Raúl Agné: "La palabra ascenso está en mi cabeza, me la digo a mí mismo"

El círculo se cierra en la vida profesional de Raúl Agné. El técnico fue parte integrante en sus inicios como futbolista de la estructura de la Ciudad Deportiva y ahora se hace cargo nada más y nada menos que del banquillo del primer equipo. Empresa nada sencilla teniendo en cuenta que el Real Zaragoza atraviesa una situación complicada.

Zaragoza.- La llegada del técnico mequinenzano Raúl Agné a los mandos de la nave técnica ha devuelto la ilusión, no sólo a la afición sino también a varios integrantes de la primera plantilla que parecían perdidos para la causa. Conocedor de la ciudad, el club y la hinchada, reconoce que nadie debe decirle dónde se encuentra, sino que es el primero que se toma el reto del ascenso con naturalidad y como un objetivo que debe llegar más pronto que tarde. 

Pregunta.- ¿Cómo están siendo las dos primeras semanas al frente del Real Zaragoza?
Respuesta.- Bien, cómodas, con ganas de ayudar y muy ilusionado para que esto vaya bien. 

P.- ¿Pensaba que la plantilla iba a ser distinta a lo que se ha encontrado? 
R.- No, porque a estas alturas mal si el entrenador no conoce la categoría, los equipos y las plantillas. Luego en las distancias cortas hay cosas que pueden sorprender, más positivas que negativas, y en este sentido me he encontrado un grupo extraordinario.

P.- ¿En qué cree que ha evolucionado el equipo moral y anímicamente desde su llegada?
R.- La primera victoria te ayuda a coger fuerzas y te permite seguir creciendo y trabajando con una sola idea, que es la de ganar todos los partidos.

P.- Decía en su llegada que lo importante era que el grupo se convenciera y creyera en ser capaces de ganar a cualquier equipo y se está cumpliendo.
R.- Primero tiene que haber un convencimiento, luego una intención y después ejecutarlo. Si no estás convencido y no tienes intención es muy difícil de desarrollar dentro del terreno de juego. Estoy muy satisfecho de que ellos recuperen la moral pensando en que son un equipo que puede ganar a cualquiera y más en esta categoría que nadie es mejor que nadie.

P.- Tanto Barrera como Edu García han manifestado en los últimos días que con usted se ha ampliado la plantilla. Es una premisa que cuantos más jugadores sean capaces de aportar mejor.
R.- Los objetivos pienso que no se consiguen desde un once, se consiguen desde una plantilla y todo el mundo se ha de sentir importante. Luego el entrenador elige a quién da más o menos minutos, pero en todo momento todo futbolista debe estar convencido de que puede aportar cosas y hay que hacerles sentir importantes.

P.- ¿Es complicado llegar a mitad de temporada a un equipo y no poder darle forma desde el principio?
R.- Estoy acostumbrado últimamente. Es cierto que hay que sacar rendimiento y construir un equipo desde la competición, intentando ganar todos los puntos que puedas. Siempre es más difícil pero no es excusa.

El mequinenzano reconoce que le costó poco aceptar la oferta zaragocista
El mequinenzano reconoce que le costó poco aceptar la oferta zaragocista

P.- Hablaba de la plantilla y uno de los jugadores que no ha entrado en citación todavía es Popa, algo que se repetía con Milla. ¿Qué ocurre?
R.- Hay que entender que es un chico extranjero, muy joven, que ha llegado a una ciudad distinta con un contexto distinto. Eso no es fácil y hay que tener paciencia y ver su evolución, nada más que eso. 

P.- Algo que ha lamentado públicamente es la incapacidad para saber cerrar los encuentros del equipo de momento
R.- Estamos creciendo poco a poco y queremos dar pasos firmes y consolidarnos como equipo. Todos los momentos que se dan en un partido es imposible aprenderlos en una semana, esto es muy largo, pero poco a poco esperamos mejorar todo eso. 

P.- ¿Fue sencillo el firmar por el Real Zaragoza o hubo mucho tiempo de negociación?
R.- Fue muy corto porque es un lugar que conozco, soy de un pueblo de aquí y tengo una ilusión enorme por ayudar y por que vaya bien. 

P.- Conoce bien Zaragoza y al Real Zaragoza. ¿Lo que se ha encontrado es lo que esperaba o lo ha visto cambiado?
R.- No, es un club de Primera que está en Segunda por circunstancias y que no está en estos momentos en la situación que estaba cuando yo estuve aquí. Pero sólo hay una intención, que vuelva a ser lo que fue más pronto que tarde.

P.- Cuando llegó la dinámica era mala, con tres puntos de los últimos 18, pero ahora está a tres del ascenso directo. Dentro de lo malo, la igualdad puede favorecer la reacción. 
R.- Esto es muy largo y todos sabemos cómo es la categoría. Igual que estamos a tres de arriba, estamos a tres de abajo. No lo hemos mirado así y la intención no es esta. Lo veo desde el entrenamiento diario y lo más inmediato es el Mirandés. Mirar la clasificación no tiene sentido. 

P.- Respecto al entorno, ¿qué se ha encontrado en la ciudad y en la afición?
R.- Es un lugar que para mí es un hábitat natural, no me sorprende nada. Sé el fútbol que se ha jugado aquí, cómo es el aficionado, lo que espera y que sabe cuál es la realidad del club. En ese sentido nos va a ayudar. Pero nosotros desde el campo tenemos que darles para que eso suceda. 

P.- Cuando Narciso Juliá descuelga el teléfono y le llama para ofrecer la posibilidad de entrenar al Real Zaragoza, ¿qué le pasa por la cabeza?
R.- Que vuelta a donde empezó todo. Me fui de mi pueblo para venir aquí y no he vuelto más. A partir de ahí jugué y luego empecé a entrenar. Me he ido curtiendo, tengo una experiencia en la categoría y jamás me hubiese imaginado esto. Una vez me llaman y estoy aquí he vuelto donde empezó todo, con toda la naturalidad del mundo. Con un sentimiento mayor que en otros lugares, está claro. 

El entrenador zaragocista asume con naturalidad el reto del ascenso
El entrenador zaragocista asume con naturalidad el reto del ascenso

P.- Siempre se relaciona a Agné con el carácter. ¿Le molesta?
R.- Que me digan que tengo carácter no me parece mal, pero si me dicen que es malo sí porque no es verdad. Tengo una personalidad fuerte, pero no me he pegado con nadie ni he matado a nadie todavía. Es un estereotipo. Sólo puede opinar la gente que ha estado contigo, pero no le doy más importancia. 

P.- Volviendo a lo puramente deportivo, uno de los apartados que más hay que mejorar es la defensa. Con los números de goles en contra parece difícil dar un salto en la clasificación. 
R.- Somos de los mejores en cuanto a goles a favor y de los peores en goles en contra. Es cuestión de poco a poco encontrar ese equilibrio y estoy seguro de que lo encontraremos sin darle más importancia de la que tiene. 

P.- Está contando con bastantes bajas y muchas en la misma posición. 
R.- Cuando van mal dadas se suele juntar todo lo malo, pero tenemos que entender que no hay que escudarse en ello y seguir compitiendo. Lo que deseo es agarrar todos los puntos que podamos y seguir recuperando a toda la gente que tenemos fuera ahora mismo porque eso nos hará más fuertes como equipo. A mí como entrenador me gustaría tenerlos a todos, pero no me voy a excusar. 

P.- Al hilo de esto, quedan pocos días para que acabe el plazo de refuerzo por la lesión de Wilk. ¿Cree que le vendría bien un jugador más?
R.- Acabo de aterrizar, llevo dos semanas aquí y sólo he atendido a intentar sacar el máximo rendimiento posible a los jugadores. No he perdido ni un segundo en este sentido porque hay una dirección deportiva y cuando toque el momento ya se hablará. 

P.- Está contando con varios jugadores del Deportivo Aragón tanto en los entrenamientos como en los partidos. ¿Qué le está pareciendo?
R.- Creo que los muchachos tienen que entender que están ante una gran oportunidad. En mi época era el mejor Zaragoza de los últimos tiempos y era más difícil asomar la cabeza. El entrenador va a estar pendiente de ellos y es una cosa suya desde la humildad, esfuerzo y ganas de mejorar poder dar el salto al primer equipo. Nadie les va a regalar nada pero se les va a tener muy presentes. 

P.- Hablando de las categorías inferiores, estuvo viendo encuentros e incluso se acercó a los más pequeños y entró al vestuario para que le vieran una persona cercana. 
R.- Siempre lo he hecho. He tenido sentimiento de club y he tenido muy presente la base porque yo he sido un jugador de base. Vine a ver el cadete, me gustó mucho y al final del partido le pedí a su entrenador entrar a felicitarles y lo hice a todos, nada más que eso. Que me vieran un tipo cercano y valorarles que jugaran bien. No es postureo, me libera y da energía estar con los jóvenes porque son espontáneos y tienen hambre y eso me lo transmiten a mí también. 

P.- ¿Para cuándo espera a Dongou?
R.- En dos o tres semanas podrá entrar. Cuando se me diga que puede estar atenderé, mientras tanto le seguimos de cerca pero todavía falta. 

P.- Otro nombre propio es el de Javi Ros, que desde su llegada parece haber dado un salto de nivel
R.- A mí Javi Ros siempre me ha gustado. Me he enfrenado a él y reúne unas características como centrocampista muy buenas. Se les está dando roles a todos y él el suyo cada vez lo hace mejor. Estoy encantado porque es un jugador que puede crecer todavía mucho más. 

Agné asegura que se ha encontrado en Zaragoza lo que esperaba encontrarse
Agné asegura que se ha encontrado en Zaragoza lo que esperaba encontrarse

P.- Imagino que cuando llega al equipo el vestuario no pasaría por su mejor momento. Cuando dentro hay gente como Cani y Zapater tiene que ser mucho más fácil para tirar del carro. 
R.- Siempre he dicho que lo que más ayuda a los entrenadores es tener buenos futbolistas y si a eso le sumas que sean grandes profesionales y con un sentimiento zaragocista mucho mejor. No me gusta personalizar, pero es cierto que ellos transmiten al resto lo que es este escudo y la historia y se lo hacen más fácil al entrenador. 

P.- En lo particular, qué difícil tiene que ser ver los partidos desde arriba.
R.- Sí porque no dejas de ver el partido como un aficionado y más como está ahora el tema que cuando te arrestan no te dejan ni pisar los vestuarios. Lo prefiero desde abajo porque se vive de otra manera. Nosotros somos un cuerpo técnico que llevamos mucho tiempo juntos y hablamos el mismo idioma. No porque esté abajo se va a ver algo distinto. 

P.- Siempre nos ponemos en lo negativo y decimos que Zaragoza es una plaza complicada y más en Segunda División. Pero viene de una última etapa en el Tenerife que también lo fue. Está curado de espanto. 
R.- He tenido la suerte de crecer como entrenador en lugares muy complicados. Huelva, Cádiz y Tenerife, muy convulsos en su entorno. Eso te hace mejor entrenador y estoy un poco curado de espanto. 

P.- ¿Dónde ha escuchado más la palabra ascenso, en la calle o en el vestuario?
R.- En mi cabeza, me la digo a mí mismo. No hace falta que nadie me diga dónde estoy porque lo sé. Eso se tiene que aceptar de manera natural desde el día a día. La ambición no está en lograr el ascenso y celebrarlo, sino en el camino hasta eso. La ambición es la del día a día y se ha de creer, no pensar en el día que se celebre, que estoy seguro de que será más pronto que tarde.