REAL ZARAGOZA

Alerta amarilla

El concepto de equilibrio en el que tanto ha insistido desde su llegada Luis Milla no aparece de momento en el Real Zaragoza. Las sensaciones que ofrece el conjunto maño como local y visitante no se parecen en absolutamente nada, provocando que el equipo haya caído a la sexta posición. Las alarmas se encienden en un vestuario abatido.

Zaragoza.- Otra oportunidad perdida para el Real Zaragoza. El conjunto aragonés caía en Soria ante el Numancia ofreciendo una pobre imagen, algo que ya viene convirtiéndose en rutina desde el arranque de temporada en cada encuentro lejos de La Romareda. Le sienta muy mal a los de Milla abandonar el calor del hogar, donde lo han ganado todo, y sufren el mal del viajero. No se sienten cómodos ni tampoco son capaces de sacar adelante los partidos.

No fue una excepción en Los Pajaritos, campo ya maldito desde hace un tiempo para el Real Zaragoza. Y eso que volvía a adelantarse en el electrónico, como ya ocurriera la pasada campaña, pero la escasa fuerza mental de la plantilla tras el empate numantino al filo del descanso hizo el resto. Sentenció un encuentro al que le faltaba toda la segunda parte por disputarse, sacando bandera blanca antes de tiempo solicitando a su enemigo la rendición.

Lo peor de todo, las sensaciones. Algo que reconoció el mismo Luis Milla en la rueda de prensa posterior a la derrota por 2-1. De hecho, el turolense admitió que lo que más le preocupaba era haber llegado al vestuario en el descanso y haberse encontrado una plantilla abatida. Algo inadmisible en el fútbol profesional y que debe ser lo primero que corrijan el entrenador y los suyos.

Además, el equipo volvió a repetir los mismos pecados que ofrecen una vez sí y otra vez también fuera de casa. Una defensa endeble, con la excepción de Tarragona; un centro del campo que se ve totalmente superado por las circunstancias; y la incapacidad para generar ocasiones en ataque. En Soria hubo más que en tierras catalanas, pero insuficientes como para que Munir tuviera que esforzarse en exceso.

Con estos ingredientes, la plantilla guarda descanso hasta el martes tras haber caído hasta la sexta posición de la tabla clasificatoria. El líder, el Levante, suma cinco puntos más que los maños, mientras que el ascenso directo lo completa el Córdoba. Precisamente los andaluces son el próximo rival blanquillo el sábado a las 19.30. Por suerte, en La Romareda.