Zaragoza.- El 11 de junio de 2011, José Manuel Aranda (Calatayud, 1957) cogió el bastón de mando del Ayuntamiento de Calatayud. El doctor en Medicina y jefe de la sección de Urología del Hospital Ernest Lluch se enfrentaba a una situación complicada, ya que la crisis había hecho estragos tanto en el Consistorio como entre la ciudadanía.
Pero desde entonces ha conseguido que la ciudad "triste" con la que se encontró, haya recuperado "parte de su alegría". Y la fórmula que ha seguido ha sido la adaptarse a la situación y trabajar para dinamizar la economía.
Pregunta.- ¿Cómo ha cambiado Calatayud desde que llegó al cargo?
Respuesta.- Calatayud ha cambiado en muchos aspectos porque nos encontramos con una situación económica y financiera bastante agobiante que impedía la realización de cualquier proyecto. Había una situación de deuda a proveedores que podía llegar a los 16 meses en el caso de concesionarias. Nos teníamos que adaptar al déficit y el Plan de Proveedores que pusimos en marcha facilitó la situación.
Hoy, casi toda la deuda municipal, reconvertida en financiera, permite que el Ayuntamiento vaya caminando en la senda de la estabilidad económica y presupuestaria. Nos encontramos una ciudad triste, y no digo que haya recuperado toda la alegría. Pero hemos pasado por unos momentos complicados.
P.- Y ya caminando en esa senda de estabilidad, ¿qué necesidades afronta ahora Calatayud?
R.- El principal problema de los españoles es la estabilidad y el empleo. Cualquier administración, como motor de dinamización económica y empresarial, debe facilitar la implantación de empresas y eso es lo que estamos intentando.
P.- Y consiguiendo porque son varias las empresas que se han instalado en la localidad en los últimos meses…
R.- Tenemos empresas de todo tipo. El call center GSS en momentos puntuales llega a contar con 300 trabajadores y en Indeplas Sistemas S.L. hay ahora 60 trabajadores, aunque esperamos que, en breve, nos den buenas noticias tras ser adquirida por una multinacional.
En el caso de Industrias Monzón, seguramente en septiembre o octubre lleguen a los 70 trabajadores con un proyecto maderero referente en toda España. También estamos inmersos en un proyecto apoyado por el Ayuntamiento relativo a una empresa del sector del pañal que creará hasta 80 empleos en tres o cuatro años. Y también se instalará Jacobi Carbons, que llegará a los 25 empleos en cuatro o cinco años. Y hay más proyectos empresariales que irán saliendo a la luz.
P.- ¿Cuántos empleos se han creado en los últimos años?
R.- Los parámetros interanuales de desempleo son significativos. En junio se registró una disminución interanual de más de 400 desempleados. Desearíamos que las cosas fueran más rápidas, pero que haya 400 parados menos en un intervalo interanual es una cifra a considerar.
P.- ¿Seguirá el Ayuntamiento dando incentivos a las empresas?
R.- Las empresas no llegan porque sí, vienen por la ubicación y también buscan incentivos. Calatayud está ubicada estratégicamente y además es la ciudad más pequeña de España con AVE, lo que permite muchas conexiones. Todo esto determina que sea una ubicación a tener en cuenta para cualquiera que quiera invertir. Ahora bien, hay que añadir incentivos para facilitar la inversión.
P.- Precisamente el AVE ha sido uno de los principales revulsivos económicos para Calatayud. ¿Qué sectores han salido más beneficiados?
R.- La estación de AVE de Calatayud ronda los 250.000 usuarios al año, lo que da idea de su importancia. Calatayud está potenciando las comunicaciones y el AVE es signo de progreso y permite la inversión empresarial porque para los empresarios, saber que están a 55 minutos de Madrid y a dos horas de Barcelona, es algo que valoran mucho a la hora de determinar su ubicación.
Además, el AVE fomenta el turismo mudéjar, en de interior y el de balnearios. En el área de Turismo hemos notado que ha crecido el número de turistas que vienen a pasar el fin de semana.
P.- Y hablando de turismo, ¿cómo van las obras de la Colegiata?
R.- Esperamos que las obras de la cúpula sean licitadas dentro de poco por el Ministerio de Fomento tras finalizar los trabajos que se han realizado en la sacristía y que han contado con una inversión de 350.000 euros.
P.- Volviendo a las comunicaciones, hace poco se pidió un autobús a Soria y el Ministerio de Fomento ha asegurado que en la próxima licitación del concurso de la línea Soria-Zaragoza se pedirá que algunas paradas vayan por Calatayud. ¿Esta necesidad es real?
R.- La reivindicación vino desde un pequeño pueblo de Soria, Torrubio de Soria, pero consiguió el apoyo de todos los implicados. Con esta conexión conseguiremos que vecinos de Soria puedan adaptarse a los horarios del AVE. Además, se facilitará que los vecinos de Calatayud puedan tener una mayor relación comercial, turística y de todo tipo con Soria. Por ejemplo, muchos bilbilitanos estudian Formación Profesional o sus carreras universitarias en la capital soriana.
P.- Cambiando de tercio, ¿cuál es la situación de los Servicios Sociales en Calatayud?
R.- Hemos hecho una apuesta importante en servicios sociales porque lo social no tiene ningún color, ni de izquierdas ni de derechas. Hemos hecho la apuesta que ha sido necesaria en becas de comedor y en ayudas sociales.
Calatayud tiene una residencia municipal de válidos y no válidos con 84 plazas. Una residencia que genera un déficit anual para las arcas del Ayuntamiento de, aproximadamente, 1,2 millones de euros. Este déficit antes era compensado por un apoyo comarcal, porque el 33% de los residentes son de fuera de la ciudad de Calatayud. Sin embargo, la comarca ahora no apoya el proyecto y creo que debería reconsiderarlo.
P.- ¿Se plantea el Ayuntamiento ampliar el número de plazas?
R.- Hay alternativas a través de fundaciones que van a crear un mayor número de plazas. Pero hay que tener en cuenta que la esperanza de vida de los vecinos de la comarca es alta, por lo que hay que plantear la opción de que determinadas residencias ofrezcan estancias temporales, estancias de recuperación después de una enfermedad, etc. Es decir, generar algún tipo de rotación.
P.- Además de alcalde, es médico. ¿Qué necesidades presenta en estos momentos el Hospital Ernest Lluch?
R.- Yo creo que el Hospital, que atiende a cerca de 75.000 personas, funciona bien. Pero está claro que necesita inversiones para mejorar y readaptar sus espacios porque tiene unos 30 años.
Además, necesita imperiosamente una Unidad de Ciudadanos Intensivos y especialidades como Alergología y Geriatría. En cualquier caso, hay que conseguir que las especialidades que ya existen se asienten. Es decir, que si Radiología tiene cinco plazas debe haber cinco especialistas.
Vivimos en un momento en el que las jubilaciones de especialistas están provocando un desequilibrio, por lo que hay que apostar por el territorio y facilitar un desplazamiento más fluido y fácil de médicos.
P.- ¿Se parecen en algo la medicina y la política?
R.- Sí, en el servicio a los ciudadanos y en la vocación de servicio público.
