Panecillos que libran del mal

Durante la persecución de los cristianos, Eulalia, de tan solo 13 años, escapó de la casa donde sus padres la habían encerrado y abiertamente confesó su fe, hecho que le llevó a sufrir trece martirios y ser crucificada. El pequeño pueblo de Colungo, en Huesca, celebra, cada 12 de febrero, la festividad de la Virgen Mártir Santa Eulalia.

Zaragoza.- Colungo, en la comarca de Somontano de Barbastro, viene celebrando cada 12 de febrero la festividad de Santa Eulalia, un día que todos los habitantes del pueblo viven con gran devoción. "Se trata de una fiesta muy querida y entrañable para todos nosotros", explica el concejal de Cultura, Javier Cavero. 

Los cerca de 90 habitantes que viven en esta localidad altoaragonesa acompañan en procesión a la Virgen Mártir Santa Eulalia por las calles del pueblo hasta llegar al cementerio, lugar donde se encuentra la ermita. Allí, el sacerdote y los asistentes le cantan a la Virgen. "Se trata de un himno donde se le pide a la Santa que nos libre de todos los males y nos dé su bendición", explica Cavero.

A la salida, al bajar a la iglesia, se reparten los panecillos bendecidos junto con el jamón. El reparto de este producto tiene mucha aceptación y los asistentes "cogen panecillos incluso para los familiares que no pueden asistir a la cita ya que es una tradición muy arraigada", señala el concejal. 

Posteriormente y cerca de la iglesia, alrededor de una gran hoguera y, al calor del fuego, es donde los vecinos se reúnen para comerse el pan junto con el jamón y vino.

Esta jornada se recuerda todos los años por su buen ambiente. Cuando ya anochece la gente se marcha ya hacia sus casas, poniendo así el punto y final a este día de fiesta.

Para Cavero, "es tarea de todos el tratar de que no se pierdan estas tradiciones que son parte de la vida del pueblo. Por ello, invitamos no solo a los habitantes de Colungo a que se unan a esta festividad, sino a familiares y al resto de personas que quieran disfrutar de un emotivo día de fiesta. Además, "este 12 de febrero cae en domingo por lo que se espera más afluencia", concluye Cavero.

El reparto de panecillos a la salida de la iglesia
El reparto de panecillos a la salida de la iglesia

La leyenda

Eulalia de Barcelona vivió cerca de Barcina (actual Barcelona), en los tiempos del emperador Diocleciano (284-305). Durante la persecución de los cristianos, Eulalia, de 13 años, escapó de una casa donde sus padres la habían encerrado para que no se entregase a las autoridades, abiertamente confesó su fe y fue entregada a trece martirios, tantos como años tenía. 

Según la tradición, entre sus tormentos se reseñan, entre otros, azotes y desgarros. También fue puesta de pie sobre un brasero ardiendo y le fueron quemados los pechos.

Uno de sus tormentos más conocidos fue ponerla desnuda dentro de un tonel lleno de cristales, clavos y otros objetos punzantes, siendo lanzada por una calle en bajada. Fue paseada desnuda por las calles donde fue crucificada en una cruz en forma de aspa. 

Durante su crucifixión, se produjo una nevada, tapando la pureza de su cuerpo desnudo. Al morir, se cuenta, que salió volando de su boca una paloma blanca.