Los trabajadores de la Oficina municipal de Consumo piden que se paralice su traslado al Ayuntamiento de Zaragoza

El personal de la Oficina municipal de Información al Consumidor de Zaragoza (OMIC) ha pedido la "paralización inmediata" de su nuevo traslado a la planta baja del Ayuntamiento de Zaragoza. Aseguran que "perjudicará gravemente" la prestación del servicio, la atención ciudadana y las condiciones laborales de los trabajadores.

Zaragoza.- El Ayuntamiento de Zaragoza ha dado la orden de trasladar a los empleados de la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) a la planta baja de la Casa Consistorial en la plaza del Pilar. La nueva ubicación no ha gustado al personal de este servicio, que ha pedido la "paralización inmediata" del traslado, ya que "perjudicará gravemente" su prestación, la atención ciudadana y las condiciones laborales de los trabajadores.

Los trabajadores han presentado ocho alegaciones al Servicio de Asuntos Generales del Consistorio para mostrar su disconformidad con este nuevo traslado e indicar que las dependencias municipales no son las "idóneas". 

En el escrito, el personal desaconseja desde el punto de vista técnico el nuevo traslado de la OMIC, el quinto en la historia de este servicio y segundo en menos de un año, dado que "causaría no solo perjuicios a la credibilidad y transparencia de la institución, sino a la confianza que los ciudadanos puedan tener en la protección de los consumidores a cargo de la Administración municipal".

Además, han resaltado que cualquier propuesta de traslado del actual emplazamiento con reducción del espacio actual deberá respetar la normativa vigente, y los principios de la confidencialidad, respeto a la intimidad y protección de los datos personales de los usuarios, que constituyen derechos fundamentales recogidos en la Constitución y en sus Leyes Orgánicas.

Ello, añaden los empleados en las alegaciones, requiere diseñar espacios diferenciados, suficientes, parcialmente cerrados, y aislados acústicamente con mamparas, mobiliario, paneles, etc., que impida que se oigan o se visualicen las conversaciones que los asesores de Consumo mantengan con sus interlocutores, bien presencialmente o telefónicamente.