REAL ZARAGOZA

Cani vuelve a su estadio talismán

No será un partido cualquiera para Rubén Gracia Cani, quien todavía recuerda con alegría su titularidad en el Carlos Tartiere allá por 2003, anotando un golazo además tras combinación con Ibán Espadas. La situación ha cambiado y ahora el canterano regresa tras sanción en un encuentro en el que el Real Zaragoza necesita ganar al Oviedo.

Zaragoza.- Corría el año 2003 cuando dos jóvenes canteranos irrumpían con fuerza en el once titular del Real Zaragoza. Cani e Ibán Espadas daban el salto al primer equipo y, no sólo eso, sino que contaban a sus espaldas con la responsabilidad de comandar el ataque del plantel dirigido por Paco Flores. El choque, en el Carlos Tartiere ante el Oviedo, supuso que, especialmente Cani, comenzara a encumbrarse tras un golazo a pase de, precisamente, su joven compañero.

Catorce años después regresa el genio de Torrero a tierras asturianas, aunque en una situación bastante diferente. Ahora los de César Láinez no pelean precisamente por ascender, sino que acumulan varias semanas pendientes de un triunfo que certifique su permanencia en la categoría de plata del fútbol español. Coincide además con el regreso tras sanción de Cani, que cumplió ante el Cádiz su pertinente castigo tras ver la roja frente al Reus.

Cani ha asegurado que tiene "un buen recuerdo pese a que han pasado muchos años", admitiendo que "no va a tener mucho que ver el partido porque ni los jugadores son los mismos ni la situación del Zaragoza es la misma". Además, preguntado por el tanto que consiguió en 2003, ha aseverado que a los jugadores siempre les gusta "marcar goles", firmando no obstante "no marcar y ganar".

El rol del mediapunta ha cambiado con la llegada de César Láinez al banquillo, pasando a disputar menos minutos pero de mayor influencia en el juego. Al respecto, el de Torrero ha reconocido que al jugar menos se encuentra "no tan lento", ya que comenzaba a hacer mella "el paso de tantos partidos", por lo que en ese aspecto confiesa que le "ha venido bien".

El Oviedo es un rival que pelea por ascender a Primera, aunque acumule alrededor de un mes y medio sin saborear el triunfo en su paladar. En este sentido, Cani ha valorado que ambos equipos "se juegan mucho, aunque lo suyo es más bonito y no peligroso" como es el caso de los blanquillos. Aunque, eso sí, la misión es la misma: "Si ganamos podríamos estar prácticamente salvados esta jornada". Toca cumplir.