Mercado Central: nueva imagen, misma identidad

Retirar los paneles laterales, sustituirlos por grandes cristaleras y reducirlos a dos hileras centrales de puestos. Son algunas de las principales novedades de la reforma del Mercado Central. El Plan Director ya está elaborado. Las obras, que durarán un año, comenzarán en 2018 y contemplan una inversión de unos diez millones de euros.

Zaragoza.- El futuro del Mercado Central ya está definido. El Plan Director contempla la mejora y modernización de las instalaciones para la revitalización del Distrito Mercado a través de redes de cooperación y colaboración. Eso sí, siempre manteniendo la identidad de esta histórica lonja. La retirada de los paneles laterales y su sustitución por grandes cristaleras, además de la reducción a dos hileras centrales de puestos son algunas de las principales novedades. El Ayuntamiento seguirá teniendo el control sobre el Mercado pero la opinión de los detallistas ganará peso para las decisiones del día a día.

El Plan Director para la Renovación Integral del Mercado Central de Zaragoza ya está terminado y presentado ante los medios de comunicación. El documento, elaborado para Zaragoza Vivienda por la UTE formada por Ingennus y Baika ha detallado la propuesta de reforma que pretende ser motor de dinamización del Casco Histórico y de la distribución de productos agroalimentarios en Zaragoza.

"El Mercado se renueva, se abre mucho más al barrio y a la ciudad, plantea una estrategia de Distrito Mercado como buque insignia de toda la distribución logística de mercados, pero también con influencia en toda la zona", según el consejero municipal de Urbanismo, Pablo Muñoz. Esta reforma, agrega, supone una reinversión en los barrios tradicionales "una política pública de mercados" porque lo público, ha dicho, "va a estar muy presente en este concepto de mercados, donde habrá también una colaboración intensa con los detallistas". 

Nueva distribución y más espacio

El número de puestos se reduce y pasa de 187 a un máximo de 88 locales. Se liberarán las fachadas y se generarán nuevos pasillos, dejando uno central de más amplitud de 7,60 metros de ancho con zonas de descanso y relación. La anchura del frente de los puestos, que actualmente es de tres metros, se ampliaría llegando hasta los cuatro o cinco metros. 

La distribución de tipos de puestos dependerá de la cantidad de comerciantes interesados, tal y como defiende el arquitecto Manolo Castillo, "pero se tratará de mantener la proporción actual mediante unas horquillas flexibles", apunta. También se contempla crear una zona peatonal y de ocio en el lateral que ahora se destina a carga y descarga.

Se liberarán las fachadas y se generarán nuevos pasillos, dejando uno central de más amplitud
Se liberarán las fachadas y se generarán nuevos pasillos, dejando uno central de más amplitud

Por razones de limpieza y mantenimiento, se propone que las pescaderías se ubiquen en una zona particular y el resto de los puestos se distribuyan alternativamente a lo largo del mercado. El semisótano también verá optimizado su espacio, puesto que el número de cámaras de cada especialidad dependerá del número de puestos. Los espacios libres se dedicarán a usos complementarios del mercado.

El Ayuntamiento conservará algunos puestos de uso público para introducir nuevos servicios o actividades que enriquezcan la oferta del conjunto. Se reservan de dos a cuatro puestos a medio camino entre la venta y la hostelería, potenciando los valores comunes a la identidad del mercado. 

Cabe destacar la importancia de los servicios compartidos, con una propuesta de colocar un punto de información y recogida de la compra realizada por los clientes para gestionar un nuevo servicio de entrega a domicilio, tanto de la compra realizada en el mercado como a través de Internet. Asimismo, se plantea instalar consignas refrigeradas para los usuarios del mercado.

Intervención en el edificio y su entorno 

El edificio, obra del arquitecto aragonés Félix Navarro Pérez, cuenta con la protección de "Interés Monumental BIC" desde 1982, y declarado como Monumento Histórico Nacional desde 1978, por lo que la reforma del equipamiento y su entorno deberá conciliar la rehabilitación del edificio histórico, preservando y potenciando sus valores arquitectónicos con la necesidad de adecuar sus espacios a los modelos funcionales y de gestión que garanticen su viabilidad técnica y económica.

El edificio es obra del arquitecto aragonés Félix Navarro Pérez
El edificio es obra del arquitecto aragonés Félix Navarro Pérez

En este sentido, respecto al entorno, se transformará este vial con una vía de tráfico restringido con unos horarios de carga y descarga más limitados (de 5.00 a 11.00 horas con prohibición de estacionamiento el resto del día). También se ampliaría la plataforma peatonal con la eliminación de los pórticos de hormigón construidos en la década de los 80 para añadir más arbolado, una senda ciclable y la reurbanización según las pautas de la intervención de la calle Murallas Romanas. 

La intervención potenciará la percepción visual del interior, sustituyendo las actuales mamparas por cristaleras, de modo que también se puedan contemplar con mayor facilidad las columnas y los forjados de la techumbre, potenciando la idea del Mercado como escaparate, para que se pueda contemplar el edificio tal y como fue concebido. Se garantizará la accesibilidad universal y la planta baja contará con ocho bloques de puestos de venta, con locales a ambos lados de un corredor central, espacios para consumir los productos adquiridos, encuentro, etc.

Plan de transición, gestión y concesiones 

También se contempla crear una zona peatonal y de ocio en el lateral este, que ahora se destina a carga y descarga. Durante la ejecución de las obras allí se instalará una carpa para que siga la actividad comercial de los detallistas. De este modo, las instalaciones del semisótano (cámaras, obradores, etc.) podrían seguir funcionando.

Será un modelo de gestión directa donde los detallistas juegan un papel fundamental ya que además de prestar algunos servicios, diseñarán sus propios puestos. En este sentido, en cuanto al modelo de gestión, el consejero municipal de Urbanismo, Pablo Muñoz, ha concretado que los detallistas, una vez hayan adquirido la concesión administrativa, tendrán la obligación de agruparse en una entidad "con la fórmula jurídica que sea", para que esa entidad sea la "única" interlocutora con el Ayuntamiento.

El número de puestos se reducirá y pasará de 187 a un máximo de 88 locales
El número de puestos se reducirá y pasará de 187 a un máximo de 88 locales

Además, esta entidad podrá asumir una parte de la gestión de los elementos que, hasta ahora, gestionaba MercaZaragoza. Se refería el consejero a temas como la limpieza o la vigilancia porque "detectábamos que los detallistas querían ser más protagonistas de la gestión operativa del mercado y pensamos que va a ser más eficiente si ellos mismos asumen esa parte". 

Se calcula que el nuevo mercado concentre unos 450 puestos de trabajo directos. Los costes de la obra rondan los 9,5 millones de euros. Unos cuatro millones vienen de los 50.000 euros de aportación de los minoristas, casi dos proceden de la aportación a fondo perdido del Ayuntamiento y el resto del canon de unos 220 euros que pagarán también los minoristas durante los 50 años de concesión.