Santiago Sánchez: "Estamos muy reconocidos por el pueblo, pero seguimos un poco desamparados por las instituciones"

La Hermandad del Refugio atendió en 2016 a 1.548 transeúntes y a 365 niños gracias a su programa de la Gota de Leche. Su presidente, Santiago Sánchez, se muestra "satisfecho" de la labor de la entidad, valora el reconocimiento del pueblo pero admite que están "un poco desamparados por las instituciones".

Zaragoza.- Desde hace 375 años, la Hermandad del Refugio de Zaragoza trabaja con el compromiso de ayudar a los más necesitados. Solo en 2016 atendió a 1.548 transeúntes y a 365 niños gracias a su programa de la Gota de Leche.

Hace un mes, el Refugio cambió su presidencia y asumió el cargo Santiago Sánchez, quien hasta ahora era vicepresidente de la entidad. Valora el reconocimiento del pueblo, pero lamenta el poco apoyo de las instituciones: “Seguimos un poco desamparados”.

Pregunta.- Durante ocho años ha sido vicepresidente de la Hermandad del Refugio, ¿cómo afronta ahora el nuevo cargo?
Respuesta.- Con ilusión y con ganas renovadas para intentar seguir la trayectoria.

 P.- ¿Cuáles son, en estos momentos, las principales necesidades del Refugio?
 R.-La prioridad es hacer un aula nueva para la guardería porque estamos teniendo mucha demanda de niños de 1 y 2 años y cada año se nos queda más gente fuera.

 P.- ¿A qué responde esa demanda?
 R.- Aunque dicen que la economía va bien, hay gente que sigue teniendo problemas y necesita nuestra ayuda y, en ese punto, creo que es bastante considerable.

 P.- En 2016, la Hermandad del Refugio atendió a 1.584 transeúntes, el 53% de nacionalidad española. Se dice que la crisis ha motivado esta situación, ¿qué demandan estas personas?
 R.- Demandan alojamiento, un poco de cariño y tranquilidad. El resto de familias que vienen necesitan ayuda para terminar el mes.

La Hermandad se fundó en 1642 en Granada
La Hermandad se fundó en 1642 en Granada

 P.- De media, ¿cuánto tiempo pasan las familias en el Refugio?
 R.- El máximo son 20 días. Pueden estar alojados, desayunan, comen, meriendan, cenan... Pero también influye si es o no temporada de invierno, la climatología, si están pendientes de hacer algún trámite con las instituciones... Se estudia siempre su situación y sus necesidades.

 P.- ¿Cómo ha cambiado el perfil?
 R.- Estamos notando que ha bajado la cifra de extranjeros y nos da la impresión de que muchos han vuelto a su país. Otros están buscando trabajo y hasta que lo encuentran somos un trampolín para ello.

 P.- Psicológicamente, ¿cómo se encuentran las personas que acuden al Refugio y cómo se les ayuda?
 R.- No es una situación fácil. Digamos que vienen medio desamparados, con una gran cantidad de problemas encima y lo que intentamos es paliar esa situación. Con la ayuda de una asistenta social tratamos de buscar los medios más apropiados para su situación.

 P.- ¿Qué explicación encuentra para que sean más hombres que mujeres quienes llaman a la puerta de la Hermandad?
 R.- Creo que las mujeres tienen otros recursos de los que no disponen los hombres y saben organizarse mejor.

 P.- El programa la Gota de Leche atendió en 2016 a 365 niños, un servicio con un elevado coste ¿qué proponen para que crezca el número de atenciones?
 R.- Llevamos un año recibiendo alimentos de Europa. Nosotros hemos entendido que los niños son nuestro público principal y si el pediatra les recomienda una leche especial, nosotros se la damos. Todo eso supone un dinero. Hasta ahora se nos consideraba una entidad que atendía a los pobres y daba ropa, ahora ya se nos reconoce todo nuestro trabajo y la atención a los niños. Eso nos sirve para que Europa nos ayude.

 P.- ¿Reciben ayudas del Gobierno de Aragón y del Ayuntamiento de Zaragoza?
 R.- Del Ayuntamiento de Zaragoza recibíamos 50.000 euros y nos han reducido esa cantidad a la mitad y del Gobierno de Aragón no recibimos absolutamente nada desde hace unos años.

La organización atiende con prioridad la demanda de alimentos
La organización atiende con prioridad la demanda de alimentos

 P.- Cerraron 2016 con un déficit de 26.335,44 euros, ¿es sostenible la situación del Refugio?
 R.- Todos los años tenemos una oscilación, cuando cerramos el año siempre queda pendiente alguna herencia, etc. Son cifras que hay que cerrar en un momento, pero que quizá una semana después se superan, como ha ocurrido este año. Lo cierto es que es una cantidad muy variable. Hay que tener en cuenta, eso sí, que la única entrada fija que tenemos es la de los socios y luego contamos con la cuestación de Semana Santa. El pueblo de Zaragoza nos ha ayudado muchísimo siempre y es una auténtica maravilla su apoyo cada vez que impulsamos algo.

P.- ¿Qué le parece la gestión de la pobreza que están haciendo las instituciones aragonesas?

R.- Pienso que podrían hacer bastante más de lo que están haciendo. Me da la impresión de que algunas entidades como el Refugio cubrimos determinadas necesidades y no les creamos problemas. Creo que deberían preocuparse un poco más, porque, si cualquiera de estas entidades no pudiéramos cubrir estas necesidades, entraríamos en un problema...ya que hay mucha gente necesitada.

 P.- ¿Sienten poco reconocida su labor?
 R.- Estamos muy agradecidos y somos muy reconocidos por el pueblo, pero seguimos sintiendo un poquito de desamparo por parte de las instituciones. Es mi impresión en los años que llevo en el Refugio.

 P.- En cuanto a las cuestaciones, las entregas de ropa y alimentos, ¿aumentan?
 R.- En la cuestación de Semana Santa de este año hemos tenido el hándicap del buen tiempo y ha habido gente que se ha marchado de la ciudad. Cuando terminó la cuestación nos asustamos, porque las cifras eran ruinosas, pero hemos dejado esta semana de margen y el destrozo ha sido menor de lo esperado al principio. Aun con todo, hemos recogido un 19% menos que otros años.

 P.- A quienes acuden al Refugio se les ofrece comida, ropa, ¿se les ayuda también a integrarse en el mercado laboral?
 R.- Teníamos una empresa que se dedicaba a reinsertarlos para que volvieran a buscar trabajo, pero cuando empezó la crisis los gastos se nos apoderaban y pensamos que era prioritario atender las necesidades de alimentos y dejar ese otro tema paralizado por el momento.

Santiago Sánchez ejerció de vicepresidente de la Hermandad durante 8 años
Santiago Sánchez ejerció de vicepresidente de la Hermandad durante 8 años

 P.- En la actualidad el Refugio dispone de unos 600 voluntarios de los que 350 desarrollan un trabajo diario, ¿cuál es su perfil?
 R.- Son personas que están principalmente jubiladas o que tienen un tiempo de ocio que dedican a la Hermandad del Refugio y a aportarnos su ayuda en vez de hacer una actividad o marcharse de vacaciones.

 P.- ¿Están pensando cubrir nuevas necesidades?
 R.- Siempre estamos intentando cubrir nuevas necesidades, pero el problema que tenemos es el dinero y hemos de ir jugando con lo que vamos consiguiendo. Con lo que nos dan, hacemos; y si percibimos X cantidad de dinero, buscamos un hueco en el que trabajar, que siempre lo hay.

 P.- En general, están satisfechos con su labor, ¿no es así?
 R.- Yo estoy satisfecho y reconozco que todo el equipo que está trabajando en estos momentos se siente muy bien, con ganas e ideas de hacer cosas nuevas. Si no fuera por ellos, el Refugio sería inviable porque su labor no se puede pagar.