Zaragoza.- Los últimos días han tenido una cara y una cruz muy clara en la plantilla del Real Zaragoza. Las noticias positivas las protagoniza Jordi Xumetra, quien parece estar dejando atrás su calvario en forma de lesiones y ya no resulta extraño verle completar entrenamientos con el grupo, a las órdenes de César Láinez, abandonando la soledad del gimnasio. La mala era la de Wilk, a quien su rodilla le está impidiendo tener una mínima continuidad.
Comenzando por las noticias positivas, Láinez ha explicado que la semana con Xumetra "ha sido un poco de toma de contacto con lo que podía ser el grupo, de integrarse en todas las tareas y ver cómo terminaba", apuntando que valorarán cómo está "de cara a próximos partidos", quedando por tanto descartado para visitar al Mirandés en Anduva.
Eso sí, ha admitido que el propio jugador le ha comentado que "las sensaciones a nivel personal son de que la lesión ha quedado atrás, olvidada", celebrando que el extremo se pueda sumar a la lista de jugadores disponibles y, así, aumentar la competitividad de la plantilla en una zona ya de por sí poblada.
Por su parte, el club estudia la posibilidad de ofrecer la renovación por una temporada más a Wilk tras un nuevo problema en su rodilla. Al respecto, Láinez ha recordado que "son cosas que a uno le tocan porque las ha padecido", en referencia a su caso personal, y manifestando que "los clubes grandes se hacen de esta manera, demostrando cariño a sus jugadores".
