Opinión

Seguiremos sufriendo

El Real Zaragoza se empeña en que sigamos sufriendo una semana más para saber el desenlace final de esta desastrosa temporada. El último partido contra el Cádiz, si se hubiera ganado, aunque no nos daba la salvación matemática, sí que podía considerarse que nos hubiera dado la salvación virtual.

El  Real Zaragoza se empeña en que sigamos sufriendo una semana más para saber el desenlace final de esta desastrosa temporada. El último partido contra el Cádiz, si se hubiera ganado, aunque no nos daba la salvación matemática, sí que podía considerarse que nos hubiera dado la salvación virtual.

El partido fue igual que los otros dos anteriores ante Reus y Getafe. Parecía que en los primeros minutos iba a ser otra cosa; con dos ocasiones de gol falladas clamorosamente por Ángel y Marcelo Silva, pero, después, volvió a hacerse dueño del centro del campo el Cádiz. Solo en una jugada de listeza al final del primer tiempo, en una falta sacada por Bedia en la banda izquierda para José Enrique, con gran centro de éste a la boca de gol que Ángel, el salvador de siempre, envió al fondo de las mallas.

Comenzó la segunda parte y todos los aficionados nos preguntábamos si sucedería lo de siempre en las segundas partes. Así fue, ocurrió de nuevo, el equipo se desinfla alarmantemente, sin ideas ni fluidez. Somos incapaces de dar más de tres pases seguidos, y eso que el Cádiz tampoco hizo gran cosa, que no fuera controlar  un poco el centro del campo y replegar líneas. Con la poca propuesta futbolística que hizo el equipo rival aún tuvo varias ocasiones de gol, una de ellas la que salvó Feltscher cuando ya se colaba en la portería, batido ya nuestro portero.

A pesar de la presión y el ánimo incondicional de la afición, como siempre, no fue suficiente y por enésima vez en la temporada fuimos incapaces de cerrar el partido, y en el último minuto, Aitor García, enganchó un despeje, en otro fallo defensivo, que entró en la portería como una exhalación, sin que nada pudiera hacer Álvaro Ratón.

Una vez más nos dejamos empatar el partido, como dijo César Laínez en la sala de prensa, "no aprendemos de los errores", seguimos sin saber manejar los minutos finales de los partidos. Llevamos un punto de nueve posibles en los últimos tres partidos, con cuarenta y nueve goles encajados en treinta y ocho encuentros. El Real Zaragoza es incapaz de ganarles a los equipos de la cabeza de la tabla. ¿Qué nos espera? Seguir sufriendo y encomendarnos a "La Divina Providencia".