Zaragoza.- La Guardia Civil comenzó ayer una investigación sobre los propietarios de una banda de perros que el pasado 18 de enero se pelearon, resultando dos de ellos fallecidos y uno gravemente herido. Así, un hombre y una mujer, de nacionalidad española, de 27 y 26 años respectivamente, fueron acusados por un presunto delito relativo a la protección de la flora y fauna, por abandono de animales en condiciones en que pueda peligrar su vida o integridad.
La Guardia Civil de El Burgo de Ebro recibió un aviso de un vecino de la localidad comunicando una pelea entre varios perros en el interior de un patio de una vivienda de la población. Al parecer, y como resultado de dicha pelea entre los canes, dos habían muerto. Los agentes verificaron mediante la lectura del microchip que todos los animales lo poseían y pertenecían a los dos propietarios de la vivienda.
Inmediatamente se dio aviso al Equipo de Seprona de la Guardia Civil de Zaragoza quienes se trasladaron al domicilio de El Burgo. Una vez allí, donde se encontraba el propietario del inmueble y tras entrevistarse con él, los agentes procedieron a realizar una inspección del lugar.
En el patio exterior de la vivienda se observaron restos de sangre por el suelo pero no había ningún perro muerto. El propietario comunicó al Seprona que tenía un total de cinco canes en la vivienda y que al regresar a su domicilio esa mañana había encontrado a dos de ellos muertos en el jardín. Estos animales se encontraban en el momento de la inspección dentro de un habitáculo anexo al patio. Allí los agentes hallaron a dos animales muertos, un Bull Terrier Miniatura y un Bull Terrier, que presentaban heridas en las patas, cara y cuello, además de múltiples marcas en el resto del cuerpo.
Igualmente se encontraba otro perro, de raza American Staffordshire Terrier, cuyo cuerpo estaba completamente ensangrentado y presentaba heridas en la cara. El cuarto can, de raza “Agua español”, que se encontraba suelto en el momento de la pelea también tenía el cuerpo ensangrentado pero sin lesiones.
Los agentes verificaron mediante la lectura del microchip que todos los perros lo poseían y pertenecían a los dos propietarios de la vivienda. El can que resultó herido (American Staffordshire) es un perro potencialmente peligroso.
Con la información recabada por los agentes durante la investigación, se pudo determinar que cuatro de los cinco perros que tenían los propietarios en el inmueble, se encontraban sueltos en el patio exterior del domicilio cuando se ausentaron los moradores. Los canes se pelearon y resultaron muertos dos de ellos, un tercero herido y el otro sin lesiones pero también presentaba su cuerpo ensangrentado por haber participado en la misma. Según datos obtenidos, estas peleas podrían haberse repetido en más de una ocasión en los últimos meses.
