Crímenes en la víspera de Reyes

Un hombre mató a su padre en Teruel al clavarle una navaja. En Delicias, Zaragoza, un joven dominicano murió en un tiroteo. Los autores siguen en paradero desconocido. En la avenida de Cataluña, un hombre mató a un indigente al propinarle una brutal paliza. Tres crímenes que tienen en común una fecha: el 5 de enero, víspera de Reyes.

Zaragoza.- "Crímenes en la víspera de Reyes". Bien podría ser el título de una novela o un filme de terror. Nada más lejos de la realidad, este título resume las horas previas a la llegada de los Reyes Magos a Aragón de los últimos dos años. Al menos en lo que a sucesos y actividad policial se refiere.

Teruel, 18.00 horas de 5 de enero de 2015. Es el escenario de uno de estos crímenes: un hombre apuñalaba a su padre en su domicilio, en el número 1 de la calle Agustina de Aragón de la capital turolense.

Ocurrió cuando la mujer y el nieto del fallecido se disponían a comer un pedazo del tradicional Roscón de Reyes. Un bocado que terminó en tragedia cuando el hijo de la víctima, Jesús Ángel Gracia, se lanzó sobre su padre con una navaja de nueve centímetros.

Su padre "no pudo defenderse" y éste le clavó la navaja en el pecho, en el cuello y en el mentón, causándole "una herida penetrante en el corazón y por lo tanto una herida cardíaca así como otras incisas en el mentón y otra de once centímetros por debajo del arco cigomático" y encima de "la mandíbula inferior", según se determinó posteriormente en la sentencia. Dichas heridas que le ocasionaron la muerte.

Fue el sobrino del presunto parricida quien le desarmó, según precisaron posteriormente fuentes de la investigación. Se produjo así un forcejeo y el agresor sufrió heridas por las que tuvo que ser trasladado al Hospital Obispo Polanco de Teruel.

Un joven dominicano de 25 años falleció en Delicias
Un joven dominicano de 25 años falleció en Delicias

Fuentes judiciales aseguraron entonces que la convivencia no era sencilla, pero nunca se habían producido episodios de maltratos físicos.

El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Teruel decretó, el 9 de enero, el ingreso en prisión provisional sin fianza para el agresor tras tomarle declaración. Su abogada, Concha Lasarte, explicó entonces que el detenido, “por supuesto", era "consciente" de lo ocurrido, declaró "con coherencia" y "en ningún momento" mostró "una actitud agresiva”. “Estaba arrepentido”, matizó entonces Lasarte.

Fue juzgado en octubre de 2015. El parricida, en su declaración, se mostró arrepentido y pidió “un millón de perdones a toda su familia”. Un perdón y un arrepentimiento que repitió una vez concluida la vista, añadiendo que se cambiaría por su padre.

“Me gustaría ser yo el que ha muerto y que mi padre continuase vivo”, manifestó. Un arrepentimiento que valoró el fiscal, Benito Soriano, quien rebajó los 20 años de pena máxima a 15 años de cárcel por la atenuante de retraso mental leve.

El jurado popular le declaró culpable y, posteriormente, la Audiencia Provincial de Teruel le condenó a quince años de prisión y le prohibió acercarse a sus familiares durante 16 años a menos de 500 metros ni comunicarse con ellos.

Sin detenidos por el crimen de Delicias

Eran también las 18.00 horas del 5 de enero de 2015 cuando se perpetró otro crimen, esta vez en Zaragoza. El joven dominicano Ariel Carrasco, de 25 años, falleció al recibir un impacto de bala en un tiroteo en la calle Navas de Tolosa del distrito Delicias.

Además, una vecina del inmueble, de 66 años, resultó herida de carácter leve y tuvo que ser trasladada al Hospital Clínico Lozano Blesa. Dos años después de ese crimen, el autor o autores siguen en paradero desconocido.

Ocurrió durante un pase de cocaína que había organizado el fallecido junto a Ramón Eduardo H. G., Juan Evangelista L. D. y Melvin O. V. La Policía Nacional detuvo a estos tres narcotraficantes y, en abril de 2016, la Audiencia Provincial de Zaragoza les condenó a seis, tres y tres años de cárcel, respectivamente, como autores de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas.

El crimen del patinador 

Jorge Callejas defendió su inocencia ante el jurado popular que le juzgó en noviembre de 2016
Jorge Callejas defendió su inocencia ante el jurado popular que le juzgó en noviembre de 2016

Un año más tarde, el 5 de enero de 2016, Zaragoza volvió a ser el escenario de un nuevo crimen. En esta ocasión, un indigente, Said, recibió una brutal paliza en la avenida de Cataluña y murió horas después en el Hospital Clínico.

Por estos hechos fue detenido Jorge Callejas, de 35 años, y en noviembre del año pasado un jurado popular juzgó a este aficionado del patinaje en la Audiencia Provincial de Zaragoza. Negó que matara al indigente Said, aunque sí reconoció que se acercó a él -al que conoció esa noche en un bar de Santa Isabel- para "tranquilizarle".

Sus argumentos no convencieron al jurado que le declaró culpable de la muerte del transeúnte. Frente a los 19 años de cárcel que pidió la fiscal y los 20 del abogado de la familia de la víctima, el tribunal provincial le condenó a 17 años de prisión.

Además, deberá indemnizar con 80.000 euros a la familia del fallecido (40.000 para la madre y 10.000 euros para cada uno de sus cuatro hermanos) y con 1.261,41 euros al Hospital Clínico, por la atención prestada al indigente. 

Su defensa, ejercida por el abogado José Luis Melguizo, convencido de que no había pruebas para condenarle ya anunció que recurrirá la sentencia al Tribunal Superior de Justicia de Aragón.