Zaragoza.- El compañero de calabozo de Miguel Ángel Fernández, que fue hallado muerto en la Comisaría de la Policía Nacional del Actur (Zaragoza) en abril de 2016, asegura que, en el momento de la detención, éste "fue un poco golpeado para reducirle", pero ha asegurado que no sabe cómo se hizo el golpe que el fallecido presentaba.
Así lo ha relatado este testigo, Pablo Joaquín C. G., ante el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Zaragoza este martes. Pablo C. G. fue detenido el pasado 4 de abril junto al ahora fallecido, aunque por distintos hechos.
Según su declaración, a la que ha tenido acceso ARAGÓN PRESS, ambos estuvieron juntos en la misma celda, al principio en la comisaría de la avenida de Valencia, y Miguel Ángel Fernández se mostraba "nervioso". Según ha explicado este testigo, daba "golpes" en la celda porque "en el momento de la detención le trataron mal".
"No se opuso a la detención", ha declarado Pablo Joaquín C. G., quien ha recordado que su compañero estaba "cabreado" y "golpeó la puerta a patadas".
Ambos fueron trasladados al hospital y, al regresar, "vinieron unos médicos", ha añadido. Recuerda que Fernández "pedía un médico para que lo mirara" porque estaba "nervioso".
La declaración de este testigo se produce después de que la Audiencia Provincial de Zaragoza ordenara reabrir la investigación sobre la muerte de Miguel Ángel Fernández, estimando así el recurso del abogado de su familia, Marco Antonio Navarro.
Una investigación que había cerrado el juez al estimar el informe de los forenses, que apuntaba que la combinación de fármacos que recibió el detenido pudo intervenir en su muerte, pero no fue decisiva.
