Zaragoza.- El expresidente del Consejo de Administración de la Caja de Ahorros de la Inmaculada (CAI) Juan María Pemán interpuso en octubre de 2012 una denuncia por presuntas irregularidades en el seno de la entidad. Este lunes ha asegurado que lo hizo tras un acuerdo del Consejo de Administración que consideró "absolutamente injustificado" y "objetivamente inaceptable" que los exdirectivos Javier Alfaro y Tomás García Montes, que fue director general de la entidad entre 2005 y 2009, hubieran comprado dos viviendas en el Puerto de Santa María con un descuento del 50% de su precio a una sociedad en la que participaba la caja.
Así lo ha expuesto Pemán ante los magistrados que juzgan, en la Audiencia Provincial de Zaragoza, a Alfaro, García Montes y a un socio en los negocios inmobiliarios de CAI en el sur, Ramón Marrero. Se enfrentan a una pena de entre tres y 16 años de cárcel.
Sobre el descuento en la compra de inmuebles, Pemán ha añadido que "no se ofreció genéricamente" a los directivos de CAI sino que "fue una cuestión de tres o cuatro personas que se beneficiaron de un descuento injustificado".
Sin embargo, otros testigos sí han asegurado que conocían dichos descuentos. Entre ellos Antonio Hernández, que fue consejero de CAI Inmueble. Ha asegurado que a finales de 2004 se enteró de la posibilidad de adquirir una vivienda "con descuento" y mostró su intención de comprarla. Años más tarde compró un ático, cuyo valor en el mercado superaba los 230.000 euros, por menos de 200.000 euros. El motivo de esta aminoración del precio era "acelerar un poco la venta", ha explicado.
En el mismo sentido, Óscar Benito, representante de los socios en CAI Inmuebles, ha aseverado que le consta "que se hicieran descuentos en la compra de viviendas".
Por otra parte, sobre el viaje a Egipto que los tres exdirectivos acusados realizaron con sus familiares, cuyo preció ascendió a casi 200.000 euros y que fue sufragado por tres sociedades participadas por CAI, Juan Pemán ha asegurado que se hizo "sin conocimiento ni del Consejo [de Administración] ni del presidente y de forma injustificada a costa de empresas participadas [por CAI]". "En absoluto era normal hacer ese tipo de viajes", ha apostillado este testigo, quien ha añadido que en los viajes institucionales que se realizaban "nunca iban familias completas".
Para Pemán ese viaje fue una decisión que García Montes, Alfaro y Marrero tomaron "de espaldas a todos los órganos de gobierno". Esa gestión tuvo consecuencias para la entidad al hacer que el valor de la Fundación CAI como accionista de Ibercaja Banco haya sido "menor al que tendría con una situación más saneada, patrimonialmente más solida".
