Pedro Santisteve es alcalde de Zaragoza y militante de ZEC, una franquicia de Podemos, el cual ostenta la Alcaldía de nuestra depauperada ciudad al haber desplazado al partido más votado en las últimas elecciones municipales gracias al PSOE y otros partidos de izquierdas. Hace unos días manifestó que la Academia General Militar debería dejar de ser militarista. Ante esta absurda afirmación, se hace patente una vez más que este ínclito regidor es presa de su incontinencia verbal y de su pensamiento sectario y doctrinario. Con personas talantosas como esta, la ciudadanía debe estar más que satisfecha por tener "asegurados" sus intereses.
Este conspicuo alcalde nos viene a decir, a estas alturas, que una cosa son los militares profesionales y otra muy distinta la ideología militarista. ¡Bravo! ¡Hurra! Acaba de inventar la pólvora. Como dijera Carlos Herrera, a la sazón, en su programa radiofónico, a Santisteve le hace falta un desfibrilador en su despacho para que un asistente se lo aplique varias veces al día. Y no le falta razón.
Es de extrañar, o no, que este alcalde que hasta entrar en la Corte municipal ejercía la abogacía, no se dé cuenta todavía de que España se constituye en un Estado social y democrático y de Derecho. No se entera de que la ideología militarista es más propia de las dictaduras, entre ellas las de los países comunistas (corriente que estima Santisteve), así como las de aquellas naciones en las que sus regímenes populistas (Santisteve les hace guiños) subyugan a sus súbditos.
Por si el señor alcalde (y abogado) no recuerda el Derecho Constitucional, debe fijarse en el contenido del artículo 8 de nuestra Constitución. "1.Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional. 2. Una ley orgánica regulará las bases de la organización militar conforme a los principios de la presente Constitución".
Pensar que actualmente se corre algún peligro de que rebrote la ideología militarista en nuestro país, es tan anacrónico como lo es el pensamiento de este regidor. Más le valdría a Santisteve tener limpia la ciudad, gestionar con eficacia los servicios municipales, así como aplicar debidamente las normas que regulan los derechos sociales. Si piensa que el Ejército es una ONG o algo similar, le recomiendo que se recicle convenientemente para alcanzar la solvencia técnica que debe capacitar al alcalde de la quinta ciudad española.
Nuestras Fuerzas Armadas están al servicio del Estado, son abnegadas, austeras, sacrificadas, rectas, nobles y honradas, firmes en sus acciones, con un afán de servicio desmedido, perseverantes, dispuestas a entregar la propia vida si el deber así lo exigiera. De estas virtudes debería tomar buena nota el alcalde, en vez de beber de ciertas fuentes tóxicas que envenenan las conciencias. Los ciudadanos hace tiempo dejamos de ser iletrados. Sr. acalde, háganos un favor: no nos arengue más con majaderías que hieden fuertemente a naftalina, no sea cosa que alguien le pueda acusar de un delito contra la salud pública.
