Nita Macía: "Todavía hace falta más sensibilización ciudadana y administrativa en RSE"

Zaragoza volvió a ser sede del Congreso Nacional de RSE en el que se abogó por unas alianzas público-privadas responsables para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Nita Macía, presidenta de la Asociación Congreso Nacional de RSE, hace balance de esta quinta edición.

Zaragoza.- El V Congreso RSE puso sobre la palestra los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que firmaron más de 190 países de la ONU (Organización de las Naciones Unidas). Buscar alianzas público-privadas responsables para lograr dichos objetivos fue el tema central del congreso, celebrado en Zaragoza recientemente.

La presidenta de la Asociación Congreso Nacional de RSE, Nita Macía, hace un balance positivo de esta quinta edición. Ahora, asegura, toca analizar el trabajo hecho para ver cuáles de esos 17 objetivos puede asumir cada empresa y hacerlos propios.

Macía reconoce que aunque la RSE se puede considerar ya como implantada en nuestro país, todavía queda camino por recorrer, especialmente en la sensibilización ciudadana y de las administraciones.

Pregunta.- El congreso de este año se ha centrado en "La Responsabilidad Social en las Alianzas Público-Privadas para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)". ¿Qué objetivos son estos?
Respuesta.- Estos objetivos vienen de una agenda que firmaron más de 190 países de la ONU. Fue un compromiso internacional para la lucha contra las desigualdades: económicas, sociales y medioambientales. Son 17 objetivos pero se sintetizan en esos tres.

P.- ¿Cómo puede ayudar la RSE a que se logren?
R.- Si esas alianzas público-privadas no se hacen desde un punto de vista de responsabilidad y de ética, no se pueden lograr esos objetivos. Durante el congreso, la filósofa Adela Cortina explicaba que hay que ser inteligentes; si no lo somos, es imposible conseguir retos. La responsabilidad social es un análisis inteligente de cuáles son las consecuencias de nuestra actividad y ver de qué manera podemos minimizar su impacto, sobre todo cuando nos referimos a impacto negativo, para lograr esos objetivos.

P.- ¿Qué temas se han abordado en el Congreso?
R.- Hemos intentando transversalizar tanto la responsabilidad social como los objetivos de desarrollo en distintas áreas. Hemos tocado temas económicos, hemos hablado de proyectos humanitarios, de cooperación, de economía social, de territorialidad y de qué manera la Administración Pública se está adhiriendo a este plan de objetivos. En resumen, ver de qué manera los ODS han de estar presentes en nuestras vidas y actividades y cómo podemos asumirlos desde diferentes aspectos.

P.- ¿Cuáles han sido las principales conclusiones?
R.- Cada año solemos recoger diez, pero este año es el primero en el que todavía no lo hemos hecho, porque las conclusiones son más. Estos días trabajaremos para hacer un análisis interno de lo que realmente ha de ser prioritario, con intención de hacer propios y asumir esos objetivos.

Hemos realizado un análisis en diversos asuntos como desarrollo local, el problema medioambiental, la despoblación… Asimismo, hemos hablado de la necesidad de que el consumidor tenga también una conducta responsable. A veces pedimos responsabilidad a los proyectos, pero luego nos falta nuestra responsabilidad, a nivel ciudadano, para elegir esos proyectos y no otros.

El congreso ha tratado de transversalizar la RSE con los ODS
El congreso ha tratado de transversalizar la RSE con los ODS

La conclusión es que no hay empresas 100% responsables ni 0% responsables. Debemos encontrar el equilibrio y ver de qué manera podemos hallar ejemplos de conductas responsables que nos sirvan como guía para poder desarrollar proyectos económicos.

P.- Ha sido la quinta edición del congreso. ¿Qué balance hacen?
R.- El balance siempre es muy bueno, ha habido mucha gente, el 80% de las personas que han venido han sido de fuera de Aragón. Y quizá ahora lo que necesitamos es un poso para ver todo este esfuerzo que hemos hecho. Ha habido muchas empresas que han levantado la mano y se han adherido al Plan de Responsabilidad Social del Instituto Aragonés de Fomento. Con toda esta reflexión nos hace falta ahora ver si somos capaces de reconocer dentro de los 17 ODS cuáles son los objetivos en los que cada uno puede contribuir. Ahí es donde necesitamos un tiempo para llevar a cabo ese ejercicio.

P.- En los últimos años se ha ido hablando cada vez más de RSE. ¿Cómo ha sido su evolución en este periodo?
R.- Creo que ya podemos hablar de una implantación de la RSE, pero falta un poco más de sensibilización, tanto por parte del ciudadano como de las administraciones. Al ciudadano le falta entender por qué elegir, apoyar o comprar una empresa que es responsable y, a nivel administrativo, falta que den el paso a la hora de contratar, apostar y apoyar proyectos, que a lo mejor económicamente son más caros que otros, pero que llevan un valor añadido en términos de contribución al territorio, proyección a futuro… Tenemos que dejar de ser cortoplacistas e intentar ver un poco más allá y ver los beneficios que pueden traernos los réditos positivos de una empresa o de un trabajo socialmente responsable.

P.- Se ha solido asociar la RSE a las grandes compañías y multinacionales. ¿Cómo está la situación en las pymes?
R.- Se asocia a grandes empresas porque creo que ellas han tenido más la necesidad de empezar a trabajar en un modelo responsable, quizá también porque son las que están en la palestra y los que reciben, a veces, el primer bofetón en el caso de que hagan algo mal. Saben que el no trabajar en RSE les puede resultar costoso y ven el valor añadido de ser una empresa responsable.

La conclusión  de esta V edición es que no hay empresas 100% responsables ni 0% responsables
La conclusión de esta V edición es que no hay empresas 100% responsables ni 0% responsables

La cuestión es que estamos en un país en el que el 90% de las empresas son pymes. Si definimos la responsabilidad social como esa capacidad que tenemos de resolver un impacto negativo causado por nuestra actividad, no hay que olvidar que son las pymes las que tienen la solución para resolver esos impactos negativos, ya que son el 90% del tejido empresarial. Quizá es un trabajo más atomizado, porque son más numerosas, pero también tiene la posibilidad de funcionar como onda expansiva.

P.- ¿Y en las empresas aragonesas?
R.- El Gobierno de Aragón ha puesto en marcha un plan al que se han adherido casi 300 empresas, con ese número, el futuro es bueno, pero necesitamos saber de qué manera esas empresas quieren ser responsables. El trabajo ahora es reflexionar sobre cómo estamos afectando en distintos entornos (educación, medio ambiente, paz, internacionalización), cómo estamos impactando, y ver de qué manera podemos asumir un liderazgo en uno de los objetivos de desarrollo sostenible. Hay 17 objetivos; son un montón. Es cuestión de tiempo ir alcanzándolos.