REAL ZARAGOZA

Láinez: "La fortuna de La Romareda es que sólo me quedan dos partidos"

El técnico del Real Zaragoza, César Láinez, se mostraba muy crítico consigo mismo tras la conclusión del partido frente al Rayo Vallecano. De hecho, llegaba a asegurar que la afición de La Romareda tenía suerte de que sólo le quedaran dos partidos como entrenador del primer equipo. Un punto le separa de la permanencia.

Zaragoza.- El Real Zaragoza está condenado esta temporada a repetir una y otra vez una historia de mal gusto. Una mala broma, de humor quebrantable, y que hunde a la afición en un total desánimo. Pero no sólo a la hinchada a tenor de las declaraciones que el técnico del primer equipo, César Láinez, realizaba minutos después del empate ante el Rayo Vallecano. Cuándo si no, en el descuento, Embarba rompía la ilusión del entrenador de sellar la permanencia.

Se pudo ver la versión más autocrítica e hiriente de Láinez con su propia figura, llegando a emitir unas palabras que no suelen escucharse en el mundo del fútbol: "Aquí el culpable soy yo y la fortuna que tiene La Romareda es que sólo me quedan dos partidos al frente del Real Zaragoza". Si en algo ha insistido desde su llegada el ex portero es que su ciclo terminaría al finalizar la temporada. Pero ayer lo dejó, si cabe, más claro que nunca.

En este sentido, y refiriéndose a los dantescos minutos finales exhibidos ante el Rayo, Láinez manifestaba que trató de "arreglar al equipo", algo de lo que no es "capaz", según afirmó, explicando que "siempre empata el contrario". Además, valoraba que "si encontrara la solución la pondría porque a nadie le gusta irse así de un partido".

César Láinez, además, reconocía que "por merecimientos el empate era lo más justo", sin haber sido sus hombres "superiores para nada al Rayo Vallecano". Eso sí, recordaba que "la justicia en el fútbol no existe y sí la eficacia, y la eficacia es que haciendo lo más difícil que es adelantarse en el marcador hemos vuelto a sucumbir al final, sobre todo en el descuento".

Quien se marchó muy cabreado del partido fue Manu Lanzarote, golpeando el banquillo en repetidas ocasiones tras ser sustituido por Jordi Xumetra. Sobre esto, Láinez valoraba que "lo tenía que cambiar y es normal que se vaya enfadado", explicando que el motivo de la permuta era que Xumetra pudiera ayudar a Rolf Feltscher en la defensa del costado derecho.

Con todos estos ingredientes, muchos de ellos caducados, el Real Zaragoza termina la jornada en decimoquinta posición con 49 puntos, cinco más que el Alcorcón que marca la línea con el descenso. Las cuentas son claras: un empate en Montilivi, ante el Girona, serviría para que los maños aseguren la salvación y para que los catalanes suban a Primera División.