La técnica ISCO de oxidación química contra el lindano podría aplicarse en el barranco de Bailín en 2018

La directora general de Sostenibilidad, Sandra Ortega, ha señalado este miércoles que en 2018, si se cuenta con la financiación necesaria, podría comenzar a aplicarse la técnica ISCO de oxidación química, con surfactantes, en el barranco de Bailín. De momento se están haciendo pruebas. La DGA también plantea aplicar métodos biológicos.

Zaragoza.- La directora general de Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, Sandra Ortega, ha explicado este miércoles que en 2018, si se cuenta con la financiación necesaria, podría comenzar a aplicarse la técnica ISCO de oxidación química, con surfactantes, en el barranco de Bailín.

De momento, la técnica ISCO -que se está ensayando en el marco del proyecto LIFE- se ha aplicado, a modo de ensayo, en una zona del vertedero de Bailín y los resultados "concluyentes" se conocerán en enero, ha apuntado Ortega, que ha participado en una reunión con los comités científico, social e institucional para poner en común el trabajo de los últimos meses en relación a la lucha contra el lindano. Un trabajo que se realiza sobre cinco recomendaciones efectuadas por el primero de los comités para los tres focos de contaminación por lindano: Inquinosa, Sardas y Bailín.

Los expertos son partidarios de priorizar la descontaminación in situ porque "tiene menos riesgo y menor coste", pero son conscientes de que todo "no se va a poder solucionar así", ha explicado Ortega.

En el caso de la fabrica de Inquinosa, cuando no se pueda avanzar con la descontaminación in situ, la recomendación de los expertos es "trasladar los residuos de demolición, cuando ésta se realice, al nuevo vaso del vertedero de Bailín habilitado para recibir esas toneladas de residuos", ha detallado Ortega, quien ha asegurado que su Departamento trabaja "en la caracterización de la contaminación", pero todavía no hay fecha para su demolición.

Trabajar con métodos biológicos

Otra de las líneas de descontaminación que se estudia está relacionada con el uso de métodos químicos y biológicos. Esta última, "basada en microorganismos, plantas y cualquier tipo de vector biológico que sea capaz de metabolizar esas contaminaciones", ha explicado Ortega, quien ha remarcado que "es posible".

Estos microorganismos "utilizan el residuo como sustrato de alimentación y lo metabolizan", ha apuntado la directora general de Sostenibilidad. Es "como una planta de tratamiento química, pero a nivel biológico, eso nos permite hacer ensayos in situ y hay bacterias increíblemente sorprendentes capaces de degradar lo más insospechado", ha añadido.