Huesca.- Un año de espera ha tenido su recompensa. Los Reyes Magos han llegado esta tarde a Huesca con un mensaje de solidaridad para los más pequeños que también han recogido los mayores. Y la cabalgata ha estado a la altura de la cita, con un séquito de más de 300 personas en el que no han faltado los emisarios reales ni numerosas asociaciones oscenses. Más de 2.000 personas se han congregado en la Plaza de Navarra junto al Casino; en su balcón, Melchor, Gaspar y Baltasar han pedido a los asistentes que "nunca dejen de jugar" y que compartan sus juegos con aquellos más necesitados.
El recorrido real y la llegada de los protagonistas han hechizado a los asistentes, que en algunos casos han esperado durante dos horas para ocupar los lugares de privilegio de la plaza. La fiesta ha comenzado en torno a las seis de la tarde, cuando el paje mensajero ha pasado lista para comprobar que estaban presentes todos los niños de Huesca. Una pantalla gigante en la que se han intercalado imágenes en directo con conexiones con los pajes de los Reyes Magos, y la música de Los Lambreños con la voz de María Pardo han amenizado la espera. La interpretación de villancicos clásicos y modernos ha dado paso al comienzo del desfile, adornado por un espectacular juego de luces.
Este ha partido de la Avenida de Monreal y ha pasado por el Coso Alto, las Cuatro Esquinas y los Porches de Galicia para desembocar en la plaza de Navarra. El tema, con el título de "Constructores de sueños", ha estado coordinado por la compañía de espectáculos Lagarto Lagarto. A ellos se han sumado la Policía Local y los bomberos de Huesca además de entidades locales como el Club Patín Huesca, la Asociación Ymca, el Club de Hípica Salas o las Mairalesas de los barrios y de las peñas de la ciudad. Se han repartido, como novedad, 50 kilos de caramelos sin gluten.
El cierre del desfile, con los tres Reyes Magos, ha sido el momento más esperado. Melchor, Gaspar y Baltasar han llegado en carrozas diferentes y han puesto el pie en tierra acompañados de un silencio expectante al que han seguido las incontables muestras de cariño y euforia. Tras ofrecer sus regalos al Niño Jesús, postrado en el portal con la Virgen María y San José, se han adentrado en el Casino y han hablado desde el balcón.
En él, y acompañados por una traducción en el lenguaje de signos en la pantalla gigante y con Baltasar hablando a los niños en árabe, se han dirigido a los asistentes en clave solidaria. Además de prometerles que habría regalos para todos y que este año no han traído carbón, les han pedido que jueguen con aquellos en una situación más precaria y que se acuerden de aquellos que atraviesan mayores dificultades económicas. Un espectáculo de fuegos artificiales ha clausurado una tarde que deja paso a la noche de los sueños más hermosos.
