Zaragoza.- Una vez que la nevada ha dejado Aragón, las miradas están puestas en el Ebro. El deshielo de toda la nieve caída durante el fin de semana deja la primera crecida del río en este año 2017, que llegará esta madrugada a Zaragoza con unos cuatro metros de altura y 1.300 metros cúbicos por segundo.
Pero antes, esta crecida ya ha entrado en la Comunidad. A primera hora del miércoles, alrededor de las 10.00 horas, el Ebro ha alcanzado los 7,3 metros de altura en Novillas, la primera localidad aragonesa por la que pasa el río. Pese a tratarse de una crecida corriente y controlada, ha dejado algunos cultivos dañados. “Hay trigos anegados, sembrados, alfalfas dañadas… El río siempre causa algún daño, pero tenemos que corregirlo, claro”, explicaba el alcalde de Novillas, José Ayesa. Se trata de una crecida similar a la registrada en el mes de marzo del año pasado, que llegó a los 7,13 metros.
Horas más tarde, la riada llegaba a Pradilla de Ebro, en donde ha transcurrido “con normalidad, según las previsiones”, ha detallado el alcalde de la localidad, Luis Eduardo Moncín. Allí, a las 13.00 horas, el cuadal ha ascendido hasta los 7,55 metros de altura y unos 1.600 metros cúbicos por segundo. Al igual que Novillas, el agua ha causado daños en los campos cercanos. “Unas 50 hectáreas de campo de cultivo inundadas, pero cuando se vaya el agua, veremos si algún cultivo se ha dañado”, comentaba Moncín.
A lo largo del jueves, la crecida llegará a Zaragoza. Según los datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro, la punta máxima entrará en Zaragoza alrededor de las 14.00 horas con cuatro metros de alturas y 1.300 metros cúbicos por segundo.
