Dice el refrán que año de nieves, año de bienes. Pero por culpa de la nieve han subido las hortalizas una barbaridad y el consumo ha descendido un 40%. A este paso se pondrá el precio de las verduras al nivel del caviar. También el precio de la trufa negra de Teruel se ha disparado por las nevadas. La llegada de varias borrascas y del viento, circunstancias en las que confiaba Rajoy, ha hecho descender el precio de la electricidad, que había subido por encima de las posibilidades de miles de españoles.
Dice UAGA que el frío y la nieve perjudican a los ganaderos, la consecuencia es que aumentan sus gastos y no pueden subir el precio de la carne. Nuestra sociedad no cuida mucho a sus animales. En el foso de la Ciudadela de Jaca han muerto dos ciervos en cinco días, uno de ellos por ingesta de aluminio y plástico. ¿No tienen los paseantes de ese lugar otra forma de deshacerse de su basura?. En la Cumbre de Davos se ha presentado un informe que concluye que cada año terminan en los mares y océanos del mundo ocho millones de toneladas de residuos plásticos y se prevé que en el año 2050 será mayor el peso de estos residuos al de todos los peces del planeta. Hasta tal punto ha llegado este problema que los peces ya prefieren el plástico a la comida natural.
Igual que hubo una Edad de Piedra, del Bronce y del Hierro, la presente se podría denominar la Edad del Plástico. El plástico, sin duda, mata. Tarda cientos de años en descomponerse en el medio ambiente, hasta mil años según el tipo de plástico. Por cosa de la cadena alimentaria, este consumo de residuos por los peces también puede afectar a los humanos, que terminaremos comiendo pescado intoxicado de plástico. El panga, de momento, se está retirando del mercado. De hecho, ya existen alimentos que nos saben a plástico.
Sucede igual que con las personas, que muchas de ellas prefieren la comida basura a la comida sana por mucho que los expertos nos adviertan del peligro que representa para nuestra salud. No hay duda de que los seres humanos maltratamos de forma irresponsable e imparable el medio natural en el que vivimos, con lo que dejaremos un planeta en peores condiciones que lo encontramos para los seres humanos que nos sucederán en él. Mala herencia les dejaremos a nuestros nietos y tataranietos.
