Zaragoza.- Hace unos años, sería impensable. Hoy por hoy la supervivencia de las mujeres con cáncer de mama se sitúa ya por encima del 80% a los cinco años del diagnóstico. Y aunque aún queda un largo camino para llegar al 100%, se trata de una gran victoria, puesto que es la enfermedad que se esconde detrás de una de cada cinco muertes a nivel nacional.
En Aragón se registran alrededor de 800 nuevos casos de cáncer de mama al año, una cifra que sube hasta los 26.000 si hablamos a nivel estatal. De hecho, los expertos estiman que una de cada ocho mujeres padecerá esta enfermedad a lo largo de su vida.
No obstante, la investigación anda por buen camino y mediante el desarrollo de nuevas terapias y diagnósticos moleculares más precisos se están mejorando notablemente las posibilidades de curación. Por ejemplo, el doctor Antonio Antón, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Miguel Servet, indicaba que la detección precoz es una de las grandes bazas con las que se cuenta a día de hoy. "Antes de 30 días la mujer que padece cáncer de mama ya ha sido intervenida o está en tratamiento, cifra muy diferente a la de años de atrás, cuando la intervención se demoraba meses y meses", destacaba.
Además de en la detección, también se han dado ya pasos agigantados en la personalización de los tratamientos. "Antes aplicábamos la quimioterapia a todos los pacientes, pero ahora discriminamos a aquellos que lo usan y los que no, porque hay quienes no lo necesitan o no les es tan favorables", expresaba el doctor Álvaro Rodríguez Lescure, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital General Universitario de Elche.
Pero para seguir avanzando, se requiere de seguir apostando por la investigación. Antón comentaba que "el cáncer de mama es una realidad que necesita oportunidades de mejora que vienen de la mano de la investigación clínica". Por ello, ensalzaba la labor de grupos como el Geicam, dedicado desde hace más de 20 años al estudio de esta dolencia con el objetivo de mejorar las expectativas de vida de muchas mujeres.
Gran parte de la investigación en cáncer de mama se centra en la búsqueda de un método no invasivo que permita diagnosticar y tratar a las pacientes sin los inconvenientes de la obtención de una biopsia tumoral. Es el caso de la biopsia líquida, un sencillo análisis de sangre que ya se utiliza en algunos tumores sólidos como el de colon o pulmón permite conocer el tumor, sus alteraciones y ayuda a elegir la mejor terapia para cada caso.
Radiología intraoperatoria en Aragón
La detección temprana a través de mamografías ha permitido mejorar el pronóstico de la enfermedad, así como hacer uso de tratamientos menos agresivos. En el caso concreto de Aragón, según datos facilitados por Geicam, el Programa de Detección Precoz de Cáncer de Mama ha detectado unos 2.000 tumores en fases iniciales desde 1997.
También esencial en el tratamiento es la radioterapia. En la comunidad aragonesa, desde 2016, las pacientes ya pueden ser atendidas mediante radiología intraoperatoria. Según el doctor Antonio Antón, este método implica que, durante la misma sesión quirúrgica en la que se procede a la extracción del tumor, se aplique radioterapia. De este modo, se evita que la paciente deba regresar para someterse a nuevas sesiones.
Un largo camino por recorrer
Sin embargo, esta batalla no está ganada. Aunque muchas de las estadísticas son positivas, también hay porcentajes menos buenos. Los expertos prevén que el 15% de los casos de cáncer de mama que se diagnostican en fase inicial acabarán por desarrollar metástasis en los cinco primeros años.
El cáncer de mama metastásico es una enfermedad muy variable y, a día de hoy, es uno de los grandes retos de la investigación oncológica. Algunos tumores van evolucionando; otros presentan metástasis desde el mismo momento de su diagnóstico. En concreto, entre el 5 y el 8% de los casos ya presenta metástasis desde el inicio.
