Un respiro para los montes aragoneses

El descenso de las temperaturas que se prevé para los próximos días dará un respiro a los montes aragoneses, que han vivido las últimas semanas en una situación casi permanente de prealerta roja por riesgo de incendios forestales. En lo que va de año, 857 hectáreas han ardido en Aragón, frente a las 8.000 del año pasado por estas fechas.

Zaragoza.- El intenso calor que ha vivido Aragón en los últimos días ha mantenido a la Comunidad en prealerta roja por riesgo de incendios forestales de forma casi permanente. A pesar de las extremas condiciones meteorológicas –sobre todo, ante la falta de lluvias-, este año no ha crecido el número de incendios forestales. Al contrario, se ha reducido.

En lo que va de año, incendio de Luna, en las Cinco Villas. “El cumplimiento de la vigilancia y la extinción están dando sus frutos”, explica el director general de Gestión Forestal del Gobierno de Aragón, José Ramón López.

En la provincia de Huesca han ardido 392,17 hectáreas, en 77 fuegos; en la provincia de Zaragoza, 254,36 hectáreas en 103 incendios, y en la de Teruel, 210,4 hectáreas en 86 incendios. La mayoría de los incendios originados en la Comunidad fueron conatos (la superficie quemada es inferior a una hectárea): 199.

En la distribución de las causas de los incendios, durante la primera parte de la primavera, el 35% de los fuegos fue por quemas agrícolas. “Habrá que tener más precaución al año que viene con los restos de poda”, puntualiza López. Además, este verano ha habido una “profusión” de los incendios provocados por máquinas como cosechadoras y empacadoras, “muy a pesar de los agricultores”, añade. Un 14% de los incendios son causados por el ferrocarril, un 8% por fumadores y un 6% por líneas eléctricas.

A principios de agosto un incendio calcinó 130 hectáreas de los montes de Atarés
A principios de agosto un incendio calcinó 130 hectáreas de los montes de Atarés

El calor va a disminuir en los próximos días, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), y lo hará coincidiendo con el fin de la fase III de la campaña de extinción de incendios, que concluye este jueves, 15 de septiembre. “Una borrasca que viene del Atlántico va a desplazar la masa de aire caliente y es probable que haya algunas tormentas y se refresque el ambiente por lo que cabe pensar que se aliviará la situación”, señala López.

Con esta bajada de temperaturas el jueves, 15 de septiembre, concluirá la fase III de la campaña de incendios de este año, que comenzó el 16 de junio y supone la máxima activación de medios disponibles, tanto en puestos fijos de vigilancia como en cuadrillas forestales y conductores de autobombas.

A partir del 16 de septiembre y hasta fin de año estará activa la fase IV en la que se reducirán los medios terrestres y aéreos en relación a la peligrosidad previsible.

Los medios

El operativo de extinción de incendios en Aragón cuenta con 57 cuadrillas forestales simples, 5 dobles y 8 helitransportadas, 39 autobombas (10 en Huesca, 10 en Zaragoza y 19 en Teruel) y 80 puestos fijos de vigilancia en todo Aragón.

Además, en la Comunidad hay un helicóptero activo durante todo el año en Alcorisa, Ejea de los Caballeros y Peñalba.

El Gobierno de Aragón destina a la prevención y lucha contra los incendios forestales 23.854.937 euros (no se contabilizan los costes internos de la DGA como salarios, guardias, gasto corriente del parque móvil e instalaciones, etc.).

En primera persona

Ahora bien, la extinción de incendios es mucho más que cifras. Al fin y al cabo se trata de personas que se enfrentan al fuego, con la peligrosidad que ello conlleva. Una de ellas es Olga Sola, jefa de cuadrilla de la brigada helitransportada de Boltaña desde hace trece años. Este verano ha participado en la extinción del incendio de los montes de Atarés, entre otros.

A mediados de agosto un incendio arrasó más de ocho hectáreas en Nuévalos
A mediados de agosto un incendio arrasó más de ocho hectáreas en Nuévalos

Recuerda que en uno de los flancos del incendio el acceso con mangueras desde las autobombas "era complicado" al ser "una zona que se metía en un barranco y con mucho arbolado y había mucha pendiente". "Las descargas de agua desde los helicópteros no penetraban muy bien en el suelo", apunta.

Sobre cómo influyen las tareas agrícolas en los trabajos de extinción, Sola explica que "tanto en cereal que está para cosechar, muy seco, como los rastrojos el fuego corre muchísimo", al contrario que en un campo yermo. "En un incendio nos ayudó un campo yermo que no había sido cultivado porque era un punto muy seguro donde el fuego se apagó", señala.

En la zona de pinar el fuego es "diferente" y hay que poner especial atención a la "continuidad vertical del sotobosque a las copas de los pinos". El calor afecta a la hora de trabajar y si al propio del fuego se suman las altas temperaturas del exterior "el cuerpo está más pesado", relata Olga, que recuerda "un bajón" que sufrió hace unos años en Oroel durante unos trabajos para evitar la reproducción de un incendio. "Las reproducciones son lo más peligroso sobre todo este año con la sequía", añade.

Y precisamente la sequía de este año ha hecho que el combustible esté "más disponible". "Árboles y robles han perdido el agua, los quejigos se están secando y tanto el tejido fino como el gordo están mucho más disponibles", subraya.

Prevenir, el mejor consejo

La prevención es, como en muchas ocasiones, la mejor recomendación para evitar los incendios forestales. No arrojar colillas al monte, no hacer fuego en el bosque ni en sus alrededores y mantener limpio el monte sin acumular basuras ni desperdicio son tres consejos básicos. A ello se suma la limpieza de elementos combustibles en los alrededores de su casa.

Asimismo, si se está en el monte y surge un incendio es aconsejable, si el fuego es pequeño, atacarlo por la base intentando apagarlo con agua o sofocarlo golpeando con ramas de árbol. Si no se tiene agua, conviene echarle tierra de golpe sobre la base de las llamas. Sofocado el fuego, se recomienda tapar las brasas y limpiar de ramas su alrededor.

Si no se puede controlar, se debe llamar al teléfono 112 y comunicar el fuego a los habitantes de los alrededores. También se recomienda estudiar la posibilidad de escapar, si fuera necesario, y respirar por la nariz procurando cubrirse con un paño mojado nariz y boca. También hay que procurar alejarse huyendo en dirección opuesta al humo. En este aspecto, no se debe subir por la ladera si el fuego asciende por ella –hacerlo en sentido perpendicular a la dirección de avance del fuego-. Si se prende la ropa se recomienda no correr, sino echarse a rodar sobre el suelo y si se dispone de una manta, cubrirse con ella para que el fuego se extinga por falta de aire.

El Gobierno de Aragón apuesta por consultar los niveles de alerta establecidos
El Gobierno de Aragón apuesta por consultar los niveles de alerta establecidos

Huir de las vaguadas profundas y situarse en la zona ya quemada, siempre a espaldas del viento son otros consejos ante un incendio forestal. Además, si se observa que cambia la dirección del viento, se debe estudiar nuevamente los lugares por los que se puede escapar.

Si se está en una casa próxima al incendio es recomendable cerrar la puerta, las ventanas y las posibles entradas de aire y confinarse si el fuego llega a la vivienda.

En cuanto a los trabajos agrícolas, hasta el 15 de octubre están prohibidas las quemas a menos de 400 metros del monte, se debe asegurar un buen mantenimiento de la maquinaria y hay que procurar llevar medios de extinción.