El centro de BonÀrea en Épila comenzará a funcionar en 2021 con la mayor inversión del grupo fuera de Cataluña

La instalación del centro de producción y logística de BonÀrea Agrupa en Épila supondrá el "espaldarazo definitivo" para el sector agroalimentario de Aragón, según el presidente del Ejecutivo aragonés, Javier Lambán. El grupo catalán, líder nacional de la agroalimentación, creará 4.000 puestos de trabajo en la zona con la mayor inversión realizada fuera de su comunidad.

Zaragoza.- La localidad zaragozana de Épila acogerá el segundo centro de producción y logístico de BonÀrea Agrupa, el gigante nacional de la agroalimentación. La instalación de este complejo será una réplica de la que el grupo tiene en Guissona (Lérida) y será la mayor inversión que realizan fuera de Cataluña. La planta, que se instalará en el polígono de El Sabinar, comenzará a funcionar en 2021, aunque las obras se extenderán hasta, al menos, el año 2029. Y en términos de empleo, creará 4.000 puestos de trabajo en la zona. "Será la Opel de la industria agroalimentaria", ha asegurado el presidente de Aragón, Javier Lambán, en referencia a esta empresa del Grupo Guissona.

La llegada de BonÀrea a Épila ha sido una "decisión que no es fácil", como ha reconocido el presidente del Grupo Guissona, Jaume Alsina, que ha agradecido la "confianza" depositada por el Ejecutivo autonómico en este proyecto. Para Alsina, la instalación de este segundo centro de producción en el lugar "ideal" para la distribución al norte de España, Madrid y la zona del Levante es "otro paso más" en la expansión del grupo de agroalimentación, que ya ha asegurado que el centro de la localidad ilerdense mantendrá su actividad.

"Agradecemos la ayuda de Aragón", ha incidido el presidente de BonÀrea Agrupa, que ha repasado la historia de la empresa desde su creación en 1959. Actualmente, el grupo cuenta con 500 tiendas distribuidas por Cataluña, Castellón, La Rioja, Navarra, Madrid, Guadalajara y Andorra, así como la propia comunidad aragonesa, donde hay unas 50. Además, posee una fábrica de pienso en Bujaraloz, una granja en Sena, un centro de distribución cárnica en Huesca y un centro de recogida de cereal en Sos del Rey Católico. Las sociedades de BonÀrea cuentan con 2.000 socios y 248 accionistas aragoneses, dentro de un grupo con una facturación anual que supera 1.800 millones de euros.

De cara a la construcción del centro en Épila, los propietarios de BonÀrea han detallado que, tras un proceso administrativo que confían que termine antes de 2018, las obras comenzarán en 2019 con la construcción de un almacén logístico que estaría operativo para 2021. "Ya habrá un centro de distribución que será el primer beneficio que tendremos", ha señalado Alsina. Posteriormente, se construirán las naves industriales para los mataderos de aves, porcino, vacuno y ovino, así como la planta de elaborados cárnicos, secaderos de jamones, y la línea de pan. Estas últimas instalaciones se han proyectado con vistas a un "horizonte de doce años", antes de 2030.

El Gobierno de Aragón participará en este proceso con un "elenco de ayudas", desgranadas por el presidente Lambán, que incluyen la declaración del proyecto de interés autonómico y un Plan de Interés General de Aragón. Estas medidas se han acordado en el Consejo extraordinario de Gobierno que se ha celebrado, este viernes, donde también se ha decidido que el Ejecutivo autonómico ayudará a la empresa de agroalimentación en la selección de personal, a través del Inaem, y que "estará detrás" del Ayuntamiento de Épila para la construcción de los accesos necesarios a los polígonos.

"Cifras apabullantes"

Para el presidente de Aragón, el impacto que "en términos de empleo" va a tener la instalación de BonÁrea en Épila equivale a la llegada de Opel a Figueruelas hace 40 años. "Esto supone el espaldarazo definitivo para que la agroalimentación se convierta en uno de los sectores clave", ha presumido Lambán, que ha destacado la importancia de la logística en este crecimiento.

No obstante, todas las "previsiones" que se realicen sobre la instalación de BonÀrea en Épila son, en palabras de Lambán, meras "intuiciones". "Estoy convencido de que habrá cifras apabullantes", ha manifestado el presidente, confiado en rebasar los indicadores previstos de empleo y productividad.

Las "oportunidades" que se abren para Épila y la Comarca de Valdejalón con la llegada del grupo catalán serán un revulsivo para la agricultura y la ganadería de la zona, según el presidente Lambán. "En torno a la planta de Guissona podría haber 5.000 agricultores y ganaderos que tienen relación con el suministro de productos, ¿por qué no podemos proponernos en Aragón un reto de esa naturaleza para que a la actividad industrial se la complemente con una actividad en el sector primario que tan necesitado está de horizontes de esta naturaleza?", ha subrayado.

Con este proyecto, el Gobierno de Aragón aspira a cerrar el "círculo virtuoso" que conforman la logística, la agroalimentación y, también, la innovación. En este sentido, Lambán ha ofrecido al Grupo Guissona todos los "recursos de investigación" en los que ha avanzado el Ejecutivo autonómico.

La instalación de Bonàrea Agrupa en Épila es un proyecto que se comenzó a gestar en 2008
La instalación de Bonàrea Agrupa en Épila es un proyecto que se comenzó a gestar en 2008

"Alegría y efervescencia" en Épila

El anuncio de la llegada de BonÀrea al polígono industrial de El Sabinar ha generado "alegría y efervescencia" en esta localidad de Valdejalón. "Estamos de enhorabuena y encantados", ha asegurado el alcalde Jesús Bazán, que ha valorado el impacto de este proyecto empresarial. "En todo Aragón se abren grandes expectativas", ha vaticinado, en referencia a agricultores y ganaderos.

Bazán también ha tenido unas palabras para agradecer "a la familia Alsina" el "interés" demostrado por Épila, así como el "apoyo por parte de la DGA". "Han sido piezas fundamentales para la implantación de este proyecto", ha añadido el primer edil.

El Ayuntamiento de Épila comenzará ya a trabajar en la gestión de los suelos el polígono local, donde BonÁrea utilizará un total de cien hectáreas para instalar el almacén y las naves industriales.

Negociaciones desde 2008

La instalación de Bonàrea Agrupa en Épila es un proyecto que se comenzó a gestar en 2008, como ha reconocido Javier Lambán, por entonces máximo dirigente de la Diputación de Zaragoza. Pero la crisis económica frenó su llegada. Sin embargo, hace cuestión de un año, se retomaron las negociaciones para la implantación de este centro de producción y logístico en el municipio zaragozano.

Javier Lambán ha recordado que ya en el discurso de fin de año anunció que se iban a producir "noticias francamente positivas" en el 2017, en alusión al proyecto que se ha desvelado este viernes. "Las conversaciones estaban avanzadas", ha transmitido Lambán, pero no se ha cerrado "hasta estos últimos días".

Como agradecimiento por la privacidad que la empresa ha mantenido en las negociaciones con el Gobierno de Aragón, Lambán ha obsequiado al presidente de BonÀrea con un facsímil de "El Discreto", una obra del aragonés Baltasar Gracián.

BonÀrea niega que haya criterios políticos

La situación en Cataluña, con la incertidumbre independentista en auge, no ha influido en la inversión que BonÀrea ha realizado en Aragón. O así, al menos, lo ha desmentido su presidente al ser preguntado, directamente, por la existencia de criterios políticos en esta estrategia de expansión de la empresa catalana. Jaume Alsina ha respondido con un tajante "no, en absoluto".

Tras esta respuesta, Lambán ha echado un capote al directivo catalán, al recordar que el proyecto se ideó en 2008: "Cuando tomaron la decisión inicial nada tenía que ver con la situación política actual".

Anteriormente, Lambán ha resaltado los vínculos de "hermandad" entre Aragón y Cataluña, que "se remontan al siglo XII". Este proyecto da cuenta, para el presidente de la Comunidad, de "hasta qué punto las relaciones se producen en términos de colaboración". "Existe una malla de intereses económicos" entre ambas comunidades, ha enfatizado.

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