Zaragoza.- Los agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) de Benasque y Boltaña han tenido que rescatar a cuatro personas en las últimas horas. Dos de ellas eran esquiadores lesionados y otras dos, montañeros extraviados.
A las 14.30 horas de este sábado, el 112 recibía un aviso de emergencia en el que se informaba que un esquiador había sufrido una caída cuando descendía del Collado Inferior de Alba, en Benasque, lesionándose la rodilla y el tobillo.
Personal del Greim de la localidad, un helicóptero de la Unidad Aérea de Huesca y un médico del 061 se trasladó hasta la zona. Una vez localizado el accidentado, éste fue inmovilizado y trasladado a un centro hospitalario. El herido es un varón de 36 años vecino de La Junquera (Gerona).
Poco después, en torno a las 16.30 horas, se recibe un nuevo aviso informando de que otro esquiador había sufrido una lesión en el tobillo en la zona del Glaciar del Aneto. Hasta el lugar de los hechos se dirigió un equipo del Greim de Benasque, un helicóptero de la Unidad Aérea y un médico de 061. Tras localizar al lesionado y sus acompañantes en Plan D’Estan, se recogió al accidentado y se le trasladó al consultorio médico de Benasque. El herido es un hombre de 62 años vecino de Alella (Barcelona).
Montañeros extraviados
En torno a las 18.10 horas de la misma tarde se recibió otro aviso informando que había dos personas enriscadas en las cercanías del pico Punta de las Olas, en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, término municipal de Fanlo.
Los montañeros, tras haber partido del refugio de Goriz y haber hecho varias cumbres, acumulando muchas horas y desnivel, se encontraron con una climatología en la zona muy adversa con ventisca, temperaturas bajo cero, nieve y niebla, a una altitud de 2.900 metros y con la visibilidad reducida. Ante estas circunstancias les fue imposible orientarse correctamente y, tras tres horas intentando encontrar el camino, decidieron solicitar ayuda.
Se dirigió al lugar el helicóptero de la Unidad Aérea con efectivos del Greim de Boltaña. Tras sobrevolar la zona con gran dificultad debido a la falta de visibilidad, el piloto consiguió dejar a los especialistas lo más cerca posible de la zona donde se encontraban los montañeros a unos 2.500 metros de altitud. Los agentes continuaron a pie hasta que, sobre las 20.00 horas, los localizaron en una faja a unos 35 metros por encima de donde se encontraban los especialistas en una zona de muy difícil acceso.
Tras valorar la posibilidad de acceder a ellos y siendo que quedaban escasos 30 minutos de luz, las extremas condiciones meteorológicas que se concentraban en la zona y el cansancio de los montañeros, se decidió que descendieran mediante cuerdas ya que iban muy bien equipados y conocían la maniobra de rápel, para superar así el desnivel y continuar el regreso con los guardias civiles.
Uno de los rescatados, debido al agotamiento, quedó suspendido de la cuerda a unos siete metros del suelo, por lo que los agentes tuvieron que progresar por la cuerda para ayudar al montañero a llegar hasta el suelo. Una vez abajo, y tras evaluar la situación, teniendo en cuenta la altitud a la que se encontraban y las inclemencias meteorológicas que empeoraban, se decidió intentar llegar a pie hasta el Refugio de San Vicenda, a unos 12 kilómetros, que se realizaron con gran penosidad debido a la dificultad añadida de progresar por el terreno nevado, de noche, con fuerte viento, niebla y temperaturas bajo cero.
Una vez alcanzaron el refugio, a las 4.15 horas, una patrulla del Puesto de la Guardia Civil de Torla que esperaba a los componentes de montaña y a los rescatados, los trasladó en vehículo oficial hasta la localidad de Torla.
Los montañeros, dos hombres de 47 y 54 años y vecinos de Valencia, se encontraban ilesos aunque agotados y con una leve hipotermia.
