Detenidas tres personas por favorecer la inmigración irregular

Tres personas han sido detenidas en Zaragoza por favorecer la inmigración irregular de personas. Según informa la Policía Local, los arrestados empadronaron a una familia de seis miembros a su llegada a España y, una vez finalizado su periodo legal, solicitaron asilo para aumentar su estancia en el país.

Zaragoza.- Tres personas han sido detenidas en Zaragoza por favorecer la inmigración ilegal. Según informa la Policía Nacional, los arrestados empadronaron a seis personas de nacionalidad extranjera y, una vez finalizado el periodo legal, solicitaron asilo de forma fraudulenta para aumentar su estancia en España.

El pasado 14 de marzo se personaron en dependencias de la Brigada de Extranjería y Fronteras de Zaragoza, unos ciudadanos extranjeros, en concreto un matrimonio con sus cuatro hijos (tres de ellos menores), para solicitar asilo aduciendo temor a volver a su país.

Fue entonces cuando comprobaron que otra ciudadana extranjera invitante empadronó en el domicilio de su marido y en el de una tía suya a los seis invitados. Pasado el período en el que debían de haber regresado a su país de origen, en enero del 2017, en vez de regresar a su ciudad natal, optaron por solicitar asilo con la única intención de demorar su estancia en nuestro país bajo una apariencia legal. De esta forma incurrieron en un delito de favorecimiento a la inmigración clandestina tipificado en el artículo 318 bis del vigente Código Penal.

Los tres detenidos, tras prestar declaración en dependencias policiales, fueron puestos en libertad a la espera de ser citados judicialmente. Según fuentes policiales, queda evidenciado que se arguyó un plan por parte de la familia, para, mediante la utilización de las herramientas legales y en fraude de ellas, promover, favorecer y facilitar el tráfico ilegal de personas con destino a España.

Esa intencionalidad de favorecer la inmigración irregular queda patente al comprobar que a seis extranjeros a los que se invita a venir a España de vacaciones no se les debe empadronar, como así ocurrió a los pocos días de llegar a Zaragoza.