las cotas perseguidas.
Xiscu por Raí era la única novedad en el once de Suárez respecto al que dispuso en el choque de ida en La Romareda, teniendo en cuenta que el brasileño arrastraba molestias en un hombro. Y en un enorme choque defensivo de los maños, las acometidas riojanas a base de fútbol directo fueron controladas por los Zalaya y compañía con solvencia.
De hecho, los blanquillos tuvieron que recurrir a un plan B teniendo en cuenta que no era el día para mantener grandes posesiones de balón. El Calahorra quería, con más corazón que cabeza, pero el Aragón supo aunar cabeza fría y corazón caliente para, con el 0-0, poder celebrar en el césped el ansiado regreso a la Segunda División "B".
Finaliza por tanto una exitosa campaña para los chicos del filial del Real Zaragoza, que esperan ahora una posible llamada de César Láinez en alguno de los dos encuentros que restan para que concluya la Segunda División. Si reciben o no el premio el tiempo lo dirá, pero lo único cierto es que méritos han acumulado de sobra.
