Zaragoza.- La sociedad ha cambiado y ahora es el momento del diálogo, del pacto y del consenso. Al menos es lo que piensa la nueva portavoz del Grupo Parlamentario Popular en las Cortes de Aragón, Mar Vaquero (San Sebastián, 1970).
También alcaldesa de María de Huerva, esta licenciada en Derecho sucede a Roberto Bermúdez de Castro, actual secretario de Estado de Administraciones Territoriales. Pero el cargo no le resulta desconocido, ya que hasta hace apenas 15 días era la portavoz adjunta.
Para Mar Vaquero lo importante son los ciudadanos y, por eso, aboga por tener unos presupuestos para 2017 cuanto antes. Pide al Gobierno de Aragón, presidido por el socialista Javier Lambán, que presente ya las cuentas. Pero mientras llegan, Vaquero no descarta sentarse a hablar con el PSOE si se lo pidiera.
En cuanto al papel que jugarán las decisiones de Madrid en el presupuesto aragonés, tales como el techo de gasto, el déficit o la financiación autonómica, asegura que el Gobierno central será justo con la Comunidad.
Pregunta.- ¿Va a ser la nueva portavoz del PP una portavoz de consenso?
Respuesta.- Si algo ha demostrado el PP es la responsabilidad de saber que somos el grupo mayoritario de las Cortes y de la oposición. Para nosotros es primordial trabajar por el interés general y llevar a cabo nuestro trabajo apoyándonos en las aportaciones pensadas en el bienestar y la prosperidad de los aragoneses.
P.- Una prosperidad que en gran parte depende de los presupuestos para 2017. ¿Creen que finalmente las cuentas las pactará la izquierda?
R.- Los presupuestos ni los vemos. Nuestra petición al Gobierno es que traiga ya las cuentas a la Cámara. Es responsabilidad del presidente de Aragón, Javier Lambán, presentar el proyecto de presupuestos para que todos los grupos podamos hacer nuestras aportaciones.
Hasta ahora hemos visto que el Gobierno está solo y que no va a poder traer unos presupuestos consensuados con los grupos que le apoyaron en la investidura. Cada vez se arrincona más en esa soledad.
P.- ¿Por lo tanto no cree que, como anunció el consejero de Presidencia, Vicente Guillén; habrá un borrador antes de Navidad?
R.- No lo sé, ya veremos lo que pasa. Hasta ahora se han estado esforzando en sentarse con los grupos que ellos llaman de la izquierda progresista y, ante esa negativa reiterada, Guillén anunció la posibilidad de traer los presupuestos. Pero también dijo que sin el apoyo necesario se planteaba retirarlos, lo que aún ahonda más en ese fracaso del Gobierno.
Hay que valorar las consecuencias negativas de empezar el año sin tener presupuestos y de que se prorroguen los de 2016, porque hay muchas inversiones y planes que no se podrían llevar a cabo.
P.- Y si llega ese borrador, ¿sigue pensando como ya dijo en el Pleno que Podemos “va a acabar tragando”?
R.- Podemos está continuamente reprochando cosas a Lambán y reivindicando su posición de oposición, pero les hemos recordado que Lambán gobierna porque tuvo su apoyo. Hemos visto decir a Podemos que no quieren negociar ni tener reuniones sobre los presupuestos, pero tampoco les hemos oído decir que no vayan a aprobarlos.
Estamos de nuevo ante un episodio que evidencia la inestabilidad, debilidad y precariedad de un Gobierno que solo se aseguró de tener la Presidencia.
P.- Alguna formación insinuó un acercamiento entre PP y PSOE y una posible negociación de los presupuestos. ¿Ha habido un contacto real?
R.- Contacto no. En el día a día, en todas nuestras intervenciones, insistimos en la necesidad de llevar a cabo una política responsable. Se trata de un Gobierno completamente solo, apoyado en el sectarismo y que excluye las aportaciones que les hacen los otros grupos de la Cámara. Contacto no ha habido ninguno.
Hasta ahora, el PP ha ayudado a llevar a cabo políticas que eran necesarias para el interés general. Hemos ayudado, por ejemplo, a pagar las nóminas de los profesores o a la prestación de servicios públicos a través de las comarcas. El PP ha tomado una posición de responsabilidad cuando el Gobierno ha sido incapaz de dar solución a estos problemas.
P.- Una de esas ayudas fue una modificación presupuestaria a la que dieron su visto bueno y que concedía 20 millones de euros a la educación concertada, un apoyo que generó de nuevo rumores sobre ese “buen rollo” entre PP y PSOE. Y cuando el río suena…
R.- Nosotros tomamos decisiones pensando en el interés general y en ser responsables. Tenemos un compromiso y un proyecto político para Aragón, y desde luego tenemos claro que somos la única alternativa de Gobierno. Bajo ese prisma, si hay que apoyar modificaciones presupuestarias, lo haremos.
P.- ¿Se sentarían en cualquier caso a hablar con el PSOE?
R.- El Gobierno de Aragón debería tener la capacidad, que hasta ahora no han demostrado, de poder llegar a acuerdos, de negociar y de pactar. El PP nunca ha cerrado la puerta a cualquier vía de diálogo, y menos aún si lo que está en juego son los presupuestos y el bienestar de los aragoneses.
P.- Y se sentasen, ¿qué es lo que reivindicarían?
R.- La principal carencia que evidenciamos en estos momentos es la necesidad de impulsar la actividad económica. Los presupuestos de 2016 se han olvidado de que para mantener la educación, los servicios sociales y la sanidad hay que poder pagarlos. Por lo tanto, hay que incentivar economía. Los presupuestos se han olvidado también del territorio y de garantizar que todos los aragoneses reciban los mismos servicios.
Además, vamos a reivindicar una bajada de impuestos. Los presupuestos para 2017 van a contar con 500 millones de euros más que en 2015 y eso, lógicamente, da margen para bajar impuestos.
P.- Pero, ¿y si llega menos dinero de Madrid? Porque hay muchos temas pendientes: el techo de gasto, la financiación autonómica, etc.
R.- El Gobierno central va a ser justo porque conoce las necesidades de Aragón. Lo que no se puede fomentar es el enfrentamiento entre comunidades autónomas. Hay que trabajar con lealtad y echamos en falta esa actitud en el Gobierno de Lambán, que está empeñado en buscar un enemigo en Madrid, en buscar responsabilidades cuando no puede solucionar problemas que son de su competencia.
Debería preocuparse por tener una relación abierta con Madrid y no ver un enemigo y ponerse la guerrera cada vez que tenga que hablar con el Gobierno central. Tiene que tratar de tender puentes pensando en el interés general.
P.- ¿Se tenderán puentes en la Comisión Bilateral?
R.- Funcionó bien la anterior Legislatura, pero lo primero que debe hacer Lambán es reflexionar sobre cuál es la actitud y el talante con el que va a asistir a esas reuniones.
P.- Antes hacía referencia a la prestación de servicios en el territorio. El pasado martes se constituyó la Comisión de Competencias de las Cortes de Aragón, de la que es ponente y coordinadora. ¿Cómo creen que funcionará y cómo se abordará la reorganización de las competencias?
R.- La Comisión se crea a raíz de una solicitud del PP a principios de la Legislatura, para llevar a cabo la reforma del modelo territorial aragonés. Es uno de los compromisos de todos los partidos políticos y creo que es una obligación sentarnos a hablar y buscar consensos, porque está en juego la prestación de los servicios y la igualdad.
El planteamiento que hemos llevado es buscar el acuerdo, no eliminar entidades de las que existen actualmente y reordenar las competencias para que los recursos públicos sean gestionados de la mejor manera posible. Todos los grupos nos tenemos que dejar pelos en la gatera porque no será el modelo de nadie, pero tiene que ser el modelo de todos.
P.- ¿Será posible el acuerdo?
R.- Va a ser duro, pero hay que tener altura de miras. Hay mucha documentación porque en la pasada Legislatura se trabajó mucho sobre este tema. Fue el PSOE el que se cruzó de brazos y el que se negó a hacer aportaciones, pero ahora creemos que hay voluntad y no hay que olvidar que tenemos que pensar en los ciudadanos.
P.- Un ejemplo de voluntad y acuerdo es la Lomce, ¿van a ir por ahí los tiros?
R.- La Lomce nos da una visión de cómo ha empezado a trabajar el Gobierno de España, que creo que gana la partida al Ejecutivo autonómico en diálogo. Ni en Aragón ni es España hay mayoría absoluta, pero en Aragón gobierna el partido que perdió las elecciones, que además es inestable; mientras que en España lo hace el que sí que ganó en las urnas.
En estos momentos estamos viendo su voluntad de negociar, de pactar, de llegar a acuerdos. Y esa es la gran diferencia, Mariano Rajoy está abierto a pactar y a no rechazar a ningún partido político, mientras que Lambán es incapaz de llegar a acuerdos y no quiere hablar con grupos que le han tendido la mano, como es el caso del PP.
P.- Si el PP hubiera obtenido mayoría absoluta, ¿se habría mostrado tan dialogante?
R.- Sí, porque es evidente que la sociedad española ha cambiado. Sabemos que muchas de las políticas que en estos momentos son necesarias deben partir del diálogo y de la voluntad de llegar a acuerdos, sobre todo por la necesidad de que luego se mantengan en el tiempo. Vienen años en los que se van a tener que buscar el acuerdo.
