Zaragoza.- No ha habido perdón por parte del Comité de Competición para los jugadores del Real Zaragoza. De hecho, ha confirmado las dos tarjetas amarillas a Álvaro Ratón que supusieron su expulsión en Oviedo, a pesar de que el colegiado le negaba asistencia médica en la primera, por decir un caso. También se mantiene el castigo a Marcelo Silva, que cumpliría sanción por acumulación de amonestaciones, y la de Jordi Xumetra, que en este caso quedaría apercibido.
Tal injusta es la decisión, así lo considera el Real Zaragoza, que el club ya ha anunciado que recurrirá a Apelación para tratar de que desaparezcan del elenco de cartulinas todas las citadas anteriormente. Dicho de otra manera, para intentar también que tanto Ratón como Marcelo Silva, fundamentales en los planes de Láinez, puedan ser de la partida en un choque ante el Rayo Vallecano que debería suponer sellar matemáticamente la permanencia en la categoría de plata del fútbol español.
Al respecto, el zaguero uruguayo se ha mostrado resignado en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva, asegurando que "fue una jugada muy limpia" y que ya está el club "para intentar que la quiten". Eso sí, y sin querer hablar de persecuciones, el charrúa acumula 17 en este curso, un número muy alto respecto a anteriores campañas. "Nunca me había pasado, pero es mi manera de jugar y muchas veces me he llevado amarillas sin merecerlas", ha espetado.
El protagonista del encuentro fue sin duda Álvaro Ratón. Sobre el gallego, ha manifestado que "hizo un gran partido, pero no sólo éste, viene haciendo grandes actuaciones", recordando que ante el Oviedo "salvó varias pelotas de gol". Eso sí, ha admitido que ni a él ni a los compañeros les sorprende que esté rindiendo a este nivel.
Si no pudiera jugar, el propio Silva ha manifestado quién podría ser su sustituto, que lo cierto es que cuenta con todas las papeletas del mundo. Se trata de Jesús Valentín, sobre quien ha manifestado que "las veces que le ha tocado entrar lo ha hecho muy bien, tanto de central como de volante defensivo".
Encima de la mesa, como viene siendo habitual, su futuro. Termina contrato el 30 de junio y su futuro puede estar alejado por completo de la capital aragonesa. En este sentido, ha aseverado que su prioridad a día de hoy "es la salvación" y después tratará de centrarse "en lo que pueda ser el futuro".
