Cerca de 2.000 estudiantes recorren Zaragoza reivindicando la suspensión de las reválidas y la desaparición de la Lomce

"La educación no se vende, se defiende" ha sido el grito que ha llenado este miércoles las calles de Zaragoza. Miles de estudiantes han participado en una marcha que ha sido secundada, según la organización, por el 95% del alumnado a partir de tercero de la ESO. La huelga reivindica la suspensión de las reválidas y la Lomce.

Zaragoza.- Cerca de 2.000 estudiantes zaragozanos han participado este miércoles en la huelga convocada en 40 ciudades españolas, y que ha reclamado la derogación de la Lomce y las pruebas de las reválidas en 4º de la ESO y 2º de Bachiller. Centenares de pancartas, llenas de consignas que demandaban un cambio en el sistema educativo actual, han salido a las 12.00 horas de la Plaza San Francisco, con el fin de concienciar a la sociedad sobre la problemática a la que dicen se están enfrentando con esta nueva metodología de enseñanza.

Un "rechazo frontal" a la nueva ley de educación que "promueve un modelo educativo arcaico que no garantiza la calidad educativa como predica”. Para la coordinadora de Adea, Sara Bovio, la Lomce es una ley que "carece de sentido" desde el momento en el que ha sido impulsada por un solo partido, "y el resto de la comunidad educativa se ha mostrado en contra".

Una opinión que coincide con la expresada por Fapar. Además, la miembro de la junta Ester Andrés ha definido a la norma como "segregadora, elitista y antidemocrática".

Preocupación de los estudiantes

Varios estudiantes han expresado su preocupación ante un examen del que dicen "no tienen detalles de cómo va a ser", y para el que, por lo tanto, no saben cómo prepararse.

María es una joven de 15 años y que está cursando 3º de la ESO. Minutos antes de comenzar la marcha ha confiado en que las movilizaciones "hagan reaccionar" al nuevo Gobierno. "La gente dice que esto no sirve de nada, pero si somos muchos al final nos tendrán que escuchar, lo que se pone en juego es nuestro futuro", ha lamentado.

Otra chica de 16 años se ha quejado de la situación de incertidumbre que se vive en las aulas, y que "hasta los profesores nos transmiten", aunque ha asegurado que "más pena" le dan los alumnos de Primaria, ya que "se ven sometidos a una presión para la que no están preprados con estos exámenes". 

Uno de los argumentos que más se ha escuchado entre los estudiantes se ha basado en la "injusticia" que supone estar examinándose durante toda la Secundaria o el Bachiller para al final "jugártelo todo a un examen". En caso de suspenderlo, para José, otro estudiante de Bachiller, solo hay tres opciones posibles: "Salir al mercado laboral sin ningún título, prepararte el examen de nuevo por tu cuenta durante un año, o pagar a una academia para que te lo preparen; es decir, apoyar los negocios privados en la educación". 

El portavoz del sindicato de estudiantes en Zaragoza, David Jiménez, ha señalado que la utilización del lenguaje franquista en algunos de sus panfletos tiene como objeto recalcar que las reválidas "son un paso atrás en el sistema, y nos devuelve a la época en la que quien no tenía dinero para pagarse los estudios se tenía que resignar". 

Ha reclamado una movilización por parte de todas las fuerzas de izquierda para tumbar la polémica ley y construir una que satisfaga las necesidades de la mayoría. "El problema de la Lomce es que infravalora el trabajo de los profesores, y que las reválidas exigen una mayor carga de estudios para los alumnos, que encima desconocen a qué se van a enfrentar", ha concluido Jiménez. 

Eliminación de las reválidas

Las polémicas reválidas son la de 4º de la ESO y la de 2º de Bachillerato. La primera consta de siete exámenes con contenidos de tercero y cuarto. Quien no los supere no podrá acceder al Bachillerato y tampoco obtendrá título de ESO aunque tenga aprobadas todas las asignaturas. "Es decir, un estudiante que suspenda esta reválida saldrá al mercado laboral sin titulación, y sus esfuerzos durante cuatro años aprobando no servirán para nada", han denunciado varios estudiantes.

En cuanto a la segunda, la prueba estará formada por ocho exámenes sobre contenidos de primero y segundo que, de no ser aprobada, negará el título de Bachiller.