Violeta Barba: "No veo problemático que se hable de Aragón como país"

La presidenta de las Cortes, Violeta Barba, defiende que el Parlamento no está parado, pese a las relaciones entre el PSOE y Podemos. Barba aplaude la aprobación de leyes de carácter social, aunque reconoce que las "inercias" parlamentarias dificultan algunas de sus medidas. No cree "problemático" que se considere a Aragón como un "país"

Zaragoza.- El 15 de septiembre, la diputada de Podemos negociar los Presupuestos antes de llevarlos a la Cámara autonómica.

Estos episodios de desencuentros entre los partidos de izquierdas, con la abstención del PSOE en la investidura de Mariano Rajoy (PP), no han hecho temblar el pulso con el que Violeta Barba, abogada laboralista y otrora militante de IU, asumió la Presidencia para hacer de Aragón un lugar "más justo e igualitario". Convencida feminista, condena con firmeza, desde el altavoz que ofrece la Cámara autonómica, cada caso de violencia machista que, actualmente, se produce en la sociedad española.

Aunque dos meses no son tiempo suficiente para extraer conclusiones, la presidenta de las Cortes ya ha comenzado a poner en marcha algunas de las medidas de su hoja de ruta al frente del Parlamento, como la justificación de las dietas, el estudio para quitar los coches de la fachada de la Aljafería o la propuesta de reuniones de la Mesa de las Cortes por el territorio, para el primer trimestre de 2017. No obstante, reconoce que la inercia de la Cámara, con el afán de los partidos por copar los plenos con sus iniciativas, está dificultando la conciliación laboral, clave para consolidar el rol femenino en la política que ella defiende.

Barba, además, valora el trabajo legislativo de la Cámara, que está respondiendo a cuestiones sociales de actualidad con leyes como la de reducción de la pobreza energética, que salió aprobada, hace unas semanas, por unanimidad, o la ley de emergencia social, que se tramitará en el próximo Pleno. Y confía en tener un nuevo Reglamento de las Cortes en 2017. Celebra el carácter pionero de estos textos legislativos, y avala los cambios constitucionales que reclaman una reforma del modelo de Estado por parte de una ciudadanía que, a su juicio, ya ha dejado de lado la Transición. Las leyes, recuerda, no son inamovibles.

Pregunta.- Llegó a la institución para abrir las puertas del palacio y aumentar la transparencia, entre otras cuestiones. En los últimos días, se ha conseguido que los diputados tengan que justificar su trabajo para cobrar las dietas de manera íntegra. ¿Es esta su primera medalla?
Respuesta.- Bueno, hablamos de una medida que cuenta con el acuerdo de todos los grupos políticos. No se trata de colgarse medallas ni conseguir titulares, sino de dar cuenta de lo que sucede con el dinero público de las instituciones. Este es un avance sobre el que se va a seguir progresando, que va a ser pionero y del que esperamos que otros parlamentos vayan tomando nota.

P.- No obstante, la racionalización de los horarios todavía sigue pendiente, con sesiones plenarias de casi doce horas que no responden al rol femenino de la política por el que tanto aboga. Parece que, en este sentido, las cosas de palacio siguen yendo despacio.
R.- Se trata de conseguir esa necesaria conciliación, y que se traten más temas, pero con un mayor seguimiento informativo y tiempo de preparación, mediante las comisiones parlamentarias. Sí es cierto que las cosas de palacio van despacio, porque responden a inercias muy arraigadas, y es lógico que los grupos políticos quieran meter cuantos más temas mejor en el Pleno, pero se están consiguiendo avances, avances lentos.

P.- Además de esta medida, en el documento que presentaron para una Presidencia del siglo XXI hablaban de abrir las puertas a la ciudadanía y lograr que se comprendiera y valorase la actividad parlamentaria. En estos tiempos de desafección política, ¿cómo se consigue?
R.- Apostamos por un movimiento bidireccional, en el que los diputados salimos a la calle, como representantes de las Cortes, y el Palacio recibe a los ciudadanos. Sobre este último asunto, hemos conseguido, entre otras cuestiones, que se pongan en funcionamiento en la primavera que viene una serie de visitas teatralizadas. Queremos que la gente sepa que ahí, en la Aljafería, está la sede de las Cortes, pero tengan, además, un reclamo cíclico para poder venir a ver cosas nuevas.

También pretendemos retomar las visitas a la zona parlamentaria e impulsar los encuentros con los alumnos de Derecho para que conozcan cómo se hace la actividad legislativa. Estas son las piedras que hemos sentado y, a partir del próximo año, tenemos que empezar a construir sobre ellas.

Gracias a los apoyos de PSOE, CHA e IU, la diputada de Podemos se convirtió en la primera mujer en presidir el Parlamento aragonés
Gracias a los apoyos de PSOE, CHA e IU, la diputada de Podemos se convirtió en la primera mujer en presidir el Parlamento aragonés

P.- Esto de explicar la actividad parlamentaria es algo que puede resultar complicado cuando incluso los propios parlamentarios se abruman ante procesos farragosos, como vimos en el debate sobre el estado de la Comunidad, con la votación de las propuestas de resolución. ¿Necesita el Parlamento actualizarse de manera profunda?
R.- Sí, existen nuevos métodos y nuevas tecnologías que hacen más cómodo el trabajo diario y pueden ser más útiles para explicar el trabajo a la ciudadanía. Hasta ahora, las Cortes lo habían abordado de una manera muy tibia, pero ya hemos empezado a tratar este asunto con el servicio de informática. Uno de los objetivos es que todo el mundo pueda ver en qué momento se encuentra la tramitación de algunas leyes que, al final, les van a afectar.

P.- Estas son tareas que vienen de la mano de Podemos, con ese documento repleto de propuestas, pero usted se encontró una pila importante de proyectos sobre la mesa. Hablamos de la reforma del Reglamento de las Cortes y la ley de la renta social básica. ¿Por qué se está retrasando tanto la tramitación?
R.- Todo depende de las ponencias en las que los grupos parlamentarios estudian estas iniciativas. Yo creo que el ritmo legislativo, en cuanto a las iniciativas de la Cámara, está siendo bueno y se ha centrado en los problemas actuales, como la Ley de reducción de la pobreza energética, que salió aprobada por unanimidad, que tiene un carácter pionero y por la que debemos felicitarnos como Parlamento. Además, la Ley de medidas de emergencia social se va a llevar al Pleno de la semana que viene para someterse a votación, y se está avanzando en la ponencia del Proyecto de Ley de Integridad y Ética Pública.

Respecto a la reforma del Reglamento, es un tema que viene de otras legislaturas y que se ha ido posponiendo por la falta de acuerdo político. En esta ocasión, los portavoces sí que van acabando de perfilar cuáles tienen que ser los marcos de la modificación y la ponencia avanza viento en popa. Espero poder decir que a finales de 2017 tenemos un nuevo Reglamento, que ahonde en la participación, en las nuevas tecnologías y en la nueva forma de hacer las cosas, tan necesaria para revivir la política.

P.- Los parlamentos, como dice, tienen sus tiempos, pero ¿no cree que la situación política nacional ha influido en la actividad de las Cortes?
R.- La situación nacional, que a veces se quiere dejar fuera de la ecuación, existe. Como consecuencia, hay elementos que están determinados, como el techo de gasto [de los Presupuestos], la inversión estatal en infraestructuras y, lógicamente, las relaciones entre los partidos. Pero, como señalaba antes con la aprobación de la Ley de reducción de la pobreza energética, es posible llegar a acuerdos entre todas las fuerzas parlamentarias, independientemente de la política nacional.

P.- En esa apertura de la institución, también se quieren retomar los plenos y las reuniones de la Mesa de las Cortes extramuros, que se habían suspendido por motivos económicos. ¿Le salen las cuentas a la presidenta?
R.- Ya tenemos un borrador de cuáles pueden ser las primeras visitas de la Mesa de las Cortes, y esperamos poder ponerlo en marcha en el primer trimestre de 2017. Con estas salidas, queremos, por un lado, poner el foco en los problemas de los territorios y, además, explicar cuál es la función de las Cortes. Todavía faltan por cerrar algunos flecos, pero, en cualquier caso, saldremos a las tres provincias, porque las Cortes es una institución de todos los aragoneses y no se puede circunscribir al Palacio de la Aljafería, en Zaragoza capital.

P.- Parte de estas actividades pretende realizarlas con el dinero que se ahorre el Parlamento con la reducción del 5% en el sueldo de los diputados y del 15% en su caso, como presidenta. Para llevar a cabo estas modificaciones, al igual que para poner en marcha las leyes de calado social que están saliendo adelante, sería importante la aprobación de un nuevo Presupuesto autonómico. ¿Confía en que lleguen pronto las cuentas a la Cámara?
R.- El Estatuto de Autonomía recoge que el Presupuesto debe presentarse antes del final del tercer trimestre, y esto ya se ha incumplido. No obstante, sí que espero que llegue antes de final de año, y que los grupos parlamentarios puedan negociar como consideren que tiene que hacer.

Barba, abogada laboralista, asumió la Presidencia para hacer de Aragón un lugar
Barba, abogada laboralista, asumió la Presidencia de las Cortes para hacer de Aragón un lugar "más justo e igualitario"

P.- En el mes de septiembre se firmaron dos acuerdos entre las cuatro fuerzas progresistas del Parlamento para otorgarle a usted la Presidencia y sentarse a negociar los Presupuestos. Tras las recientes negativas de su formación a fijar las prioridades de las cuentas del Ejecutivo autonómico, CHA ha cuestionado su legitimidad para estar al frente de la institución. ¿Se puede sentir amenazada si Podemos no apoya los Presupuestos?
R.- No es una cuestión de contar con los apoyos parlamentarios. Consideramos que estamos legitimados para ostentar la representación por los votos que tuvimos en las elecciones autonómicas, a menos de un punto porcentual del PSOE. Somos un partido de oposición, cuyo lugar está en el Parlamento y no en el Gobierno, y nos postulamos para solucionar la situación, tras la renuncia del socialista Antonio Cosculluela, y conservar la mayoría progresista, en la Mesa de las Cortes.

P.- En los anteriores Presupuestos dijeron que habían conseguido pintar el presupuesto de topos morados, que luego, critican, se convirtieron en azules "de una tacada". Tras el rechazo de Echenique al presidente Lambán para negociar con él, ¿qué pinta Podemos en estas cuentas?
R.- En el Grupo Parlamentario de Podemos venimos repitiendo que el hecho de no sentarse a negociar en una mesa camilla no obsta para hacerlo, una vez lleguen las cuentas al Parlamento. No entendemos qué cambia para que haya que hacerlo antes, de manera previa. No se trata de no negociarlos, sino de hacerlo en el lugar que pertenece, como ocurrió el año pasado.

P.- Si finalmente es así, ¿contemplan abrir una mesa entre los cuatro grupos de la izquierda previa a la ponencia para estudiar las enmiendas?
R.- Se habla siempre de esa negociación en la ponencia, durante la fase de enmiendas, y en igualdad de oportunidades con el resto de grupos parlamentarios.

P.- Su partido acaba de aprobar un documento político en la Comunidad, redactado por Pablo Echenique y que usted no suscribió, en el que habla de Aragón dentro de un "país de países". Desde su figura de presidenta de las Cortes, con la obligación de hacer cumplir el Estatuto y respetar la Carta Magna, ¿cómo valora este pronunciamiento en el que otros partidos han visto un atisbo de separación?
R.- No creo que sea un atisbo de independencia ni separatismo, aunque es un documento político que recoge un sentir ciudadano que se ha podido ir viendo a lo largo de los últimos años, de esa necesidad de reforma constitucional que se viene pidiendo desde el 15-M. Esto es legal, porque la Constitución y las leyes no son inamovibles, y se pueden cambiar a través de los procedimientos.

Es innegable que el sentir de la ciudadanía con respecto a lo que se construyó en la Transición ha ido cambiando y no veo problemático que se hable de país de países, o que un diputado se refiera a Aragón como nuestro país. Todo esto es simbología política y es lógico que esté recogido en un documento político.

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