Ahora que Papá Noel le ha asegurado a Puigdemont un referéndum para 2017 (esta vez sí que sí), me pregunto por qué no se apuntan a tal demanda otras comunidades que por su historia y sus particularidades (que también las tienen, fíjate) podrían ser más "nación" que Cataluña, como Aragón, Navarra, Asturias o Castilla y León.
No deja de ser extremadamente patético y bochornoso que mientras los que braman contra un patriotismo español y rancio, facha, retrógrado, involucionado y casposo (así lo apellidan), den forma al mismo tiempo a un patriotismo regional (provinciano) aún más rancio, facha, retrógrado y casposo que el que denuncian. Qué se puede decir: el primero, bien entendido, ensalza la unión y manifiesta los lazos que hemos ido creando a lo largo de la historia; el segundo genera divisiones y confronta, crispa (haciendo de todo ello virtud), se autoproclama patria mesiánica y liberadora, y eleva al pueblo más recóndito de la región a la categoría de megalópolis internacional y nuevo ombligo del mundo.
