Joaquín Olona: "La PAC supone recibir muchísimo dinero, y lo estamos utilizando de manera cuestionable"

El consejero Joaquín Olona tiene varios frentes abiertos como la extinción del IAA o la reforma de la PAC. Retos que afronta con ganas, aunque siendo consciente del arduo trabajo que tiene por delante. A sus preocupaciones se ha unido ahora la amenaza de un posible trasvase del Ebro, sobre el que sigue pidiendo explicaciones a Madrid.

Zaragoza.- El posible trasvase del Ebro a Cataluña es uno de los problemas de los que está pendiente en las últimas semanas el consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona. Sigue esperando que el Gobierno central se ponga en contacto con él para hablar sobre este tema y cerciorarse de que la amenaza queda en papel mojado.

Mientras tanto, este ingeniero agrónomo sigue trabajando para extinguir el Instituto Aragonés del Agua (IAA) y crear una nueva Dirección General que asuma sus funciones y sea más transparente y eficaz. También propone Olona modificaciones en la Política Agraria Común, porque las condiciones que exige la propia PAC hacen que el dinero se utilice “de manera cuestionable”; y apuesta por impulsar el sector agroalimentario.

Muchos retos que afronta con ganas y sin desanimarse.

Pregunta.- ¿Hay alguna novedad sobre el trasvase del Ebro?
Respuesta.- La novedad es que no ha habido ninguna novedad. Mi petición por carta reclamando información tanto a la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, como al presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Raimundo Lafuente, sigue sin respuesta. En ella también les ponía de manifiesto que considero que hay una situación de deslealtad institucional y de falta de información.

P.- Pero tanto la ministra como el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, han descartado de forma pública que vaya a haber un trasvase.
R.- Sí, pero como Gobierno que somos y tras haberlo pedido expresamente, lo que corresponde y lo correcto es que las aclaraciones se hagan de forma directa y personal. Merecemos este trato.

P.- ¿Y con la Generalitat de Cataluña ha tenido algún nuevo contacto?
R.- Hablé hace días con el consejero de Medio Ambiente por teléfono y la conversación se puede resumir en que para ellos es irrenunciable el trasvase y para nosotros es inadmisible. Él me dirigió en una carta insistiendo en esa idea y mi respuesta, también por escrito, fue la misma que por teléfono.

Olona, en una visita al Centro de Cría del Quebrantahuesos en Aislamiento Humano (Criah)
Olona, en una visita al Centro de Cría del Quebrantahuesos en Aislamiento Humano (Criah)

P.- Ante esta situación, ¿qué medidas está tomando el Gobierno de Aragón? Porque para el Ejecutivo sí que hay una amenaza real…
R.- Así es. Una amenaza que basamos en dos aspectos. Por un lado está la aprobación del Plan de las Cuencas Internas de Cataluña, en el que se considera que hay un déficit estructural. Hasta aquí no hay problemas, pero la alarma surge porque el Plan plantea que ese déficit se pretende cubrir con aportaciones externas. Cuando pregunto en la Comisión Nacional del Agua si esa aportación podría proceder de la Cuenca del Ebro, en absoluto se desmiente. Es más, se da como posibilidad.

Por lo tanto, claro que no hay ningún trasvase como dice la ministra en sus declaraciones. Faltaría más. Que se hubiera aprobado un trasvase en el Plan de las Cuencas Internas es algo imposible, sería un disparate. Pero consideramos que eso sienta las bases para un posible trasvase.

Además, en paralelo, salta la noticia de que la Generalitat tiene intención de retomar el abastecimiento a una serie de poblaciones, algunas en la Cuenca Interna, procedente del canal Segarra-Garrigues. Para ello quieren utilizar una autorización de 2010 que consideramos caducada porque tenía carácter temporal y transitorio. En la carta que he enviado a la ministra también le he pedido expresamente que anule esa autorización para evitar malentendidos, pero seguimos sin tener respuesta ni aclaración.

P.- Pero este no es el único problema relacionado con el agua al que se enfrenta su Consejería. El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento del anteproyecto de Ley de Reorganización de Competencias Administrativas en Materia de Aguas, que busca la extinción del Instituto Aragonés del Agua (IAA). ¿Qué plazos manejan?
R.- El objetivo es que el IAA quede extinguido este año de manera que sus competencias y funciones, íntegramente, pasen al Departamento constituyendo una nueva Dirección General. Llevamos un año trabajando pero está resultando más complejo de lo que en un principio preveíamos porque no existen ni antecedentes, ni jurisprudencia, ni experiencia administrativa ni jurídica sobre lo que supone que un organismo público devuelva sus funciones a la administración.

Hay mucha experiencia de crear institutos, entidades, empresas públicas, etc. a partir de la administración, en lo que los juristas llaman “la huida del derecho administrativo”; pero en este proceso hay que regresar al derecho administrativo y nos hemos encontrado con que, al parecer, somos los primeros que hemos planteado un proceso de este tipo. Al no existir un procedimiento establecido, nos estamos encontrando con complicaciones.

Uno de los proyectos de Olona es apostar por la promoción agroalimentaria
Uno de los proyectos de Olona es apostar por la promoción agroalimentaria

P.- ¿Qué va a pasar con el personal del Instituto?
R.- Los funcionarios pasarán al Departamento sin perder su condición. Por su parte, lo que plantea el anteproyecto para el personal laboral fijo, que son la mayor parte de la plantilla, es incorporarlos en esa condición al Departamento pero con la condición de “a extinguir”. Es decir, que ese puesto decae una vez que la persona que lo ejerce se jubila o causa baja por la razón que sea.

Nuestra propuesta es mantener, proteger y defender los puestos de trabajo, que es lo que estamos haciendo.

P.- ¿Están ya en contacto con los sindicatos?
R.- Sí, porque además tenemos la obligación de que la propuesta para el personal que aparezca en el anteproyecto de Ley haya sido negociada, consultada y, a ser posible, acordada con los sindicatos. En ese proceso estamos en estos momentos.

P.- ¿Llegarán a coexistir el Instituto y la nueva Dirección General?
R.- Estamos ante una novedad y nuestra intención es que no haya coexistencia para no crear una situación de duplicidad, ni disfunciones, ni vacío competencial. El modelo que pretendemos aplicar es que se extinga el IAA y automáticamente surja, nazca y sea operativa la nueva Dirección General del Agua.

P.- No dejamos el agua porque en las Cortes se va a crear una comisión de investigación sobre el Plan de Depuración y Saneamiento. ¿Cómo valoran esta decisión desde el Departamento?
R.- Bienvenidas sean todas las acciones que vengan a aclarar y a dotar de transparencia todas las actuaciones llevadas a cabo por el Instituto Aragonés del Agua. La transparencia y la clarificación son compromisos y objetivos del Departamento, por lo que no pondremos ningún límite ni cortapisa.

P.- El informe de la Cámara de Cuentas que se conoció hace días planteaba la opción de tener que devolver 117 millones de euros procedentes del Gobierno central para la construcción de depuradoras. Usted comentó que eso no va a ocurrir. ¿Cuándo se sabrá qué va a pasar?
R.- Mi deseo y mi convicción es que no haya que devolver ese dinero porque no se ha evaporado. Lo que ha pasado es que el dinero no se utilizó de forma correcta, porque el Ministerio lo entregó para hacer depuradoras y se utilizó para hacer otras obras relacionadas con el ciclo del agua. Unas obras que, insisto, se han hecho.

La PAC es uno de los grandes retos de Europa
La PAC es uno de los grandes retos de Europa

Mi posición es que el Ejecutivo central también tiene responsabilidad porque los trabajos se han desarrollado en el ámbito de un convenio. Por ello confío en no tener que devolver ese dinero porque sería un problema muy grave para la Comunidad.

Estamos ante un proceso muy complejo y por lo tanto va a llevar tiempo. A finales de 2017 finaliza la primera parte del convenio a través del cual se dio este dinero a Aragón, pero hay una segunda parte del acuerdo. Así que tendremos que saber algo antes de que acabe este año y esperamos que las noticias sean buenas.

P.- Desde su llegada al Departamento ha puesto sobre la mesa la necesidad de redactar un nuevo Plan de Depuración. ¿En qué punto se encuentra?
R.- Es un proceso que va a requerir mucho tiempo y de momento no me atrevo a dar fechas. Ya hay constituida una ponencia específica dentro de la Comisión del Agua para garantizar que el nuevo Plan se elabore con la participación de los agentes económicos y sociales. Además, no hay que olvidar que la depuración es una competencia local que fue asumida por la DGA y que ahora son muchos los municipios que plantean recuperar esta competencia. Las decisiones son complejas y el Plan hay que reenfocarlo completamente.

P.- Y hablando de reenfocar, también quiere dar usted una vuelta a la PAC, otro de los caballos de batalla del Departamento.
R.- (Risas) Parece ser que me ha tocado el momento de reenfocar las cosas, y yo lo asumo como retos muy interesantes. Es una gran oportunidad para mejorar las cosas y aprender de los errores del pasado.

La PAC es uno de los grandes retos de Europa y a nosotros nos afecta en gran medida porque la importancia del sector agroalimentario es determinante para la Comunidad. En la PAC nos va mucho, supone recibir todos los años unos 500 millones de euros en fondos europeos. Es muchísimo dinero y lo estamos utilizando de manera cuestionable. No porque lo hagamos mal, si no por las propias condiciones que nos exige y nos impone la PAC.

El consejero, en un momento de la entrevista
El consejero, en un momento de la entrevista

P.- ¿Qué habría que cambiar?
R.- El Departamento gestiona más de cien líneas de ayuda que van dirigidas de una forma u otra a mejorar y compensar la renta, pero ninguna de ellas tiene en cuenta expresamente la renta agraria. La propuesta que hacemos desde la DGA es sencilla: reducir todas las líneas a una sola.

Deberíamos concentrar todas las ayudas en el objetivo de mejorar la renta de los agricultores y ganaderos con independencia de lo que produzcan. Hoy, como hace 50 años, los agricultores tienen la mitad de la renta que el resto de los ciudadanos, por eso proponernos centrarnos en ese aspecto y enfocar la ayuda a la renta en vez de a las hectáreas.

Es decir, hay que compensar la renta en función de la propia renta, así de sencillo, con algunos condicionantes para no incurrir en aberraciones o cuestiones absurdas. Ya no podemos pensar en dar ayudas para no producir nada, hay que mejorar la productividad para contribuir al crecimiento económico y a la creación de empleo.

P.- ¿Cree que será posible?
R.- Yo no me desanimo, pero no es fácil. Nos encontramos con una PAC que ha sido objeto de muchos remiendos, no es fácil cambiar las cosas y todo el mundo quiere mejorar pero no perder. Tampoco se trata de que una política europea vaya a ser solo lo que diga el consejero de Aragón, no tendría sentido.

Pero Aragón está haciendo una contribución importante que es activar el debate sobre el futuro de la PAC. Creo que estamos aportando ideas y siendo proactivos.

P.- ¿Qué otros retos y proyectos tiene la Consejería?
R.- Este 2017 queremos centrarnos de forma especial en la promoción agroalimentaria. Queremos ayudar a las empresas a aumentar sus ventas y vamos a facilitarles para ello acciones de promoción.

En el proyecto de presupuestos hay una partida de un millón de euros destinados a un Plan de Promoción y esperamos que esta inversión se pueda reproducir durante los próximos años.